Concept

Joyeros

Un buen joyero debe dominar diversas y dispares técnicas de trabajo así como conocer bien las cualidades de los materiales con que elabora sus artículos entre los que aparecen como más destacables el oro, el platino y la plata aunque esta última casi únicamente como material de aleación de los anteriores. Los brillantes y las piedras preciosas que adquiere totalmente elaboradas, como ya hemos señalado anteriormente, completan las materias primas con que trabaja.

El oro es un metal amarillo, relativamente blando y pesado y el más maleable y dúctil de todos los de su género, permitiendo el trabajo en frío después de un recocido a 800ºC, fundiéndose a los 1.063ºC. En estado puro es demasiado blando para ser usado en joyería o para acuñar moneda, por lo que se alea siempre para estos fines con cobre y plata. La pureza o "ley" del oro se expresa en "quilates", siendo el puro de 24, empleándose en joyería aleaciones de 10 a 22 quilates. El "oro blanco" utilizado con esta finalidad, es una aleación de oro y plata al 50%.

La plata es un metal blando, lustroso, muy dúctil y maleable, demasiado blanda para ser utilizada en estado puro, por lo que se emplea en aleación con otros metales nobles. La plata de los joyeros es una aleación de 80% de plata y 20% de cobre. En estado puro funde a 954ºC.

El platino es también blanco, maleable y dúctil en frio y caliente y se puede forjar en este estado entre 400ºC y 1.000ºC, fundiendo a 1.769ºC. No se empleó en joyería hasta finales del siglo XVIII.

Utilizando estos metales el artesano elabora los elementos que precisa para componer las joyas, entre los que podemos mencionar anillos en bruto y piezas fundidas en oro, platino y sus aleaciones, así como hilo de oro, láminas del mismo metal y tiras de diversas formas y secciones.

Los primeros son obtenidos por el profesional por fundición a la cera perdida o a la concha o jibia. Otros componentes son forjados y conformados a partir de trozos de metal precioso golpeándolos con el pequeño martillo de mano sobre el yunque de joyero, tanto en frío como en caliente.

Los hilos y láminas se consiguen por fusión y posterior laminación, a los que seguidamente se les da forma cortándolos con tijera de joyero o con segueta, curvándolas por medio de ligeros golpes dados con el martillo específico de la profesión sobre el material apoyado en el yunque para esta actividad o en el tas, estirándolos también por sucesivos golpes usando las mismas herramientas, o dándoles formas cóncavas o convexas por medio de golpes con el embutidor sobre el tas de embutir.

Seguidamente monta estas piezas, uniéndolas por soldadura, por remachado y por medio de pequeños tornillos que también fabrica él mismo.

Finalmente las piedras preciosas se fijan a la parte metálica de la joya por engastado, operación específica que generalmente efectúa un especialista, el engastador, a quien el joyero envía los materiales para unirlos. También puede hacerse por medio de patas o garras que las abrazan y sujetan.