LOS CAPUCHINOS VASCOS EN EL MUNDO. Los capuchinos ultrapirenaicos fueron los primeros en fundar misiones en tierras coloniales. La provincia de Navarra-Cantabria, por haberse formado la última de todas las peninsulares, no poseía misiones propias; en los primeros momentos se ofreció voluntariamente el capuchino José de Tremblay (Su Eminencia Gris), Secretario del Cardenal Richelieu, para trabajar con los Capuchinos franceses en las Misiones de Oriente, por el acuerdo existente entre el Sultán y el Cardenal, quien de esa manera mantenía la influencia francesa en aquellas tierras. La petición fue desestimada ya que en el contrato se exigía que los misioneros fueran franceses; era una condición puesta por los turcos. A pesar de todo, los PP. Miguel y Ángel de Pamplona, misioneros en Mesopotamia, gozaron de la protección del embajador francés en Constantinopla. No en vano habían residido en Ustaritz. Durante los s. XVII y XVIII la penetración europea en Asia, África y Sudamérica es importante, y, con ella, la de los capuchinos; sin embargo, es en el s. XIX, a raíz de las corrientes laicas radicales en el continente europeo, cuando éstos se establecen firmemente en lo que va a ser tercer Mundo, ya que muchas veces no vuelven al país que les expulsó.