Concept

Rebelión del Estanco de la Sal

Como era de suponer, Madrid, preocupado por los problemas de Cataluña y Portugal, acogió con alarma las noticias de Vizcaya pero procedió con prudencia ya que se temía que una intervención militar enérgica pudiera extender el conflicto al resto del área o que alguna potencia extranjera, principalmente Francia, se sintiera tentada de intervenir a fin de introducirse en la península (Francia ya lo había hecho en Guipúzcoa en 1630). Por ello, tras discutir el caso, la administración central optó por una aproximación apaciguadora, el envío de personas apreciadas tales como Morales o el Duque de Ciudad Real, éste último perteneciente a la importante familia de los Idiáquez. Sin embargo, el hecho de que apenas diera directrices claras de lo que debía de hacer o negociar trajo aparejado el fracaso de esta primera misión. En efecto, ambos llegaron a Bilbao a finales de 1632. Bien recibidos en un principio, no tardaron los rebeldes en apercibirse de que el Duque no iba a hacerse el portavoz de sus demandas. La confrontación saltó otra vez a propósito de la Junta convocada en Gernika para confirmar al corregidor Morales, entre febrero-marzo de 1633.