Juventud. Su juventud se inicia, pues, casada por indicación real con un noble de carácter tornadizo y poco dado a la reflexión, exactamente su extremo opuesto. Con 21 años visita, junto a su esposo, el Béarn y sus posesiones vascas, siendo recibida con alborozo por sus futuros súbditos. Poco después moría su madre, Margarita, que le había hecho educar por el poeta y pedagogo Nicolás Bourbon inculcándole su alejamiento del catolicismo dogmático. Da a luz en 1551 a un niño, al que llama Enrique, que muere a los dos años. Embarazada por segunda vez, su padre le insta a que de a luz esta vez en Pau, naciendo en esta ciudad el futuro rey de Navarra y Francia, Enrique.