Lexikoa

URBANIZACIÓN

El poblamiento urbano. (Veáse tablas) Tomando como punto de referencia la industrialización podemos plantear una división de etapas, tanto en cuanto al crecimiento de las ciudades como sobre todo a la forma del mismo.

El crecimiento urbano. En Alava, la primacía de Vitoria-Gasteiz alcanza al 76% de la población, siendo la comarca Cantábrica la única de Alava que, junto a la Llanada, está industrializada. El resto de las comarcas son predominantemente rurales y ningún municipio sobrepasa los 2.000 habitantes. La población activa en el sector primario se sitúa entre el 38% y 52% en las comarcas del sur y el 15% en las estribaciones del Gorbea. En la estructura espacial de Bizkaia sobresale notablemente una comarca, en la que sólo dos ciudades (Bilbao y Barakaldo) sobrepasan el 41% de la población provincial. En contraste con el Gran Bilbao, el resto de las comarcas presenta una estructura de poblamiento más dispersa, a pesar de que Durango y Gernika son centros comarcales de cierta entidad. La red urbana de Navarra muestra una estructura espacial en transformación, en la que la capital aumenta su primacía sobre el resto de la provincia. Su principal característica es la ausencia de pequeñas ciudades intermedias capaces de organizar espacios funcionales fuera de la Cuenca de Pamplona. Unicamente la Ribera Tudelana y Navarra Media Occidental y Oriental presentan núcleos funcionales: Tudela, Estella y Tafalla, que jerarquizan la estructura urbana de sus respectivas comarcas. En el resto de las zonas, la estructura es tan atomizada que impide la creación de espacios comarcales jerarquizados y funcionales. Gipuzkoa, por el contrario, posee una estructura espacial bien jerarquizada y regular, configurando un conjunto provincial de dispersión aceptable.

Las formas de crecimiento. La concentración y la especialización son los dos elementos inherentes al proceso de urbanización. En cuanto al proceso de especialización podemos establecer unaclasificación de las ciudades en base a sus distintas funciones. a) Ciudades que constituyen principalmente centros administrativos profesionales y comerciales (Bilbao, Donostia-San Sebastián, Pamplona, Vitoria-Gasteiz, Bayona). b) Centros comerciales con alguna industria (Gernika, Estella, Tudela, Azpeitia, Azkoitia, Arrasate-Mondragón, Irún, Tolosa). c) Ciudades y núcleos suburbanos de marcado carácter industrial, industria pesada (Barakaldo, Portugalete, Sestao, Durango, Zumárraga, Eibar, Anglet). d) Principales núcleos residenciales (Getxo) y otros más pequeños de carácter turístico y residencial para clases altas (Hondarribia, Zarautz, Plentzia, Biarritz). e) Núcleos residenciales exclusivos de clases medias y bajas (Leioa, Ermua). f) Núcleos suburbanos principalmente residenciales, pero con un importante componente industrial (Basauri, Galdakao, Amorebieta, Elgoibar, Rentería, Beasain, Andoain, Llodio). El País Vasco presenta cinco áreas de concentración industrial y urbana, todas ellas en torno a las capitales administrativas regionales. Si no consideramos los núcleos industriales que forman parte de las Areas Metropolitanas de las capitales, Alava posee un único centro de concentración de este tipo, Navarra dos, Bizkaia cinco y Gipuzkoa diez.

La primacía de las ciudades. Como sistema de comparar la concentración relativa y la jerarquía entre las cinco regiones hemos elaborado un índice de primacía de la ciudad principal en cada caso. Fijándonos primero en el conjunto del País Vasco, se observa cómo el índice de primacía se ha mantenido en alza hasta 1960 en que aparece una tendencia clara de descenso de la primacía de Bilbao. En la década bélica, la primacía de la capital de Bizkaia desciende casi tres puntos, reflejo de que ésta se vio afectada por dicho conflicto, en mayor medida que el resto de las capitales del País Vasco. En cuanto a los niveles provinciales, Bilbao y Donostia-San Sebastián han llevado una evolución similar: Bilbao crece hasta 1960 no muy deprisa y cae desde entonces; Donostia-San Sebastián crece fuertemente hasta 1940, alcanzando casi el nivel de primacía de Bilbao, para a partir de aquí descender rápidamente hasta la actualidad. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, el mayor índice de primacía corresponde a Vitoria-Gasteiz, aunque desde 1920 ha crecido poco, manteniéndose prácticamente estable. En el caso de Pamplona, el crecimiento del índice fue espectacular entre 1920 y 1950. Posteriormente, muestra un trazado irregular y probablemente una tendencia de descenso; no obstante, su índice es bastante superior a los de Bilbao y Donostia-San Sebastián. La evolución del índice de Baiona es irregular; la tendencia general es de descenso, ya que tanto Anglet como Biarritz crecen más rápidamente que ella.

