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Las Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián tuvieron su punto inicial  el 13 de junio de 1968 y  finalizaron  el 29 de mayo de 1992, pero la idea de su realización había surgido un año antes.  En 1967 un grupo de médicos fueron convocados por el Jefe Provincial de Sanidad de Guipúzcoa, el Dr. Contreras y la idea inicial era proyectar una serie de películas, una exhibición de películas médicas, en relación con el Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Aquél año fue imposible llevarlo a cabo dada la premura de tiempo. Con la finalidad de dejar más abierta las posibilidades de actuación se decidió un nombre más ambiguo “Jornadas”, que permitía mucha más amplitud de maniobra.

Desde sus comienzos el grupo impulsor de las mismas estuvo compuesto por: José Luis Munoa, Ignacio María Barriola, Francisco Balagué, Jesús Benito, Manuel Cárdenas, Teodoro Gastaminza,  Manuel Angoso, José Ramón Ribera y Teodoro Gastaminza, con la colaboración de Carlos Blasco de Imaz , actuando como secretario Javier María Sada y como relaciones públicas Dino Restivo.

Pero, igual importancia tienen todas las personalidades que acudieron a nuestra ciudad para formar parte del Jurado Internacional, ya que, sin su presencia las Jornadas no hubieran tenido lugar, como los profesores: Alfred J. Gunning, cirujano torácico consultor de la Universidad de Oxford, Dr.  Hipólito Durán Sacristán, catedrático de patología quirúrgica de la Facultad de Valladolid,  Dr. Gómez Durán, jefe del servicio de cirugía cardíaca de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra,  Dr. Luis Ponce de León, periodista y crítico, exdirector de la Escuela Nacional de cinematografía y de la revista "La Estafeta literaria”, Dr. Francisco Balagué (Barcelona), que participaron en varias de las ediciones y a los que se sumaban año a año los invitados especiales como Crhistian Barnard, o los representantes de las Jornadas de Varna, como los profesores György Kárpaty, Marc Gazay de suiza, representante de la Cruz Roja Internacional o el Profesor Bruno Pieroni de Italia, representante del festival de Castroccaro.

Las primeras jornadas se celebraron los días 13, 14, y 15 de junio de 1968, en San Sebastián, dentro de las actividades culturales del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, patrocinadas por la Dirección General de Sanidad, el Ministerio de Información y Turismo, el Colegio Oficial de Médicos de Guipúzcoa, la Diputación Provincial, el Ayuntamiento, las dos Cajas de Ahorro y el Centro de Atracción y Turismo. Medios de comunicación de tirada nacional como el ABC, se hicieron eco de esta manifestación científica u cultural.

Los actos más destacables de estas jornadas fueron el estreno mundial de la película en color “El ojo de Horus, Momentos de la historia de la medicina” y el estreno en España de la película “Helga” realizada por el ministerio de Sanidad de la República Federal Alemana, siendo una extraordinaria lección de educación sexual. Esa película había sido proyectada en Alemania, con más de tres millones de espectadores.

La proyección de “Helga” fue muy criticada lo que obligó al propio Jefe Provincial de Sanidad, Dr. Contreras posicionarse en la defensa de los valores de la película, diciendo:

“Una muestra auténtica de lo que debe ser la educación sanitaria. Es un acierto haber transformado una producción, que podría haber quedado reducida a círculos culturales solamente, en película comercial. La educación sanitaria no se limita solamente a dar unas lecciones de higiene, sino que también a hacer HELGA, por ejemplo. ¡Cuánto  bien podría hacerse por medio del cine comercial y cuanto mal se hace con el cine diario que la juventud imita!

El cinematógrafo de masas tenía que limpiar alguna vez sus pantallas, tan sucias, con un tema tan lleno de valores. Aunque se haya vestido con los recursos más atrayentes en boga, con el anuncio de erotismo, eso que se nos ofrece todos los días en nuestras pantallas, no se encuentra en HELGA”[1]  Y esta crónica fue escrita en La Voz de España, perteneciente a la prensa del “Movimiento”.

En las segundas, se consiguió un golpe de efecto que iba a dar un realce especial a las mismas, fue la presencia del  cirujano que realizó el primer trasplante de corazón a un ser humano. El doctor Chistian Barnard.

