Prehistoria. Los hallazgos arqueológicos más notables estudiados hasta ahora son éstos:
Paleolítico inferior. Un hacha de piedra procedente de Biarritz (Museo de Saint Germain), del Abbevilliense o Achelense. Varias piezas de piedra tallada al estilo achelense (Museo de Bayona). Un hacha de pedernal hallada en la colina de Aitzabal, al sur de Vitoria. La lobera de Guibijo, existente en Cuartango (Álava), cuyas paredes miden más de 300 m. y que implica un modo de caza paleolítico. Huesos de oso colocados en un tacho de la caverna de Háristoy, en San Martín de Arberoue (Baja Navarra). Taller de sílex al aire libre en Aranzadulla, sierra de Urbasa.
Paleolítico medio. Piedras de pedernal del Lavalloisense, halladas en Xabiaga, cerca de Biarritz (Laburdi). Algunos perforadores, raspadores, etc. Grandes hachas de ofita, de cuarzo, de cuarcita y de pedernal, del musteriense, halladas en Olha (Cambo, Laburdi), así como raederas, raspadores y buriles. Son estaciones arqueológicas de este tiempo Olha (Cambo), Isturitz (Baja Navarra), Mikoto (Anglet, Laburdi), Lahonce, San Pedro de Irube (Laburdi), Polvorín (Carranza, Bizkaia), Jentilzubi (Dima, Bizkaia), Hendaya, Bidart (Laburdi), Aitábitarte (Errenteria, Gipuzkoa) y Zúñiga.
Paleolítico superior. Auriñaciense. Puntas curvas talladas en láminas de pedernal con retoques en su lado convexo. Raspadores aquillados para cepillar objetos de madera o de hueso. Buriles de diferentes formas hechos para grabar. Raederas cuya arista convexa ha sido retocada. Puntas de hueso de base hendida. Láminas con retoques marginales. Puntas triédricas de dorso achaflanado. Azagayas y punzones de hueso y de cuerno de reno. Fragmentos de óxido rojo, que parecen haber sido utilizados como colorantes. Un hueso de ave provisto de tres orificios con aspecto de instrumento músico. Láminas recortadas en todo su contorno. Raspadores cortos y anchos, buriles de pico de flauta, incluso el llamado de «Noailles», buriles dobles, buriles-raspadores y puntas finas de la «Gravette». Moletas de asperón, percutores y compresores. Varillas de hueso con «marcas de caza», puntas de sección circular, puntas y varillas aplanadas, agujas y bastones perforados, todos ellos en hueso, alguno en marfil y también en cuerno de reno y ciervo. Pendientes hechos con dientes agujereados de cérvidos y conchas perforadas utilizadas quizás como adornos o amuletos. Las estaciones auriñacienses vascas son: Laperra, Santimamiñe, Bolinkoba; Aucurra, Lezia, Isturitz, Etxeberrilco-karbia, abrigo roqueño de Bouben, gravera de Saint-Pierre de Irube, Anglet e Ilbarritz. Solutrense. Nivel inferior. Objetos de piedra. Buriles de Noailles. Raspadores en extremo de lámina, aquillados y en morro. Láminas punteadas con una cara lisa y talla facial en la otra. Raederas y laminitas de retoque dorsal. Puntas de dorso rebajado. Puntas de hoja de laurel. Objetos de hueso. Un silbato hecho con un tubo de hueso con marcas incisas en uno de sus lados. Azagayas cilíndricas de base en bisel sencillo. Azagayas bicónicas y con surco longitudinal. Puntas curvas que presentan una cara plana estriada. Varillas semicilíndricas, punzones, espátulas, etc. Diversos objetos como una plaquita de piedra con grabados que representan dos cabezas de caballo, litorinas agujereadas, cipreas y cristales de cuarzo que debieron haber sido utilizados como amuletos. Nivel