Toponimoak

Estados Unidos de América. Utah

Aunque no era uno de los lugares más solicitados de Estados Unidos, varios vascos acudieron a Salt Lake City en busca de trabajo y de fortuna. Gracias al Hogar Hotel de John y Claudia Landa, en Salt Lake City se formó una especie de comunidad vasca que no tuvo su club vasco hasta 1973. Principalmente, los vascos que acudieron a la zona comenzaron a trabajar como pastores de ovejas, aunque hoy en día existe bastante diversidad de oficios de los vascos de la zona. Muchos de los vascos de Salt Lake City siempre han tratado de mantener la cultura y tradición vasca. Por otro lado podemos decir que también hay vascos en la zona, aunque muy pocos, que aunque se sienten muy identificados con la cultura vasca están bastante alejados de lo que puedan ser los movimientos vascos. Estos no vinieron a América con la idea de volver a Vasconia, sino con la idea de encontrar un buen trabajo y quedarse en los Estados Unidos. Para algunos vascos es importante manifestar su identidad étnica colectivamente y disfrutan de actividades sociales, pero otros prefieren guardar su vasquidad y no se acercan a las actividades del club vasco.

La vida de muchos vascos de Salt Lake City transcurrió alrededor del hotel vasco Hogar de los Landa, que durante cincuenta años se convirtió en su núcleo. Se construyó en 1927. A finales de 1960 y la década de 1970, la familia Landa alquiló el Hogar a otros vascos, Milagros y Gracien Etchepar y Pete y Kate Urquidi. Tras la muerte en 1972 de John Landa, el Hogar fue vendido, poniendo el fin a toda una era. John y su esposa Claudia se hicieron cargo de la pensión en 1927 tras regentar otra en Pocatello, en el estado de Idaho. El edificio fue construido en 1877 y hoy esta inscrito como edificio histórico.

El Hogar Hotel, al igual que muchas otras pensiones vascas, sólo aceptaba vascos como clientes, aunque servían comidas a gente que no era vasca pero en una sala diferenciada. Para saber si eran vascos o no se les preguntaba el apellido antes de asegurarles que tenían una cama en la pensión, pero como la mayoría hablaba euskera era fácil saber. Eventos como las Navidades, Año Nuevo, bodas y funerales se celebraban allí. Durante esta época muchos de los vascos de Salt Lake consideraban que no necesitaban un club vasco porque ya tenían un centro donde reunirse. Muchos de los residentes en la pensión eran jóvenes vascos que acudían a la ciudad sin trabajo. Una vez aquí se les ayudaba a aprender el inglés, integrarse y encontrar trabajo. Otros acudían a Salt Lake City a recibir ayuda medica y dental en el hospital de la localidad. También se conocía la Fonda Española de propietarios vascos y que en la década de 1970 fue derruida.

Hasta la década de 1940 existieron uno o dos hoteles vascos más en la misma zona, donde residían unas cuantas familias vascas que posteriormente se trasladaron a las ciudades del valle de Salt Lake. Jean Leon Iribarren, prominente miembro de la comunidad vasca de San Francisco entre 1970 y 1990, residió en el Hogar durante la década de 1950, cuando se dedicó al pastoreo en Utah, al igual que otra familia muy relacionada con el actual club vasco, los Gaztambide, Jean y Mary. Otro establecimiento vasco situado en la misma zona fue el Downtowner Lounge, propiedad de la familia Barrutia. El antiguo propietario, Tony Barrutia, recuerda cómo sus padres Pascual y María Barrutia dejaron Bingham durante la Gran Depresión y compraron el Realty Hotel en Salt Lake City. Actualmente, el único restaurante que sirve comida vasca es La Caille at Quail Run.