Desde el gabinete de prensa se le cursó una invitación, sin muchas esperanzas, y la respuesta afirmativa fue una gran sorpresa. La Participación de Dino Restivo en este logro fue fundamental. Éste propuso al el doctor José Luis Munoa, invitar a Christian Barnard. A pesar de las reticencias creyendo que no acudiría, se siguió adelante con la gestión ya que no había nada que perder.

El oftalmólogo Munoa escribió la primera carta en calidad de presidente del certamen de cine médico para invitar al cirujano. El presidente de la Diputación, en aquella época Juan María Araluce, preparó otra carta, al igual que el alcalde Elósegui. Pasó el tiempo sin ningún tipo de respuesta y el tema se dio por olvidado hasta que tres meses después se recibió una carta desde Suráfrica en la que se preguntaba en qué consistía en Certamen de Cine Médico de San Sebastián. Se contestó a esta carta dando cuenta de los pormenores del certamen. Pasaron otros tres meses más y contestó con un telegrama el propio Christian Barnard diciendo que accedía a la invitación y que vendría a San Sebastián, y así lo hizo.

El Dr. Barnard  acudió a San Sebastián  acompañado del Dr. Martínez Bordiú, Marqués de Villaverde, y fue un gran acontecimiento para la ciudad. Ruedas de prensa, fotos, recepciones, etc… También en el ABC de Madrid, al igual que en la primera Jornada,  apareció una reseña y la prensa local relató hora por hora y con abundante material iconográfico la presencia del doctor Barnard en San Sebastián.

La segunda figura de renombre internacional que acudió a las Jornadas fue el Dr. Castroviejo. Aprovechando su presencia en las jornadas, el doctor Castroviejo fue nombrado presidente de honor de la Academia Médico Quirúrgica de Guipúzcoa, pero no recibió solamente un premio honorífico, sino que también recibió el primer premio de las Jornadas por su película “Queratoplastia, últimas técnicas y resultados”, siendo el Dr. Barnard el que realizó la entrega del premio al eminente oftalmólogo.              

Entre los años 1972 y 1973 las jornadas no pudieron realizarse por probñemas económicos para a partir de 1974, contaban de forma continuada con las ayudas económicas del Ministerio de Información y Turismo, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de San Sebastián, el Colegio de Médicos y las Cajas de Ahorro.

El punto más importante de las jornadas de 1974 fue la presencia de la doctora Rumana Anna Aslan, que había adquirido notoriedad con su producto rejuvenecedor “Gerovital” que había atraído a muchos famosos a su clínica, al  “Instituto Científico para la Vejez” que regentaba en Rumanía. El artífice de esa visita fue también Dino Restivo que se entrevistó con ella en Rumanía. Entre las personas que confesó haber tratado, y solo se refería, por secreto profesional a los ya fallecidos, se encontraban el Premio Nobel Miguel Angel Asturias, quién en una carta le dijo que le había prolongado su capacidad de crear y el también premio Nobel y poeta, Pablo Neruda.

En  la edición de 1976, es de  destacar el ciclo de películas sobre sexualidad del sexólogo alemán  Oswalt Kolle  acudió a nuestra ciudad para presentar sus películas.

La ciudad se volcó con este sexólogo y cineasta, así la prensa informaba: “Está previsto que Kolle firme ejemplares de sus obras traducidas al castellano “Tu esposa esa desconocida”, “Tu marido ese desconocido” y “Tu hijo ese desconocido” en la librería internacional. El hecho de que la película  “Tu hijo ese desconocido” fuera rodada, en parte,  en un campo nudista, supuso un escándalo en la ciudad. “Estos avanzados sistemas que propugna el científico alemán en el campo de la educación sexual, resultan sorprendentes para nuestra mentalidad, todavía sujeta al tabú del sexo y a un numeroso bagaje de condicionantes”, decía la prensa local.

Javier Sada realiza un comentario con respecto a este ciclo, dice:  “¡y llegó el sexo! En 1976, cuando se proyectó en el Trueba un ciclo sobre sexología a cargo de Oswalt Kolle, con películas que en Alemania se ofrecían en colegios como clases de educación sexual, las colas para comprar entradas daban la vuelta completa al edificio[2].