superior. Utillaje lítico. Puntas de hoja de laurel y de sauce. Punta con pedúnculo y punta con muesca. Raspadores aquillados, discoidales, de pezuña y en extremo de lámina. Buriles, raederas y puntas con retoques dorsales. Compresores, afiladeras de asperón y de piedra pómez. Cazoleta hecha con una geoda. Utillaje óseo. Bástones perforados que el pueblo llama gabil. Puntas de azagaya, varillas semicilíndricas, punzones, cinceles, laznas, puntas aplanadas, puntas de base en bisel sencillo y agujas. Huesos con «marcas de caza». Una azagaya que tiene grabada una figura que parece de arpón. Varios. Oxidos rojos, algunos en forma de lápices bicónicos. Moletas para el desmenuzamiento de los óxidos. Muelas, dientes, colmillos de ciervo, cipreas, litorinas y turritellas. Discos de hueso y de piedra provistos de orificios de suspensión. Cristales de cuarzo a modo de amuletos. Esculturas en relieve, en bajorrelieve o en grabado representando un felino hechizado (Izturitz), renos, cabezas de caballo y de pez, bisontes, ciervo, liebre y ave. Yacimientos. Bolinkoba, Isturitz; Santimamiñe, Ermittia. Magdaleniense. Utillaje lítico. Laminas de pedernal de pequeñas dimensiones, con retoques marginales o apuntamiento de uno o dos extremos, con muescas o escotaduras en los costados. Diversos útiles labrados como perforadores en extremo de lámina, raspadores de varias formas, raederas, buriles en pico de flauta, de facetas múltiples, laterales en ángulo de lámina cortada o truncada. Raspadores nucleiformes, retocadores y percutores fabricados en pedernal. Moletas que presentan una parte pulida por frotamiento. Muelas cuadrangulares de caliza provistas de una concavidad apropiada para pulverizar, machacar o desmenuzar. Lámparas o piezas de asperón con una cara excavada. Utillaje de hueso y cuerno. Yunques con superficies de ataque en forma de depresiones y de incisiones. Alisadores, punzones, espátulas, moledores, cinceles, agujas y un alfiler (?) en hueso de ave. Huesos estriados cuyas marcas pudieron ser signos de numeración. Azagayas de diversas formas, rectas y curvas, provistas o no de surco; cilíndricas y aplanadas; puntiagudas en un solo extremo o en ambos; de base adelgazada en tronco de cono y en bisel sencillo. Azagayas y varillas provistas de pro tuberancias, otras de doble bisel, de base redonda y las de base ahorquillada. Varillas semicilíndricas y puñales (?) de cuerno. Arpones de hueso con dientes unilaterales y otros más tardíos con dientes unilaterales, a los que siguen otros con dientes a ambos costados o bilaterales. Bastones perforados provistos de un solo orificio y uno aparecido en Isturitz con diez orificios (caso único). Parte de un cráneo humano aderezado `como para servir de recipiente. Varios. Dientes de ciervo, de caballo, de reno, de oso, de lobo, de zorro, algunos con estrías y entalladuras (amuletos). Candiles de cérvidos. Litorinas, pecten; turritela, perlas de azabache, de arcilla, de ámbar, de limonita y de esteatita. Rodetes de asperón, de caliza y de hematites pulidos. Cristales de cuarzo. Yacimientos: Santimamiñe, Bolinkoba, Lumentxa, Armiña, Atxurra, Balzola, Ermittia, Urtiaga, Aitzbitarte, Alkerdi, Berroberria, Anglet, Saint-Pierre de Irube, Haristoy, Isturitz, Artxilondo, Altxerri, Ekain. Industrias epipaleolíticas estratificadas en las excavaciones de la cueva de Albaina (Alava).
