Celebra fiestas el domingo más próximo al 22 de septiembre, celebración del Traslado de las reliquias de Santa Anastasia de Játiva desde Roma; el 11 de noviembre, San Martín de Tours; el 13 de diciembre, Santa Lucía; el 24 de junio, San Juan Bautista (en la ermita de Santa Bárbara). "Buzkantzas" en San Martín.
Señala Gorosábel (1860):
"Esta villa celebra feria general por los días de Santa Lucía 13 de diciembre de cada año. Antiguamente esta feria se hacía en la ermita de Santa Lucía de Ezquioga la cual cesó en 1727 en virtud de un acuerdo de las juntas generales de la provincia; para que no hubiese semejantes concursos en despoblado, como es aquel paraje. A su consecuencia, la villa de Villarreal recurrió al consejo de Castilla con la solicitud de que se trasladase al cuerpo de la misma dicha feria. Se accedió a esta petición; y para el cumplimiento de lo acordado se libró el competente privilegio en Madrid a 24 de mayo del propio año. La villa de Ezquioga se opuso a esta mudanza, y a que se diese uno a la real provisión que la ordenaba; pero, no obstante, prevaleció el cumplimiento de la gracia concedida. Por otra de 31 de enero de 1777 logró esta villa real facultad para celebrar en cada mes una feria franca de derechos para la compra y venta de todo género de granos y ganados. El señalamiento del día en que hubiese de verificarse esto se sometió al corregidor; quien eligió para el efecto los primeros martes de cada mes".
Esta feria, decreciente, se mantiene el primer martes de cada mes y el 13 y 14 de diciembre (ganado caballar, lanar, mular, asnal, vacuno y de cerda). Mercado estable los jueves.
Euskal Jaiak. Las fiestas vascas de Urretxu cuentan con gran tadición en la moderna vida de la villa. Tienen su origen en el año 1959, en que cuadrillas y sociedades urretxuarras organizaron un desfile de carrozas y diversos actos festivos como alardes de txistularis, trikitixas, dantzaris y romerías. Las sociedades que tomaron parte en la primera edición fueron "Alkartasuna", "Ur Gain", "Danok Bat", "Urretxua", "Txirimiri" y "Txuri Baldarra". La fiesta -revestida desde el principio de carácter reivindicativo, aunque teñido del folklorismo únicamente tolerado en la época- arraigó con gran fuerza. Las siguientes ediciones vieron aumentar tanto los participantes como el público, al tiempo que la fiesta ganaba fama en el ámbito vasco. El aumento del carácter reivindicativo paralelo a la represión agudizada en la última década de la dictadura, provocó la prohibición gubernativa de las carrozas alegóricas en 1966. Durante tres años, éstas fueron sustituidas por desfiles folklóricos y cabalgatas humorísticas. En 1970 comienza a celebrarse una Feria del Libro y Disco vascos. En 1974 vuelven a sacarse carrozas. En 1975, la especial crispación que venía evolucionando desde el Proceso de Burgos y que tuvo otro punto álgido en este último año del epigonismo franquista, determina su suspensión. Durante los primeros años del postfranquismo la esencia reivindicativa de la fiesta se desborda, afirmándose la tendencia de los últimos tiempos a tratar -además de euskera, la amnistía o la autodeterminación- temas como el deterioro del Medio ambiente o cuestiones municipales y comarcales. En 1984 se conmemoró el XXV aniversario de las Euskal Jaiak, celebrándose una gran fiesta vasca.
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