Kontzeptua

Arqueología (1977ko bertsioa)

Paleolítico Inferior.

(200.000 a. de J.C.).

200.000 a. de J. C
PALEOLÍTICO INFERIOR
AbbevillienseAchelenseMicoquiense
Tayaciense
InterclaciarGlaciarInterglaciarGlaciar Riss
Günz-MindelMindelMindel-Riss

Palos, ramas y objetos de madera y hueso. Utiles de piedra. Los únicos útiles y armas que conoció el hombre fueron los objetos de piedra, tallados a golpes, y los de madera y hueso. Se utilizan preferentemente las piedras duras de ofita o cuarzo en sus diversas variedades, pedernal, cristal de roca, etc. De ella se hacen hachas, raederas, puntas de flecha y de lanza, raspadores, picos y otros objetos, todos ellos tallados rudamente. El retoque de las tallas se hizo primeramente mediante golpes de piedra y en los tiempos más progresivos mediante golpes dados con asta o madera. Ya del interglaciar, Günz-Mindel aparece en el Pirineo (Alto Garona), una industria de talla bifacial, tosca y rudimentaria, simples lascas retocadas o piedras talladas únicamente en sus puntas. El langille u operario toma un bloque de piedra que le sirve para su trabajo. Lo sujeta con su mano y lo apoya sobre la rodilla o el suelo y lo golpea con una especie de martillo, una piedra redondeada, en el lugar conveniente para que se desprenda una esquirla o astilla. De esta forma talla la piedra y obtiene astillas que, a su vez, sirven para hacer otros útiles punzantes o afilados por los bordes. También, cuando el bloque de piedra es grande, el obrero lo toma con las dos manos y lo va golpeando sobre otro bloque de piedra fijo a modo de yunque. La piedra redondeada, acribillada de señales, es el percutor, la parte o punto donde se da el golpe, punto de choque; la superficie donde se ha producido la ruptura, plano de ruptura, etc. Aún en el euskera de hoy la voz landu es labrar la piedra, entretanto que lan egin es el trabajo en general. Estos vestigios se catalogan como de un período completo al que llaman Abbevilliense, en memoria del pueblo donde se observó este tipo de industria. Los hombres de estos remotísimos tiempos debieron ir emigrando hacia el sur a medida que iban siendo sustituidos por otros venidos del norte. Aparecen las industrias de lascas, que se desarrollan a lo largo de todo el interglaciar Mindel-Riss asociadas a la segunda fauna cálida. Aparecen también restos suyos en la terraza de 75 m. del Alto Garona. Las lascas de esta época se retocan para reforzar las puntas y cortes, pero se desconoce la talla bifacial. A este período y sus gentes se les comprenden hoy en la denominación Clactoniense. Simultáneamente se elaboran procedimientos de trabajo más perfeccionados. Aprenden algunas tribus a tallar el sílex mediante una técnica hábil que consiste en golpear la piedra con instrumentos de madera o de hueso. Pueden admirarse ya hachas de piedra de talla bifacial. Es el largo período Achelense que llega hasta el glaciar Riss. A la vez que los hombres achelenses se desarrolla otra industria de lascas mixta con retoques en los bordes. Aparece en la cuenca del Dordoña. Es el período Tayaciense, que lentamente evoluciona al llamado Musteriense (Cueva Moustiers, Dordoña) y que es más conocido en nuestra tierra. De este último tipo se han encontrado algunos objetos en cuevas situadas en el corazón del país, como las de Olha, Bidart, Aitzbitarte, Jentilzubi (Dime), Aitzabal (al sur de Vitoria), Zúñiga e Isturitz. Se suele citar un hacha encontrada en las cercanías de Biarritz (Abbevillense) que se exhibe en el museo de St. Germain, y otras hachas, una de cuarcita procedente de Isturitz y otra que se encuentra en el Museo de Bayona. Un yacimiento verdaderamente importante, por tratarse de un taller de sílex al aire libre, es, sin duda, el de Urbasa, descubierto casualmente en 1968 por D. Emilio Recondo en el paraje llamado Aranzadulla. Algunos objetos ofrecen ya tallas bifaciales y las lascas, retoques muy hábiles para preparar el plano de percusión. La Dordoña es rica en hallazgos. Abunda en piezas cordiformes triangulares, de talla bifacial en ocasiones, y también en hachitas, puntas, raederas y hachas de tipo musteriense que se encuentran ya desde la Dordoña a las costas cantábricas pasando por Isturitz. Otro material que se ofreció directamente al hombre fue el hueso que, además da ser duro y afilado en sus astillas, posee la particularidad de ser hueco: es el primer tubo utilizado. El cuerno o asta es también tubo, pero cerrado en uno de sus extremos; es el primer vaso si no le precedieron cortezas endurecidas de frutos o los cráneos de los animales. Es a partir del musteriense que se encuentran en nuestra tierra los objetos de hueso. Entre los objetos encontrados en los yacimientos se citan conchas, colmillos y huesos perforados que indudablemente se utilizaron para collares o colgantes. Es el primer síntoma de arte la aparición del empleo de los colores y ciertos retoques que suponen ya un gusto de refinamiento.