Mesolítico. Aziliense. Utillaje. Instrumentos de piedra y hueso semejantes a los magdalenienses, de los que se distinguen a veces en meros detalles. Entre ellos merece mencionarse: Un percutor o martillo o peso de cordeles de pesca (Urtiaga). Perforadores y puntas triangulares, cuyas formas, así como lo reducido del tamaño, los hacen característicos e inconfundibles. Gran martillo de piedra provisto de ranura central para mango. Asturiense. Picos de piedra dura muy típicos (Muliña, Biarritz). Cuchillos y láminas de pedernal con muescas, perforadores, raspadores aquillados y discoidales, raederas, puntas y hojas de dorso rebajado, microlitos triangulares. Láminas de filo agudo labradas en colmillo de jabalí. Candil o asta perforada. Puntas, cinceles y hendidores de hueso. Colgantes de piedra en forma de anillo, cristales de cuarzo, etc. Yacimientos: Isturitz, Bolinkoba, Berroberria, Urtiaga, Ermittia, Lumentxa, Balzola, Santimamiñe, Silibranka y Laminen-eskatz, Montico de Txarratu (Alava).
Neolítico. Utillaje. Instrumentos con formas iguales a las antiguas. Hachas de ofita pulimentada (Santimamiñe). Martillos pulimentados, picos, percutores, piedras de afilar y flechas, todos de piedra. Un molino de asperón formado por dos piedras, la mayor con una cara lisa cóncava y la otra un tanto redondeada, de modo que puede rodar sobre la primera. Rodetes provistos de orificio, a modo de colgantes. Punzón de hueso y aguja, también de hueso, pero con ojo. Vasijas de barro grueso con canaladuras en la superficie debidas a impresiones digitales. Vasijas de barro con adornos crateriformes, cordones en relieve, surcos e impresiones del zarzo en que fueron hechas. Los yacimientos neolíticos más interesantes son: Lumentxa, Santimamiñe, Ermitia, Urigoina, Isturitz, Muliña y Bolinkoba.
Eneolítico (Edad del Cobre). Instrumentos y artefactos heredados o con formas iguales a las ya tradicionales. Cuchillos, limas, raspadores, raederas, perforadores, alisadores o láminas con muesca, puntas de La Gravette y puntas de flecha foliáceas y de aletas. Hachas de ofita y de otros materiales pulimentados. Percutores y molinos de arenisca o asperón. Colgantes de piedra arenisca, de cuarzo, azabache, alabastro, pizarra y barro cocido. Primeros objetos de cobre: leznas, puntas de flecha, cinceles, hachas, anillos y brazaletes. Vasijas de superficies lisas lustrosas. Vasijas con incisiones hechas con uñas, con valvas de mariscos; acanaladuras paralelas; hoyos alargados circulares, pezones sencillos y provistos de un orificio o de varios. Cerámica de barro basto con serie de hoyos hemisféricos en el contorno y con festones en el borde. Vasos de superficie lisa provistos o no de pezones en la parte superior. Vasos de perfil en S adornados ó no con incisiones o picaduras salteadas. Vasos campaniformes (Urbia). Dólmenes a todo lo largo de las zonas de pastos; collados y portillos de acceso. Ajuar de armas e instrumentos de piedra hallados en los dólmenes. Hachas votivas de piedra de tamaño minúsculo. Son yacimientos eneolíticos los de Mairulegorreta, Surbi, Santimamiñe, Urtiaga, Jentiletxea, Lumentxa, El Castellar, Isturitx (Nav.) y Cueva de los Husos (Alava).
Edad de Bronce (1200-600 a, de J.C.). Instrumentos de piedra como en tiempos anteriores. Hachas, puntas de flecha y de lanza, leznas y brazaletes de bronce. Vasos funerarios fabricados a mano, de base plana o de base convexa, en forma de escudilla o en forma bicónica, con pezón o sin él, de superficie lisa y de superficie con fajas de incisiones verticales, todos de factura tosca. Grutas artificiales, algunas con objetos de cerámica barnizada y lascas informes de pedernal. Sepulturas en el interior de las cuevas naturales con restos humanos asociados a cerámica y cuentas o colgantes. Un empedrado del suelo en el dolmen de Obioneta, en el de Portuzargaña y Landarbaso. Sepulturas de incinerización con restos de huesos calcinados, cascos de vasos cerámicos, cuchillos de pedernal, puntas de flechas de pedernal y de ofita, además de hachitas de piedra pulimentada. Son yacimientos de esta edad del bronce: Lezetxe, Oyalkoba, Goikolaua, Santimamiñe, Lamikela, Esterlok, Obioneta (dolmen en Aralar), Iruzubieta, Kutxiñobaso (Zenarruza), Artziniega, Faardiko-arri, Zabalaitz (Aizkorri), Orkatzategi (Oñati), Cueva de los Husos (Álava).
