Nave de San Sebastián del siglo XIII. Se trataba de una embarcación polivalente: mercante, pesquera y de guerra. Nave velera pura, o sea, sin propulsión a remos, con el casco forrado por el sistema de tingladillo, de perfil simétrico que cuenta con quilla y dos rodas. En popa llevaba una plataforma postiza, no integrada en el casco, cuya misión era proteger al timonel y disponer a bordo de un espacio elevado para atalaya y defensa. Su único mástil, para vela cuadra, contaba con una tabla de jarcia a cada banda, con flechastes cruzando los obenques; es el primer caso conocido en la iconografía europea y hoy día, siete siglos después, los flechastes siguen empleándose en los mástiles de los veleros. A proa contaba con un bauprés -más bien botalón- para el servicio de la jarcia de bolina. Cuenta con ancla y timón de espadilla en la aleta de estribor. No se conoce el nombre específico de este tipo de embarcación, que es similar a la que aparece en el sello de Santander y en los sellos de algunos puertos británicos, como Hastings, Sandwich, Winchester, etc. Todos ellos también del s. XIII. En los documentos contemporáneos se le denomina nao, nef, coca, baxel...