OTROS ACTOS DESTACABLES DE LAS JORNADAS.

Las Jornadas supusieron una fuente de información y de novedades muy importante para los médicos y estudiantes donostiarras. Nombrar todas sería imposible por lo que citaremos solamente unos cuantos ejemplos.

1- La Tomografía Axial Computarizada

La Tomografía Axial Computarizada (TAC) que hoy es un medio diagnóstico habitual en los años 70 era casi desconocida. En las Jornadasde 1976 los doctores Mosley (Jefe del servicio de Radiología) y Clavería (Jefe de investigación) del hospital Queen Square de Londres (que aparecen en la foto) explicaron las aplicaciones de esta técnica, de la que sólo había 3000 aparatos en el mundo y 3 en España.

El Dr. Clavería descendiente de españoles que habla muy bien nuestro idioma, aunque es nacido en Suecia, dijo:

• Se trata de una técnica, revolucionaria, de investigación diagnóstica por Rayos X y que por primera vez permite ver los tejidos que con otras técnicas era imposible.
• Vamos a intentar demostrar cómo ha cambiado la práctica rutinaria y predecir que en el futuro de la Medicina practicada de forma racional no va a ser posible sin esta técnica[3].

2- La seguridad Social a debate

Las jornadas también se acercaron a los problemas sociales y fueron un foro de debate de temas que interesaban a la sociedad donostiarra. Así por ejemplo, en 1977, recién estrenada la democracia,hubo un debate sobre la “Seguridad social” con participantes de todos los partidos políticos y sindicatos,

Ayer, a las siete y media de la tarde, decía la prensa, en el salón de Plenos del Ayuntamiento donostiarra se celebró una interesante mesa redonda en torno a un tema de gran actualidad, “La seguridad social a debate”.

Ante una sala abarrotada de público, conparecieron los representantes del Partido Nacionalista Vasco, Antonio Monforte; del sindicato Comisiones Obreras, Sorkunde Nazabal e Itziar Arana; de ESSEI, el Dr. Echaniz; de Unión General de Trabajadores, el Dr. García Damborenea; de ELA-STV, señor Mendoza y  del Partido Socialista, D. Ulises Ruiz. Euskadiko Ezkerra no envió a ningún representante.

Como moderador actuó el doctor Ayestarán y como presentadores del acto, el presidente de las Jornadas, don José Luis Munoa y el abogado Carlos Blanco.

El doctor Munoa señaló que el tratar este tema en estos momentos era una idea interesante, per-se, y además, se debía contar con la presencia de representantes de partidos políticos y centrales sindicales, ya que en todos ellos había unas declaraciones de principios en sus respectivas campañas. Se trataba de criticar o de demostrar lo que queremos, respecto a la Seguridad Social, basándonos en unos principios críticos en los que todos coincidimos.

Terminadas las distintas intervenciones, el moderador, doctor Ayestarán hizo, a modo de resumen, un planteamiento de las ideas coincidentes y de los puntos más importantes que se habían desarrollado, abriéndose un largo e interesante coloquio en el que los participantes matizaron sus exposiciones[4].

3- La tortura en el mundo.

No se evitaron temas polémicos, así, en 1984, en las XV Jornadas hubo un ciclo sobre “La tortura en el mundo” con una conferencia a cargo del Dr. Ole Vedel Rassussen, miembro del equipo médico de Amnesty International. De nacionalidad danesa,  es un experto en lo que se ha dado en llamar “síndrome de la tortura”. Se trata de las secuelas físicas y psicológicas que la tortura deja en los que la padecen. Según los datos registrados, lo más traumático es el sentimiento de culpabilidad que queda a los torturados que han delatado a familiares o compañeros.

El doctor Rassmussen, que visitó España en 1979, expresó en una conferencia pronunciada en Bilbao su rechazo a la Ley antiterrorista, manifestando que es absolutamente necesario, para garantizar los derechos humanos, eliminar el tiempo de incomunicación de los detenidos[5].

