Médico, historiador, oftalmólogo y dinamizador cultural y científico. Nacido en San Sebastián, el 14 de febrero de 1926. Fallecido el 7 de marzo de 2018.
Además de su labor médica como oftalmólogo y profesor de oftalmología, historia de la medicina y bioética, ha impulsado el conocimiento de las novedades médicas por medio de la "Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián" y ha tenido una intensa actividad cultural por medio de la Asociación Artística de Gipuzkoa.
Licenciado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid (1951), entre 1951 y 1955 realizó la especialización en oftalmología en el Hospital San Carlos de Madrid, siendo uno de sus maestros el Dr. Castroviejo. Posteriormente, se trasladó a Estados Unidos entre los años 1956 y 1958, siendo residente en el St. Clare's Hospital de Nueva York. El año 58 regresó a su ciudad, San Sebastián, donde actualmente reside. Completó su formación con la elaboración de la tesis doctoral sobre "Historia de la Oftalmología Española Contemporánea" (Salamanca, 1964), dirigida por el profesor Luis Sánchez Granjel y defendida ante un tribunal presidido por el profesor Laín Entralgo. Ha colaborado en varios capítulos de la Historia Universal de la Medicina, dirigida por P. Laín Entralgo (1974) y es coautor de la Historia de la Oftalmología Española (1993). Contrajo matrimonio con María Pilar Salvador y ha tenido dos hijas, Laura y Nelly.
En San Sebastián ha ostentado los puestos de jefe del servicio de Oftalmología del Hospital de la Cruz Roja, entre los años 1970 y 1975, jefe del servicio de oftalmología de la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu (Hospital Donostia) entre los años 1975 y 1985 y jefe de los servicios oftalmológicos de la Policlínica Gipuzkoa desde su creación, ya que ha sido uno de los fundadores de esta institución, que pretendió acercar a los guipuzcoanos las últimas tecnologías y avances médicos. Todavía, a sus 85 años, continúa visitando pacientes que acuden a él por su prestigio, conocimientos y, en muchos casos, por una relación personal.
Entre los años 1959 y 1961 fue presidente de la Asociación Artística de Gipuzkoa. Pretendió trasladar a San Sebastián la experiencia que había conocido en sus años de formación en el Ateneo de Madrid, en el que se daban conferencias seguidas de un debate público, que en aquellos años era una novedad, tanto en Euskadi como en España. Entre los participantes en esas conferencias-coloquio se encuentran los máximos representantes de la cultura guipuzcoana en aquellos años, como José Ramón Recalde, Federico Zabala, Rafael Munoa, Antonio Valverde "Ayalde", José María Moreno Galván, Antton Eceiza, Ramón Zulaica, Luis Sánchez Granjel, Santiago Aizarna, Javier Bello Portu, Manuel Agud, José María González Castrillo "Chumi", Luis Martín-Santos y un largo etcétera, en el que se encuentra el propio Dr. Munoa. Hubo intelectuales foráneos que también quisieron colaborar en este proyecto, como los catalanes Carlos Barral y José María Castellet. Entre los temas abordados, se encontraba el arte, el cine, la literatura, había sesiones de lectura de poemas y de teatro leído, siendo un revulsivo cultural muy importante para la ciudad, no pudiendo evitar repercusiones políticas de dichas actividades, dado los años de oscurantismo y falta de libertades.
Tuvo, incluso, una participación directa en la vida política de la ciudad, al ser uno de los candidatos, por el tercio de familia, a las elecciones que se celebraron el 27 de noviembre de 1960. La candidatura formada por Echevarren, Munoa, Pidal y Santa Cruz supuso un primer intento de movilizar las fuerzas políticas a nivel municipal. Ésta fue la primera vez que se presentó un programa estructurado como oferta electoral. Ello exigió que desde el régimen se presentara un programa alternativo para contrarrestar la citada oferta a la ciudadanía. El primer borrador de dicho programa fue elaborado por Luis Martín-Santos y en él hubo denuncias de situaciones injustas, dentro de la moderación con que había que tener en aquella época. Se hablaba, por ejemplo, del "chabolismo intramural", para describir las familias hacinadas en realquilados, que en aquella época conllevaba la inmigración, tan lamentable, se decía, como el chabolismo al aire libre. Celebrada la elección resultó elegidoel Dr. Echavarren, no por la novedad del programa presentado sino por su popularidad entre los ciudadanos donostiarras, por ser médico del equipo de fútbol Real Sociedad.
El Dr. Munoa ha sido presidente e impulsor de las Jornadas de Cine Médico de San Sebastián. Dichas jornadas, divulgativas de la producción científica médica, tuvieron su primera edición en el año 1968 y la última en 1992. En las veintidós ediciones de dichas Jornadas, además de acercar las novedades científicas a los profesionales de la medicina, se proyectaban largometrajes relacionados con temas inéditos en nuestro país, causando un gran interés también en cinéfilos no-sanitarios. La censura no descansaba y la proyección de The Body fue interrumpida por la policía. En 1976, cuando se proyectó en el cine Trueba un ciclo sobre sexología, que en Alemania se utilizaba para educación sexual a los adolescentes, las colas para comprar entradas daban la vuelta completa al edidicio.