Los ensanches. A finales del siglo XIX, y a lo largo del XX, se suceden los ensanches en las principales ciudades vascas, que constituyen un modelo de crecimiento urbano dirigido y ordenado. Estos primeros ensanches han formado en las cinco capitales los actuales distritos centrales de negocios ("CBD"). En cierto modo, el tamaño de los sucesivos ensanches está en función del tamaño urbano y de la expansión prevista en ese momento para la ciudad. De la misma manera, y desde el punto de vista funcional, las necesidades y los valores del suelo vendrán determinados en cada caso por el crecimiento de la banca, principalmente, y de las funciones terciarias. En este sentido la especialización funcional del ensanche, como centro de servicios financieros y comerciales, se produce de manera rápida sólo en Bilbao. En los restantes, la delimitación del área de servicios viene determinada por la construcción de edificios de carácter público. A pesar de ciertas diferencias, todos los ensanches generalizan el plano en cuadrícula, cuyo perímetro se adapta en cada caso a la forma física del territorio.

El crecimiento suburbano. Paralelamente al desarrollo de las capitales se produce en Bilbao y, en mucha menor medida, en Donostia-San Sebastián, un espectacular crecimiento surburbano, como consecuencia de la rapidez y del tipo de industrialización. La ciudad crece entonces en la periferia y es aquí donde el urbanismo presenta la cara opuesta del ensanche de la ciudad central. La segregación social espacial tiene un claro ejemplo en el Area Metropolitana de Bilbao: la especialización residencial y de esparcimiento para clases medias-altas en la margen derecha supone, frente a las aglomeraciones urbanas, especialmente degradadas de la margen opuesta, uno de los mayores contrastes urbanos del País e incluso del Estado Español. En las Areas Metropolitanas de Bilbao, Donostia-San Sebastián y Baiona el crecimiento de los núcleos suburbanos es superior al de las ciudades centrales. Este fenómeno no va más allá del volumen de población ya que, a falta de núcleos descentralizados, la ciudad central aglutina los servicios urbanos y las funciones terciarias, provocando un alza constante del valor del suelo. Lo que a su vez motiva la expulsión de esta área de actividades secundarias, residenciales y comerciales inferiores.

