Conquista castellana. Al comenzar la conquista de Navarra por Fernando el Católico, estando ya el ejército del duque de Alba muy próximo a Pamplona, el rey navarro Juan de Albret huye de la capital el 23 de julio de 1512 y se refugia en Lumbier. Primero había pasado por Sangüesa, donde no se sintió seguro. El 28 de julio de 1512, sin esperanzas de socorro, envía desde Lumbier a Pamplona al bachiller de Sarriá y a Martín de Jaureguizar para negociar las condiciones de un tratado con el duque de Alba. Ante la dureza de las condiciones propuestas por los castellanos y no disponiendo de tropas suficientes para emprender el contrataque, Juan de Albret abandonó Lumbier el 30 de julio de 1512 y se encaminó hacia Orthez, donde estaba su familia. Le siguieron gran cantidad de caballeros navarros.