Se proyectó la película “El Hijo de tu vecino” que relata el entrenamiento de la policía militar en la dictadura de los coroneles en Grecia (1967-1974). Es un docudrama de producción danesa filmada en 16 mm. Se proyectó en versión original griega y con traducción superpuesta en castellano. Se basa en testimonios de torturados en EAT-ESA (Sección de interrogatorios especiales) y en testimonios de antiguos reclutas, reconstruyendo en forma de ficción el proceso mediante el cual jóvenes procedentes de las ciudades y del campo fueron sistemáticamente transformados en torturadores. La película muestra la forma a través de la cual la tortura puede llegar a ser institucionalizada[6].

4- Y llegó el final. 1992. La última Jornada.

Las Jornadas tuvieron su última edición en el año 1992. Más que edición fue una mini-edición de despedida porque solo contó con un día en el que se proyectaron vídeos científicos premiados en ediciones anteriores.

José Luis Munoa consideraba que las Jornadas se habían caracterizado en estos 25 años por su versatilidad y por la profundidad con que se tratan los diversos temas.      Para Munoa, si hay algo que ha destacado es la participación de un público variado. “Nunca ha sido un círculo cerrado, con entrada exclusiva a doctos. Muchos ciudadanos sin conocimientos médicos han tomado parte en nuestros coloquios, algo que siempre hemos perseguido. Los malos momentos que se han pasado para poder sacar edición a edición este festival es mejor olvidarlos, son los buenos los que perviven. Entre ellos se pueden encontrar las visitas del doctor Barnard y de la doctora Aslan. El certamen, desde su inicio, se ha sentido respaldado a nivel popular, haciendo historia en el quehacer cultural de Donostia[7].

Un factor fundamental para este cese de las Jornadas el año 1992, según me he revelado Javier Sada, fue que ese año 1992 todas las subvenciones del Gobierno Vasco estuvieron destinadas al pabellón que dicho  Gobierno instaló en la Expo de Sevilla y se dejaron sin financiación muchas actividades culturales, entre ellas estas Jornadas.

El problema económico había sido constante en las Jornadas. En una entrevista al propio Javier Sada,  en 1978, estas fueron sus palabras: “Los resultados económicos no son tan halagüeños como esperábamos. De todas formas esperamos terminar a la paz. En caso de que al final las Jornadas arrojaran un saldo negativo se hará como siempre. Los doctores integrados en el comité organizativo se rascarán los bolsillos y abonarán de su dinero particular la cantidad que falte para cubrir el presupuesto”[8].

En esta ocasión, ni “rascándose los bolsillos” se consiguió llevar a cabo las Jornadas y estas vieron su fin.

RELACIÓN CON OTRAS  JORNADAS SIMILARES:

CASTROCCARO  (ITALIA) Y  VARNA (BULGARIA)

Las relaciones más estrechas de este certamen fueron con los de Castroccaro en Italia y Varna en Bulgaria.

Ambos tuvieron diferencias con el Donostiarra. El primero, relacionado con la revista Stampa médica fue un festival eminentemente científico, el segundo en relación con la Asamblea Internacional de la Cruz Roja más divulgativo. El nuestro, fue un punto medio entre ambos. El punto de inflexión en la relación con ambos certámenes se produce en el año 1975, año, en el que se concede a las Jornadas el Premio Hipócrates de Oro en Italia y nuestros representantes  son invitados al certamen de Varna.

JORNADAS INTERNACIONALES DE CINE MEDICO DE  CASTROCCARO (ITALIA)

La delegación italiana es una constante en el certamen médico donostiarra. Bruno Pieroni es el director de la “Stampa médica” publicación que  patrocina el Certamen de Cine Médico de Castroccaro.

El año 1975, las Jornadas fueron reconocidas a nivel internacional al recibir el premio “Hipócrates de Oro” , uno de los más importantes de Italia, concedido por la revista “Stampa Médica” en reconocimiento a la labor cultural desarrollada por el certamen. Esta es la entrevista que realizó al Dr. Munoa la periodista Estrella Inchausti[9].

• Sí, en efecto, es muy importante el que nos hayan concedido este prémio “Hipócrates de Oro” reservado a los “méritos de difusión de la cultura médica”. Y no sólo el recibirlo, sino la garantía que nos proporciona, cara a las próximas Jornadas de rigor científico y calidad de los films presentados.

