Kontzeptua

Jauregia (1993ko bertsioa)

Palacios vascos urbanos. Con la decisiva orden de la Hermandad, apoyada por Enrique IV, empieza la verdadera arquitectura palaciana vasca. Hasta esta fecha, edificaban en un tipo muy castellano: fachadas góticas de sillería, puertas apuntadas o de medio punto, con alfiz en muchos ejemplares, huecos ajimezados y cresterías. La planta de distribución era también exótica, con un patio central. Los nobles vascos preferían copiar las casas que admiraban en sus andanzas por el Sur, que construir adaptándose a las condiciones climatológicas de los pueblos que habitaban. Las torres fueron más independientes a estas modas, y llegaron a adquirir un aspecto peculiar, acorde con el objeto de su edificación. A los palacios les costó medio siglo de tanteos para, apartándose del tipo medioeval castellano, conseguir el ejemplar típico conveniente al clima y necesidades del país.