Concept

La nobleza vasca en Iparralde

La sociedad tradicional de Iparralde desconocía la manera de organizar que se había creado en Francia, la cual dividía dicha sociedad en tres órdenes. Aquella manera de organizar la sociedad se creo al final del Imperio Carolingio, es decir, a finales del siglo X cuando la sociedad se encontraba sumergida en plena anarquía. Fue la iglesia el estamento que lideró dicha organización. La iglesia ere la única autoridad universal, poseedora de la verdad inalienable y el único estamento que mostró deseo alguno de organizar una sociedad cristiana que se hallaba sumida en el desconcierto. Tal y como San Agustín represento en "La ciudad de Dios" en la orden natural, en la orden universal y permanente a cada uno se le reservaba su sitio; en el seno de la sociedad cada tarea tenía su status jurídico. Por tanto la sociedad feudal se hallaba dividida en tres órdenes: clero, nobleza y tercer estado. Dicha orden se mantendría hasta la Revolución de 1789.

Parece que esa organización no encontró la forma de introducirse en Euskal Herria pues aquella había logrado mantener su antiguo modo organizativo. Desde que hizo aparición en la historia tanto autores latinos como griegos han descrito a los vascos como un pueblo especial, sin ningún parecido ajeno, y que luchaban por mantener sus costumbres, su organización social, su libertad y su fuero.

El feudalismo tardó en llegar a esa sociedad y además no fue una introducción plena. El rey de Inglaterra mando un estudio sobre Laburdi para conocer los derechos habidos sobre aquellas tierras. En consecuencia los habitantes de Laburdi declararon haber convenido juramento colectivo con el duque de Aquitania, es decir, con el rey de Inglaterra. Por tanto se reconocían como vasallos del rey al que le debían servicio. Soule estaba en contacto con Biarno, y a pesar de haber robado varias tierras los caciques no pudieron aplicar el poder publico. Baja Navarra pertenecía al Reino de Navarra hasta que en 1620 se vio forzado a adscribirse a la Corona francesa. Había algunos caciques sin mucha influencia, pero el poder de aquellos era condicionado por los lugareños que tomaban las decisiones referentes al pueblo en las siete Cortes Generales de los valles y regiones que formaban la provincia.

Según las costumbres de Laburdi (escritas en 1514) solo los lugareños eran poseedores del status vecinal. Solo ellos eran miembros absolutos de la sociedad. Para ser miembro vecinal debían ser propietarios de una casa junto con la familia y debían mantener el "fuego encendido" durante un año y un día, además de participar en los quehaceres cotidianos y extraordinarios. Por tanto todas las casas tenían el mismo carácter jurídico aunque existía una serie de peculiaridades en lasa casas señoriales, relacionadas, sobre todo con la primogenitura.

El clero -no eran señores de ninguna casa- y los nobles quedaban apartados de las reuniones de los lugareños quienes eran los que tomaban las decisiones que afectaban a la región, a pesar de que únicamente eran los dueños de la casa. Solo los lugareños que eran representantes de sus casas podían participar en dichas reuniones.

En virtud del régimen natural eran poseedores de sus tierras desde la antigüedad, por ello, los vascos eran libres y vivían de ese modo, sin ninguna jerarquía social. Según el Derecho común gozaban de todos los privilegios que propiamente pertenecían a los nobles.