Historiens

Apraiz Buesa, Odón

Odón era dejado en sus costumbres, bastante anarco. Según dicen los que le conocieron, no era exactamente un tipo práctico. Era muy impetuoso y perdía fácilmente la paciencia. Algunos atribuyen esa actitud a su defecto visual. Es conocida la afición que tenía a la lectura de periódicos. Por esa razón, en cierta ocasión su hermano Ángel le indicó que en sus tarjetas de visita, en lugar de "catedrático", debía poner "lector de periódicos". Su casa estaba repleta de viejas colecciones de periódicos, siembre en un ordenado desorden, de tal forma que sólo Odón era capaz de encontrar lo que buscaba.

Durante su vida le ofrecieron innumerables homenajes, pero él no solía acudir a esos actos. Así sucedió el Día de Aramaio de 1982, cuando se le concedió la Medalla de Oro de Vitoria en 1983 o cuando Eusko Ikaskuntza le ofreció el Premio Manuel Lekuona de 1984.

En sus escritos, además de su nombre propio, utilizó también los seudónimos Olarizu, P. de Araizondo, Argitza, Olari y Ziarpa.

Fue un hombre activo y polifacético y se consideran sus aportaciones más curiosas, por un lado, la versión en euskara de la Internacional, que publicó en el suplemento editado por la revista Acción Vasca de ANV en 1932, con motivo del Primero de Mayo, y por otro, en el otro lado del espectro y, tal vez para que nadie pusiera en duda su alavesismo, un poema para el día de San Prudencio -el 28 de abril-, que se canta con la ayuda del himno de San Ignacio y titulado "Purdentzu guenari arabarren opariya".