Literatos

Bueno Bengoechea, Manuel

Bueno se mostró partidario de la monarquía. Es con toda propiedad el único intelectual de peso en el 98 que se decanta formalmente por la monarquía. Otro escritor del 98, José María Salaverría escribe estas cosas sobre Bueno:

"Abandonó enseguida a sus compañeros, desafortunados y demasiado ascéticos y se lanzó por las vías oscuras que conducen, tratándose de hombres listos, a la conquista del dinero, los empleos y las actas de diputado. Su vocación literaria juvenil se marchitó entonces, y en todo el resto de su vida ha demostrado que no cree mucho en la gloria literaria, y que no vale la pena de usar la pluma en esfuerzos platónicos y para el servicio y contentamiento de los demás".

Como escribe el propio Baroja en sus memorias, Bueno le expresó a don Pío que la trascendencia, la gloria literaria o el pasar al futuro le traía sin cuidado. Ya para finales de los años veinte, Bueno tenía una ideología muy próxima a la de Salaverría, aunque nunca tan falangista como pretenden escritores como Borrás o González Ruano. Con todo, su pensamiento político, tiene una altura muy superior al discurso de Borrás, o a lo que se asimiló como falangismo. No aparece no obstante por parte alguna en sus textos ideas que prediquen formalmente la violencia que proponía el falangismo español. Constituye, junto con otros destacados miembros de la derecha, el Bloque Nacional del 8 de diciembre de 1934.

Bueno tenía una idea muy positiva de la obra de Baroja, cosa que a éste le chocaba bastante. Baroja, que califica a Bueno de "novelista y crítico de arte de importancia en los periódicos", considera a Bueno como "un tipo raro, a pesar de ser aparentemente un hombre social. Era materialista, sensualista y tenía temores de ultratumba. A mí me dijo una vez que creía en los fantasmas... Era amigo de Maeztu, pero en esta amistad Bueno le tenía afecto a Maeztu y Maeztu no le tenía afecto a Bueno". Bueno hizo a su vez un retrato inspirado de lo que significa Baroja como literato en La novela de ahora: "Hay en él un no sé qué de exótico, de distante de la tradición, que desconcierta". Entendía que lo más interesante que se hacía en España en su tiempo eran los libros de Baroja.

Entre los periódicos y revistas en donde aparecieron sus artículos figuran La Vasconia (Argentina), El Noticiero Bilbaíno, El Liberal, ABC -en donde escribió por más largo periodo-, Blanco y Negro, La Esfera, El Pueblo Vasco, La Voz de Navarra y Euzkadi.