La periodista relata que el doctor Munoa recibió una atenta carta del doctor Bruno Pieroni, director de la revista “Stampa Médica”, que concede los premios, en la que le comunicaba que el Comité Organizador está invitado a la III reunión de la “Stampa Médica” programada para los días 16 al 18 de mayo de este año, en Castroccaro Terme en la localidad de Formi, a 70 km de Bolonia. Dice el Dr. Munoa:

• En la noche del sábado 17 de mayo, en el transcurso de un suntuoso acto tendrá ligar la entrega del “Hipócrates de Oro” a varios científicos eminentes y estudiosos del campo mécico y a las Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián. Creo que es para estar satisfecho al habernos concedido este preciado galardón.

Diversos asistentes y amigos le felicitaron al Dr. Munoa. Entre ellos, podemos citar al profesor Petre Vancea de Bucarest, que el 24 de marzo del 75, tras recibir el boletín donde se informaba del premio le escribía:

“Quiero felicitarle por haber sido galardonado con el “Hipócrates de Oro” y le confieso estar muy contento de que, su interesante actividad médico conozca una difusión a nivel internacional”[10].

FESTIVAL DEL CINE DE LA CRUZ ROJA Y DE LA SALUD DE VARNA (BULGARIA)

Ese mismo año recibieron otra invitación para asistir al VI del Festival de Cine Médico deVarna. Este Festival –dice el Dr. Munoa- es el más importante del mundo, aunque no se parece al nuestro ya que su preocupación radica más en la cantidad que en la calidad. Tiene un gran movimiento de gentes, de flims y están muy preocupados e interesados por la aportación española tanto a nivel de presentación de films como para participar en el Jurado Internacional. Asistir, observar y participar en este festival puede ser muy interesante para nuestras Jornadas ya que nos han brindado el disponer de sus archivos, del Centro de Información y Difusión que poseen, para seleccionar los films que nos interese proyectar durante las Jornadas.

En 1975 el Profesor Mac Gazay, de la Cruz Roja Internacional estuvo presente en las Jornadas  y comentó a los periodistas que el Festival de Varna había invitado a los doctores Munoa y Rivera el año anterior y que el certamen donostiarra ofreció una “Concha de plata” como un premio más dentro de los otorgados. El Festival de Varna, a su vez, también entregará en estas VI Jornadas un trofeo.

Y dijo: “Antes de nada quiero decir que el certamen donostiarra debe mantener ese carácter especializado que le identifica, pero al mismo tiempo abrirse un poco más al gran público, a base de proyectar más largometrajes. El de Varna, si se limitara a lo puramente especializado no irían más de 300 personas. En cambio, por los largometrajes que ofrecemos se logró que estuviera totalmente el teatro los diez días de duración. E insistió que no solo los médicos, que también todas las profesiones paramédicas, que tengan como base la salud deben estar interesados en acudir a este tipo de certámenes”[11].

Al año siguiente, 1976, estuvo en San Sebastián M. Alexander Marinov, Director del Festival Internacional del Cine de la Cruz Roja y de la Salud de Varna (Bulgaria). Estas fueron sus impresiones del certamen donostiarra:

“Considero que estas jornadas son muy importantes porque se conjuga con perfección lo científico con lo humano. Por ejemplo, he visto una película muy interesante en la que se presenta la labor que realiza un médico en una leprosería.

Yo no soy doctor, pero observo que los estudiantes están atendiendo con mucho interés y que mis compañeros del jurado afirman que los films científicos son realmente importantes.

Creo que son muy importantes las Jornadas para los estudiantes de Medicina, para los médicos y para el público general y soy partidario de los ciclos divulgativos, como se dan en este festival, porque aunque en el mundo hubiera el doble de médicos no serían suficienteS para atender a todos los habitantes del mismo. Por lo tanto, estos conocimientos hay que propagarlos para el interés del público.

Y finaliza diciendo: Nuestro festival está más dirigido al público general. Tiene diez categorías de películas y solo una de ellas está dedicada exclusivamente a los médicos, el resto son didácticas”[12].