Además, en dichas jornadas se pronunciaban conferencias sobre aspectos médicos de actualidad. Entre los participantes se encontraban personas de reconocido prestigio internacional, siendo el momento culminante la presencia en San Sebastián en 1969 del realizador del primer transplante de corazón en el mundo, el médico de Ciudad del Cabo Profesor Christian Barnard. En 1974 acudió la doctora Aslan de Rumanía, que atrajo a las jormadas a una nube de admiradores por sus productos para combatir el envejecimiento. En dichas Jornadas se han proyectado más de mil películas, más de trecientos vídeos, cerca de cien largometrajes, habiendo participado más de 30 países. Posteriormente, la aparición del vídeo y sus posibilidades de difusión en centros médicos y facultades de medicina y diversos cambios en la política cultural aconsejaron al comité organizador de dichas jornadas dar por concluido dicho evento.
En 1976, José Luis Munoa fue uno de los que resucitó el Rotary Club de Donostia. Dicho club había estado presente en la ciudad en los años 20, pero desapareció en la dictadura del general Franco. El rotarismo había nacido en Estados Unidos de la mano de profesionales que querían recuperar la dignidad en sus oficios y en sus vidas, con la máxima de "el fin no justifica los medios". La finalidad última era mejorar la sociedad. Rotario y republicano azañista, el Dr. Munoa ha realizado múltiples conferencias y publicaciones sobre este tema, entre las que cabe destacar "El Rotary club y la Segunda República", publicada en el Centro de Investigaciones de Estudios de la Segunda República, "Medicina, humanismo y política. El doctor José Rizal", publicado ene l Boletín de la Bascongada (1988) y "70 años del Pacto de San Sebastian", publicado en los Cuadernos republicanos (2001).
En los años 70, cuando se puso en marcha la Unidad Docente de Medicina de la Universidad del País Vasco en San Sebastián, se hizo cargo de las asignaturas de Oftalmología e Historia de la Medicina, inicialmente como profesor agregado de Oftalmología desde 1977 y, a partir de 1985 y hasta su jubilación, en 1991, profesor titular de Oftalmología. Igualmente, fue profesor asociado de Historia de la Medicina entre los años 1980 y 1989. Desde 1991, profesor de Ética y Deontología Médica en el Instituto de Criminología de la UPV/EHU-San Sebastián, habiendo publicado sobre ese tema los artículos titulados "Nuevas cuestiones de ética médica", "¿Qué puede hacer la sociedad ante sus moribundos?" y "Síntesis de la historia de la praxis médica con el anciano", publicado en Osasunaz-Cuadernos de Sección de Ciencias de la Salud (2004). A partir de 1996 es Profesor Emérito de la UPV/EHU. Bajo su dirección se han realizado varias tesis doctorales, tanto de tema histórico como las biografías de los doctores Martín-Santos (realizada por Pedro Gorrotxategi) y Asuero (realizada por José Carlos Vea) y otras sobre aspectos oftalmológicos, como las fracturas orbitarias (realizada por Enrique Úrculo).
Es miembro de la Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas, de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País, colaborador de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, miembro de la Sociedad Vasca de Historia de la Medicina y de la Sociedad Española de Historia de la Medicina. Igualmente, es miembro de numerosas sociedades de oftalmología, entre las que cabe citar la Sociedad Española de Oftalmología, Societé Française d'Ophtalmologie, International College of Surgeons, American Academy of Ophtalmology y Royal College inglés.
Es autor de más de 50 publicaciones especializadas (libros, capítulos de libros y artículos), además de numerosas ponencias en congresos de su especialidad, entre las que cabe destacar, además de los citados en el texto, los libros Traumatología de la región orbitaria (1984) y Estrés y Visión (1997) y el conjunto de artículos sobre "George Berkeley", publicados en los Archivos de la Sociedad Española de Oftalmología (2007).
Han sido muchos los premios y condecoraciones que ha recibido. En el campo de la oftalmología, ha recibido los premios nacionales Dr. Arruga y el "Premio Castroviejo", este último en 1988, a propuesta de la Cátedra de Oftalmología de Valencia. En 1992 la ciudad de San Sebastián le otorgó una de sus medallas al mérito ciudadano, como reconocimeinto a la labor científica y de difusión cultural realizada en la ciudad. Finalmente, en 2003 recibió la Cruz Sencilla de la Orden Civil de Sanidad, a propuesta del Gobierno Vasco en reconocimiento a toda su labor profesional, orientada a mejorar la calidad de vida de las personas.