Villes

Ochagavía (version de 2002)

Carnaval en Ochagavía. Los tres domingos y jueves que preceden al domingo de Quincuagésima prologaban los carnavales. De los domingos aludidos no se recuerda nombre particular alguno que les distinguiese, y a los jueves de referencia se denominaba de Compadre, de Comadre y de Lardero, siendo este último el anterior al domingo de Carnaval. Los disfrazados postulaban por la tarde. Las cuestaciones correspondientes las llevaban a cabo en grupo, por parejas y en solitario. Las cuadrillas contaban con la cesta y el asador, empleados para acarrear los huevos y el tocino. Repartidos en varias casas, los «mutikoak» merendaban con las viandas recogidas en la petición. Más tarde, enfrascados en diversos juegos infantiles, el toque de oración cerraba las horas de asueto y entretenimiento. La celebración del domingo de Carnaval era también vespertina. A continuación de las vísperas, a las dos y media, los disfrazados aparecían en la calle, ocultando su identidad tras una máscara. Muchos «torikoak» se ataviaban de mujer y a otros gustaba moverse torpemente, embutidos en amplio saco de arpillera con hierba o helecho -«zakua belar edo iratzakin»-. En el baile en la plaza se reunía todo el pueblo. Al son de la guitarra y bandurria bailaban los jóvenes, las casadas, los casados y los «torikoak», que se divertían desenmascarados. Después del toque de oración, las calles quedaban para los jóvenes y los hombres casados. Solteros y casados que, más tarde, pedían integrados en varias cuadrillas, llevando consigo bandurrias y guitarras. Cenaban en las casas designadas con antelación, y a continuación partían en ronda por la calle. De esta manera, moviéndose dentro de la más contagiosa alegría, transcurría la noche del domingo de Carnaval. El lunes de Carnaval no se trabaja. Las calles se veían concurridas y los jóvenes comían, bailaban y cenaban en la casa de su respectiva cuadrilla o «kuadrillan etxean». A la cena seguía la ronda de costumbre. El martes de Carnaval solía ser asimismo festivo, aunque los disfrazados no salían hasta después de las vísperas. En el Carnaval del martes participaban mas «torikoak» que el domingo, y entre ellos figuraban varios casados. Los vaqueros abandonaban sus bordas e intervenían también en el baile o en la plaza. Estos «unhaiak» calzaban abarcas. Llevaban vistosos peales de lana, ajustados por medio de cintas o tiras de las abarcas y un cordón de lana hasta casi la rodilla. Vestían también saya y chaqueta de lana hilada en casa y tejida en el pueblo. En el cuello no les faltaba el pañuelo, asimismo de lana. Se peinaban con dos trenzas que llegaban hasta más abajo de la cintura y estas coletas iban rematadas con la correspondiente cinta negra. Con el de 1936, el Carnaval de esta localidad desapareció. [Ref. J. Gar. L.: «C. en N.»].