Concept

Forjadores de bielas de bicicletas

Los trabajadores, tres forjadores y un auxiliar en cada uno de los dos equipos de forja, no disponían de ninguna formación específica. La empresa seleccionaba a aquellas personas que mostraban características de fortaleza física y capacidad de trabajo en condiciones ambientales duras. Los trabajadores que aceptaban el puesto lo hacían motivados por la mayor retribución que percibían con relación a otros de la misma empresa.

La remuneración consistía en un salario base que cobraban por hora trabajada, más una prima consistente en una cantidad fija por cada pieza producida, era lo que se llamaba "a destajo" y que suponía la mayor parte de sus ingresos. Los tres trabajadores tenían la misma cualificación y efectuaban las labores propias del forjado, el auxiliar movía la palanca que accionaba el "machino", mientras permanecía en pie detrás de la máquina.

Se vestían con camisa y pantalones azul mahón, de algodón, boina en la cabeza para protegerla del hollín que flotaba en el ambiente y botas ordinarias, y se protegían con un mandil de cuero y en ocasiones con polainas del mismo material. Sujetaban las barras de hierro con las manos desnudas, aunque para protegerlas del calor cuando las barras se iban acortando utilizaban unos trozos de cartón o de cotón (manojo de hilos procedentes de trapos viejos deshilachados) entre la mano y el metal de la barra.

El aprendizaje hasta adquirir alguna habilidad precisaba de varias semanas o meses, y más para llegar a dominar el oficio como los forjadores veteranos, sobre todo en el trabajo con el martinete.