Concept

Desamortización

La desamortización en el País Vasco fue un largo proceso histórico iniciado a fines del siglo XVIII y desarrollado durante el siglo XIX. Consistió en que las administraciones públicas, mediante diversas disposiciones legales, expropiaron y pusieron a la venta -por lo general en pública subasta-, bienes -tierras fundamentalmente- de la Iglesia y de los municipios que en el Antiguo Régimen no podían ser enajenados. Se distinguen dos tipos de desamortización atendiendo a la propiedad de los bienes puestos en venta: civil, en el caso de los bienes municipales, y eclesiástica. Los principales objetivos de la desamortización fueron la reducción de la deuda pública y la liberalización de la propiedad de la tierra. Como consecuencia del proceso desamortizador un enorme patrimonio constituido por bienes municipales y eclesiásticos, hasta entonces excluido del circuito comercial, se convirtió en propiedad privada plenamente libre.

La desamortización está estrechamente vinculada a la revolución liberal. En efecto, el proceso desamortizador extendió el concepto de propiedad defendido por el liberalismo, es decir, propiedad individual, libre y sin restricciones. Por esa razón las principales disposiciones desamortizadoras se aprobaron en momentos fundamentales del proceso de revolución liberal español. Así, las Cortes de Cádiz adoptaron importantes medidas desamortizadoras que, luego, durante el Trienio Liberal (1820-1823) se pusieron en práctica. De la misma forma, fue en la época de construcción del Estado liberal español, esto es, en los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo XIX, cuando se aprobaron las principales leyes desamortizadoras. La primera en 1836, siendo Ministro de Hacienda Juan Álvarez de Mendizábal, reguló la desamortización eclesiástica. La segunda, la llamada Ley General de Desamortización de Pascual Madoz de 1855, ordenó, además de la venta de bienes eclesiásticos, la enajenación y venta de las tierras municipales. De todas maneras, las primeras medidas desamortizadoras habían sido adoptadas en los últimos años del siglo XVIII, con el objetivo de hacer frente a los graves problemas financieros de los municipios y de la Monarquía Absoluta.

En el País Vasco la desamortización tuvo algunas características singulares. Por un lado, la venta de bienes municipales fue un proceso temprano, iniciado en los últimos años del siglo XVIII. Por otro, la desamortización eclesiástica tuvo menor influencia económica que en otras zonas, porque también era menor el patrimonio de la Iglesia. Por último, las instituciones forales condicionaron la desamortización en la segunda mitad del XIX, dificultando y limitando la aplicación y desarrollo de la Ley Madoz. Tanto en el País Vasco como en España la desamortización no supuso cambios importantes en la estructura de la propiedad de la tierra. No creó un grupo social de pequeños propietarios, vinculado mediante su acceso a la propiedad a la defensa del liberalismo. Los principales compradores de bienes desamortizados fueron notables de los pueblos y burgueses urbanos, es decir, la principal base social del liberalismo. En frente de ellos y en contra de la revolución liberal se posicionaron el clero y amplios sectores del campesinado vasco, esto es, aquellos sectores que nada habían ganado con la desamortización y el liberalismo.