Lexikoa

MATRIARCADO

El matriarcalismo. La otra corriente tiene a Ortiz-Osés como a su principal exponente acompañado a su vez por E. Borneman y F. Mayr (1980). La versión del matriarcado de Ortiz-Osés se traduce principalmente en la presencia de varias subestructuras: 1. La psicosomática que gira en torno a la figura de Mari y encuentra su encarnación concreta en la etxekoandre; 2. La social, reflejada en la transmisión de la herencia y en la identificación del parentesco por línea femenina; 3. La simbólico-lingüística por la que la realidad es apalabrada como flujo o energía femenina, y 4: La anímica en la que resalta la ligazón del varón con la madre, la dependencia oral y el sentido religioso totalizante (Ortiz-Osés/F. K. Mayr 1981: 10-11). El núcleo principal de su exposición es la consideración del numen de Mari como la Gran Madre Mari y su conexión con la teoría Jungiana de los arquetipos. Es así como Mari sería la versión vasca de la Gran Madre de Jung que actúa en el inconsciente colectivo de los vascos. Hay una transposición en la obra de Ortiz-Osés de la mitología a la experiencia. Así dice: "la preponderancia del arquetipo matriarcal vasca en su mitología no es sino proyección simbólica de la fijación del vasco a la Madre, hecho reconocido por diversos psiquiatras y que explicaría, según creemos, tanto los aspectos positivos (comunalismo, naturalismo (sic)) como los negativos (irracionalismo, conflicto con autoridad, miedo a la mujer-bruja y homosexualidad latente)" (Ibid.: 70). Con esta orientación enlaza Rafael Redondo ( 1983) al hacer hincapié en su estudio de la población de Maruri (Bizkaia) en la identificación de ambos sexos con el elemento materno, vivenciado como sujeto de identificación. Consecuencias de ello son las neurosis psicosexuales que al varón le llevan a tener conflictos de identificación sexual y a la mujer al temor del contacto sexual con el varón. Joanne Crawford en su tesis ( 1983) al hablar también de la fuerza del vínculo madre-hijo y de la incidencia negativa que tiene en la psicología de la mujer, reconoce que existen correspondencias entre su obra y la de Redondo (Del Valle et. al. 1985: 8-39).