VOCACION DOCENTE CON RESPECTO DE LOS ESTUDIANTES

En las tres primeras ediciones no se permitió la entrada a estudiantes, aspecto éste, que el propio doctor Munoa reconoció como error en una entrevista. Es en la IV edición donde se inicia la participación de los estudiantes. Así lo confirme el Dr. Rivera en una entrevista que le realizaron en la revista Tribuna Médica

• Hemos seguido la línea de las Jornadas precedentes, dijo, pero yo quisiera señalar la apertura del certamen a los universitarios españoles y extranjeros. Ahí los tienen, con un interés extraordinario, llenando las sesiones con su avidez de conocimientos y dejando una sabia nueva a las Jornadas. Esperamos que el año próximo su participación sea masiva. Lo pedagógico de estas Jornadas es inestimable para ellos[13].

Este dato se corrobora con esta información del Boletín informativo de lasVI Jornadas, que dice: “La entrada a la proyección de las películas a concurso estará limitada, como en años anteriores, a doctores, estudiantes de medicina y personas relacionadas con ella. Dado el éxito obtenido en la quinta edición de las Jornadas, la Organización cuidará con el mayor esmero cuanto se relacione con la participación del mundo estudiantil[14].

El precio de inscripción para los estudiantes era reducido. En el diario Unidad se aporta la cifra de 200 pesetas como inscripción de los estudiantes y añade “que esta cantidad puede considerarse simbólica”[15].

La asistencia de estudiantes, superando a la de los propios médicos fue en aumento. Así lo observaba el Dr. Cárdenas, miembro del Comité  Organizador:

En estas últimas jornadas la asistencia de público y el interés de los coloquios han sido verdaderamente considerables destacando, sobre todo, el interés de los estudiantes de medicina. Sin embargo, debo lamentar la ausencia de médicos de San Sebastián casi absoluta. Lo lamento por las Jornadas como por ellos que se han perdido, pues el material presentado ha sido del más alto nivel científico. En esto no me importa incluir a mis hijos médicos[16].

Un salto cualitativo fue la presencia de un estudiante en el Jurado internacional, como ocurrió en la edición de 1975 con la presencia de Miguel Angel Crovetto, presidente del Centro de Actividades Científicas y Culturales de la Facultad de Medicina de Bilbao.

Era la primera vez que se daba acceso al  Jurado a un estudiante, ya que el Comité Ejecutivo, teniendo en cuenta la masiva asistencia de estudiantes de Medicina, consideró que también tenían que tener derecho a la voz y el voto.

Creemos que esta primera experiencia no será la última, dice Elena Inchausti, ya que Miguel Ángel Crovetto está desempeñando su cometido con suma responsabilidad y seriedad.  Su opinión era que el nivel de éstas Jornadas, desde el punto de vista científico es alto y por lo tanto se puede comparar con cualquier certamen de Cine Médico de Europa [17].

En las VII Jornadas, 1976, se da un paso más,  el doctor Munoa convocó en Asamblea a todos los estudiantes, que tuvo lugar  en la tarde del 2 de octubre de 1976 en el teatro principal. Así lo recogía la prensa

“A las cinco de la tarde se celebró la asamblea del comité ejecutivo con unos 300 estudiantes acreditados en las Jornadas. Se les planteó la situación de las Jornadas, los problemas existentes y los proyectos en cartera. Se escucharon interesantes sugerencias y se concretó la idea de que en las Facultades de Medicina del país se crearan unos comités de trabajo con el fin de que, en sentido rotativo, fueran pasando por cada una de ellas los films proyectados en las Jornadas.

Una idea en la que hay acuerdo absoluto es la importancia de la formación audiovisual, que se consideran definitiva para la formación del futuro médico.

La periodista Estrella Inchausti finaliza la reseña diciendo: “Nos comentaba  ayer Miguel Angel Crovetto (Bilbao), miembro del jurado en representación de los estudiantes, que estos se encuentran, en general, muy satisfechos de lo que han visto. Y puede comprobarse, año tras año, que son muchos los que vuelven a participar en las Jornadas[18].

A pesar de no tener datos Jorndad por Jornada de Médicos y estudiantes, los recogidos de la prensa local nos indican que, mientras que la presencia de médicos permaneció estable, la de estudiantes sufrió un gran incremento, quintuplicando su número al de médicos en los últimos años como se puede ver en la gráfica.    

