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La Tamborrada de San Sebastián (versión de 1998)

Como componente de la comparsa carnavalera siempre hubo hombres y mujeres en la tamborrada. En la de la sociedad "Unión Artesana" de 1928 la prensa nos habla, concretando, de "una sección de bellas muchachas que simulan ser huestes de Lord Wellington", amén de la tradicional abanderada, escoltas, capitanas, cantineras, etc. Algunas niñas forman parte, asimismo, del desfile infantil como abanderadas, capitanas, cantineras, etc. hasta su aceptación, disfrazadas de varones, en 1986. En consonancia con el avance experimentado por la situación de la mujer durante la II República, una compañía completa de "tamborreras" vestidas a la turca desfila en 1936 por las calles de la ciudad. Sin embargo, la participación de mujeres adultas (vestidas de tales) en la fiesta va a ser materia de encendida polémica tras la muerte de Franco.

Las sociedades tradicionales más conservadoras, encabezadas por "Gaztelubide", se niegan en redondo a ella. Una sociedad recreativo-cultural mixta creada en 1967, "Kresala", va a romper, invocando una tradición anterior, el tabú: incorpora, pese a la oposición del alcalde nacionalista, Alcain, a su tamborrada de 1980, 29 barrileras vestidas de aguadoras. Desde entonces, y contra viento y marea, en la tamborrada de "Kresala" desfilan, batiendo barriles, 33 mujeres y casi todas las nuevas tamborradas son mixtas. Además, desde 1994 "Kresala" apadrina la tamborrada del colegio de Los Angeles que, por permitir a las niñas vestirse de aguadoras, no ha sido admitido en la tamborrada infantil. Por otra parte, las cenas tradicionales de la noche del 19 fueron también cenas de hombres solos hasta los años 50 en que el cambio de costumbres trajo aparejada la asistencia de cuadrillas mixtas y parejas en sociedades de abolengo democrático como la "Unión Artesana" o las de reciente creación.

El hecho de que alcalde, concejales y autoridades diversas adquirieran durante el período franquista la costumbre de cenar en la sociedad "Gaztelubide" suscitaría asimismo, durante la transición democrática, discusiones y controversias ya que ésta no admite la entrada de mujeres. De esta forma las galardonadas con el "Tambor de Oro" y las mujeres cargohabientes eran ignoradas como lo fue, ostensiblemente, Pilar Miró en 1987. Por fin, en 1988, presionado por diversas asociaciones de mujeres, ante la negativa del nuevo "Tambor", Gabriel Celaya, a asistir sin Amparo Gastón, el alcalde nacionalista Javier Albistur decide crear una nueva tradición: la cena de autoridades será a partir de esta fecha, mixta, en un restaurante o en una sociedad no segregada.