Edad del Hierro. Baratz o círculos de piedras a modo de cromlechs que suelen circunscribir pequeños túmulos con vasos de incinerización. Restos cerámicos al parecer de tipo hallstáttico (Harixtoy y Goikolaua en Berriatua). Restos de habitaciones de planta rectangular al parecer con paredes de adobe y entramado de madera (Castejón, Navarra). Ollas que debieron servir para depositar las cenizas de los cadáveres (Bortal en Molinar de Carranza y Uriogaina de Sara). Escudillas y ollas de tipo hallstático, alfileres y agujas de hueso y de bronce, anillo, fíbula y un cierre de cinturón. Restos de un poblado junto al santuario de Ntra. Sra. de Oro en La Hoya, cerca de Laguardia (Alava), La Puebla de Arganzón (Alava).Objetos de hierro hallados en la necrópolis de Echauri, Fuentespida y Pobes (Alava). Se han hallado vestigios de la edad del hierro en las cuevas de Harixtoy, Urio, Goikolaua y El Bortal. Yacimientos de esta época son también Castejón, Echauri, La Hoya (Laguardia), Iruña (Alava), Kutzemendi, Salvatierrabide, Peñas de Oro (Murgia); Arrola, Jocano (Alava).
Restos Romanos. Llama la atención que toda la zona de valles se halle casi libre de hallazgos de restos romanos. De ellos, los más cercanos al Pirineo vasco son las inscripciones epigráficas de Tardets (Zuberoa), Hasparren (Laburdi) y restos murales indeterminados de Bayona. Puede decirse que todos los hallazgos proceden, en su gran mayoría, de Pamplona hacia el sur, osea en las zonas medias y llanas de Alava y Navarra. Se trata de restos de construcciones, villas, templos, puentes, mosaicos, cerámica, murallas, lápidas, estatuas, relieves y, frecuentemente, monedas. En Cabriana (Alava) se pueden observar los restos de un edificio con pavimentos de mosaicos representando las cuatro estaciones con sus atributos, adornados de grecas en colores blanco, negro, verde, amarillo y rojo, así como una figura de Diana Cazadora en cristales coloreados. En el despoblado de Iruña (Beleia), existen mosaicos, lápidas con inscripciones, trozos de esculturas, vestigios arquitectónicos, murallas y dos puentes romanos atravesando el Zadorra. En Errenteria (Gipuzkoa) Se ha encontrado un desnudo femenino en bronce, de ruda hechura. En Pamplona (Pompaelo) los objetos y restos romanos son muy numerosos: mosaicos con figuras que representan un caballo marino y la lucha de dos gladiadores, una estatua de la diosa Céres, una cabeza de la diosa Juno y una estatuita de Mercurio, todos esculpidos en bronce; además, un ara y un cipo funerario. En Liédena (Navarra) se ha excavado con éxito encontrandose los restos de una residencia romana. De Arróniz (Navarra) proceden algunos mosaicos muy bellos y en el valle de Lana, en Gastiain, existe una ermita en cuyas paredes se emplearon para la construcción algunas lápidas romanas. Un estudio detallado llevaría a examinar restos diversos encontrados en Lumbier, Sangüesa, Javier, Eslava, Aibar, Santacara, Cascante, Fitero, Arguedas, Muruzábal, Barbarín, Villatuerta, Los Arcos, Mués, Contrasta, Ibero, Ibarguren, Albéniz, Narbaja, Salvatierra, San Román, Alegría, Angostina, Laguardia, Asa, San Esteban, Armentia, Ollarbarre, Urbina de Basabe Carasta, Salcedo, Valmaseda, Arciniega, Morga, Forua, Luzcando, Tudela (El Ramalete), Lerga, Irún, etc. Situándonos en la época entrarían dentro de la entonces tierra vasca las lápidas encontradas en tierras aquitanas.