Yo, fui uno de los estudiantes asistentes a las Jornadas y entre mis compañeros de facultad la asistencia a las mismas fue muy asidua y su recuerdo imborrable, porque siendo estudiantes podíamos ver intervenciones quirúrgicas a las que en la facultad no teníamos acceso, explicadas por los propios cirujanos e interesantes palículas de divulgación sanitaria. En la imagen una de las tarjetas de mi participación.                   

El número de peículas cinetíficas, videos y largometrajes presentados son los siguientes:

El balance total, en números redondos,  es de una proyección de 100 palículas, 300 vídeos y casi un centenar de largometrajes.

En resumen, se podría deicr que las Jornadas Internacionales de Cine Médico de San Sebastián surgieron como una actividad cultural en relación con el Festival Internacional de Cine de  la ciudad, pero pronto lograron ser una entidad autónoma.

Fue una actividad impulsada por un grupo de médicos donostiarras que vieron en el cine una forma de mejorar la formación de los profesionales de la medicina y de estudiantes y otros sanitarios donostiarras.

Supusieron, en una época de aislamiento y censura, un hiato de apertura y de libertad. Contribuyeron al debate y a la confrontación, tanto en temas médicos como sociales. Tuvieron el rigor científico como una premisa inexcusable e hicieron conocida a la ciudad de San Sebastián en el ámbito del cine médico internacional.

BIBLIOGRAFÍA (por orden alfabético de autores)

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Contreras Poza, L. Helga, La voz de España,15-6-1968, p. 15.

Fernández Vallés MF. Doctora Aslan: La vejez es una enfermedad que se puede curar. La Voz de España 4-10-1974, p. 9.

Gorrotxategi Gorrotxategi P. El euskera en las Jornadas Interncionales de Cine Médico. Boletin de la R.S.B.A-P. 2015; LXXI: 465-475   

Gorrotxategi Gorrotxategi P.Las Jornadas Internacionales de Cine Médico y el Colegio de Médicos de Gipuzkoa. Medikuen-Ahotsa 2016;80: 24-25. Disponible en:

http://medikuenahotsa.com/articulo/62/cine-medico-las-jornadas-internacionales-de-cine-medico-y-el-colegio-de-medicos-de-gipuzkoa

Inchausti  E. “La doctora Ana Aslan dice “sí” al Festival de Cine Médico”. El diario Vasco, 14-7-1974, p.3. 

Inchausti E. “V Jornadas Internacionales de Cine Médico. Doctora Aslan”. El Diario Vasco, 4-10-1974, p. 20.

Inchausti E. Las Jornadas Internacionales de Cine Médico, galardonadas con el “Hipócrates de Oro”. El Diario Vasco, 23-1-1975, p.23.

S. Oswalt Kolle llegó a San Sebastián para presentar su ciclo de películas sobre sexología. El Diario Vasco, 29-9-1976, p. 21.

Hoy se clausura el ciclo de sexología presentado por Oswalt Kolle. El Diario Vasco, 3-10-1976, p. 20.

Sada J. “1968. Las estrellas vestían de blanco. Las Jornadas Internacionales de Cine Médico fueron un fenómeno social de gran popularidad que traspasó las fronteras de cine y medicina. El Diario Vasco, 1-4-2014.

Pérez Puig S. El Dr. Barnard en San Sebastián. Llegó ayer tarde, acompañado del Marqués de Villaverde. El Diario Vasco, 14-6-1969, p. 10.

Cine Médico. ABC, 16-6-1968, p. 85

“Momentos de la historia de la Medicina”. Unidad, 17-6-1968, p. 14.

“El doctor Castroviejo, presidente de honor de la Academia Médico-Quirúrgica”. La Voz de España, 13-6-1969, p. 17.

VII Jornadas Internacionales de Cine Médico. Prosigue con gran éxito el ciclo de largometrajes. Hoy firmará al público ejemplares de sus obras. El Diario Vasco, 1-10-1976, p. 21.

[1] Contreras Poza, L. Helga, La voz de España,15-6-1968, p. 15.