En el caso de la fábrica de bicicletas Orbea, el taller de forja estaba ubicado en Matxaria, en una nave dentro del conjunto de la fábrica, de unos 15x20metros de dimensiones, a nivel del suelo, a la que se accedía por una gran puerta que daba a la calle interior de la fábrica, aunque también disponía de otro acceso poco utilizado. Las paredes tenían huecos abiertos en su parte alta y amplios ventanales, el tejado disponía de aberturas para la salida de los humos y todo él estaba habitualmente ennegrecido por el hollín.
En esta nave se instalaban dos grupos similares de máquinas de forja. Cada uno de ellos estaba formado por un horno construido con ladrillos refractarios con una única boca abierta en su cara frontal y alimentado por fuel oil y que se utilizaba para calentar en su interior las barras de hierro o acero que se deseaban trabajar. Junto a él se situaban las máquinas de forjar formando un semicírculo, consistentes en un martinete mecánico de ballesta, un martillo de forja de caída libre, el "machino", y dos prensas excéntricas. Además se disponía de una polea de alambres o púas dispuesta sobre un bastidor. El suelo de cemento estaba frecuentemente recubierto de "cascarilla", especie de escamas y pequeños trozos de óxido de hierro que se desprendían de las barras de hierro incandescentes.