Las áreas funcionales. El modelo territorial que incorpora un sistema de ciudades, y por ende una jerarquía en el sistema urbano, puede decirse, en líneas generales, que está relativamente bien estructurado en torno al Sistema Polinuclear Vasco de capitales formado por las áreas urbanas de Bilbao, Donostia-San Sebastián, Vitoria-Gasteiz y Pamplona. En el caso de Gipuzkoa, y en clara relación al carácter equilibrado del modelo territorial guipuzcoano constituido por numerosos núcleos urbanos de tamaño medio (Arrasate-Mondragón, Azpeitia, Beasain-Ordizia, Bergara, Eibar, Hernani, Irún, Tolosa, Zarautz, Zumárraga-Urretxu), el área urbana de Donostia-San Sebastián ejerce una atracción compartida y minimizada en las últimas décadas. En este área funcional, que está integrada por los municipios de la comarca de Donostia-San Sebastián y Bajo Bidasoa, además del municipio de Andoain, existen ciudades de todos los niveles de la jerarquía urbana. El elevado nivel de funcionalidad de casi todas ellas reduce las relaciones de dependencia urbana al tiempo que se incrementan las que se efectúan por motivos de especialización funcional. Es un área que está en fase de metropolitanización y en el que el continuo urbano se extiende entre los núcleos de Donostia-San Sebastián, Rentería, Pasaia y Lezo. Otras áreas funcionales definidas en el conjunto de este Territorio Histórico son las de Beasain-Zumárraga, Eibar, Mondragón-Bergara, Tolosa y Zarautz-Azpeitia. El Area Metropolitana de Bilbao gira en torno a la Ría del Nervión. En este área se ha concentrado la aglomeración urbana más importante del Norte de España, lo que ha propiciado la creación de desequilibrios territoriales respecto a otras áreas de Bizkaia ya que algunas ciudades de tamaño intermedio como Bermeo, Durango o Gernika tienen un carácter secundario. Siguiendo con el criterio de las Directrices de Ordenación Territorial de la Comunidad Autónoma Vasca --D. O. T.--, en el área funcional del Bilbao Metropolitano se incluye, además del área urbana de Bilbao, el área de Uribe-Costa (que gravita fundamentalmente hacia Getxo) y el de Ugao-Miraballes, por sus relaciones de dependencia funcional con Basauri y Arrigorriaga. El municipio de Bilbao es el espacio urbano de mayor protagonismo en el área. Asimismo, se observa que las tres áreas funcionales colindantes como son la de Balmaseda-Zalla, Mungia e Igorre están fuertemente influidas por la metrópoli en sus relaciones urbanas. El proceso de metropolitanización que están sufriendo los municipios cercanos al área urbana de Bilbao provoca la existencia de áreas tensas en los límites de las áreas funcionales que coinciden con los municipios de Okondo, Arrankudiaga, Arakaldo y Orozko, influencia cruzada de Bilbao y Llodio; Amorebieta-Etxano, hacia ésta y Durango, y Bedia y Lemoa. Además del área funcional del Bilbao metropolitano se distinguen las de Balmaseda-Zalla, Durango, Gernika-Markina, Igorre y Mungia. En Alava destaca el área funcional de Vitoria-Gasteiz que agrupa a los municipios que conforman tradicionalmente la comarca de la Llanada Alavesa, Montaña Alavesa, Valles Alaveses y Estribaciones del Gorbea, incluyéndoseademás la localidad de Otxandio. Como se aprecia, la característica más reseñable de este área es la de incluir a la mayor parte del Territorio Histórico, caso particular de macrocefalia en torno a la capital. La no existencia de núcleos de tamaño intermedio supone la aparición de áreas débiles en torno a Valdegovia, Salinas de Añana, Peñacerrada, Lagrán, Bernedo, Arraia-Maeztu, Campezo, Valle de Arana, San Millán, Zalduondo y Asparrena pues desde Vitoria-Gasteiz no se ofrecen servicios de rango comarcal para todo el territorio de él dependiente. Otras áreas funcionales son la de Laguardia y la de Llodio. En Navarra podemos distinguir el área funcional de Pamplona que alcanza una zona de influencia muy extensa que va desde los municipios que conforman su área metropolitana hasta los de los valles pirenaicos. Abarca, en definitiva, todo el sector septentrional de Navarra, salvo el área noroccidental --definida como área funcional de Valles Cantábricos y gravita en torno a los municipios guipuzcoanos de Irún, Donostia-San Sebastián y Tolosa-- y desciende hacia la zona meridional. Otras áreas funcionales importantes son la de Sangüesa; la de Tudela, con algunas zonas de borde que mantienen relaciones con Zaragoza y la capital; la de la Barranca, que mantiene estrechas relaciones con la capital, igual que las áreas de Estella y Tafalla. El área funcional de la Ribera Occidental se caracteriza por sus intensas dependencias con Logroño capital. En Vasconia Continental destaca especialmente el área funcional de Baiona y aunque su influencia llega en general a todo el País Vasco francés, es especialmente significativo en todo el Laburdi y Seignaux. La zona de Bearn y Zuberoa gravita principalmente hacia Pau. Otras áreas son la de San Juan de Luz, Bidache, Hasparren, St. Palais, Mauleón, Tardets y San Juan Pie de Puerto.