Udalak

UNZUE

Francesada. La partida de guerrilleros de Francisco Espoz y Mina vino a Unzué en junio del año 1810, procedente del Carrascal. Tras permanecer dos días los guerrilleros se dirigieron a Tiebas. El 31 de julio de 1810 Espoz y Mina, al mando de 2.000 hombres, se enfrentó en Unzué con una columna francesa de unos 2.500 hombres. La lucha fue reñidísima y duró todo el día. Al llegar la noche los franceses cometieron numerosos desmanes y tropelías por los pueblos por donde pasaron. En septiembre de 1812, el segundo batallón de la división de Espoz y Mina, mandado por el comandante Barrena, se opuso en Unzué a la columna del general Abbé, compuesta de cuatro mil infantes, trescientos caballos, 130 artilleros y 108 brigadas. Los guerrilleros estaban en Unzué con el fin de dificultar la extracción de grano que pretendían efectuar los franceses. El batallón sufrió 26 bajas, mientras que los franceses tuvieron 88, quedando herido el general francés Cassan. En junio dos batallones y la caballería de la partida se situó en Unzué con ánimo de atacar a una columna francesa de cuatrocientos soldados y tres cañones, que se situó en Mendivil. Los guerrilleros atacaron a los franceses, haciéndoles batirse en retirada hacia Pueyo. Pero en las cercanías de Pueyo Espoz se vio rodeado por otras dos columnas francesas, pudiendo a duras penas escapar, con bastantes bajas. En enero de 1811, la infantería de la partida al mando de Gregorio Cruchaga, pasó por Unzué, procedente de Sangüesa y con dirección al valle de Guesalaz, donde se habían de unir con el mismo Espoz y Mina y la caballería de la partida. A principios de septiembre, la partida vino a Unzué, procedente de Zudaire y huyendo de fuertes contingentes de tropas francesas que les perseguían. Los guerrilleros esperaban descansar tranquilos en Unzué, pero al segundo día de estancia estuvieron a punto de ser cercados por nueve mil enemigos. Rápidamente Espoz y Mina organizó la huida hacia Monreal, con la vanguardia francesa pisándoles los talones, en medio de un infernal aguacero, optando los guerrilleros al llegar la noche por refugiarse en la sierra de Alaiz.