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Álava-Araba. Deportes

La primera expedición con participación alavesa tuvo lugar en los Andes. Hasta entonces muchos se acercaron como mucho a los Pirineos, Picos de Europa o los Alpes. En los años sesenta del siglo XX destacan entre otros los alpinistas alaveses Juan Ignacio Lorente y Angel Rosen. El 24 de abril de 1967 partió la expedición a los Andes compuesta por J. I .Lorente, Ángel Rosen y L. M. Sáez de Olazagoitia, quienes en compañía de otros montañeros consiguieron ascender a tres montañas vírgenes. Se inició así una nueva época, en la que se practican ascensiones de dificultad a altas cumbres. Como dato anecdótico señalaremos el del Juan Vallejo que cuando solamente contaba 14 años fue uno de los vascos más jóvenes sobre el Mont Blanc.

En 1972, un grupo de alpinistas vitorianos realizó una expedición al Hoggar, consiguiendo diversas ascensiones por vías de escalada, confirmando el buen nivel existente en Álava para acometer proyectos de envergadura.

En 1973, Bengoechea, Ayo, Santos y Porras, son los componentes de la expedición al monte Ararat (5.165m) en Armenia. Y en a la expedición Tximist al Everest de 1974, participaron los alaveses Angel Rosen, J.I. Lorente y L. M. Sáez de Olazagoitia. Posteriormente se plantearon futuras expediciones con participación alavesa: la ascensión al Aconcagua por la vía clásica del norte en 1976 (los alaveses Ángel Vallejo, Rosen y Juan Ignacio Lorente fueron los primeros vascos en coronarlo). Las ascensiones a las montañas situadas en Kenia (Punta Dutton, Punta Peter, Punta Lenana, etc) y, sobre todo, la ascensión vasca en la que el guipuzcoano Zabaleta y el sherpa P.Temba hicieran a la cima del Everest en 1980, supusieron el inicio de una cadena de expediciones alavesas compuestas por una generación de alpinistas instruidos en la Escuela de Escalada de Egino y perfeccionados en vías de dificultad de los Pirineos, Picos de Europa y Alpes. De tal modo que, en 1981, una expedición alavesa (entre los que se encontraba A. Madinabeitia) consiguió escalar un nuevo itinerario en la cara nordeste de la Punta Dutton en Kenia, y, en 1982, otra expedición integrada por Lamarca, Querejeta, Porras, Alberdi y F. Pou, realizaron la ascensión del Aconcagua Norte (6.959 m) por la cara este y el Glaciar de los Polacos. Asimismo, en 1983, otros alpinistas alaveses en la expedición formada por Rosen, Lorente, Olazagoitia, Bengoetxea, Oiarzabal, Erro y Gallardo alcanzaron el Aconcagua Norte por la ruta normal y en invierno (primera vasca, segunda nacional y quinta mundial).

En 1983, seis vitorianos en la expedición a los Andes del Perú, Alberto Zerain, Antonio Miranda, F. Bernardo, I. Alonso, J. Alcaraz e I. Elorza no consiguieron ascender los Huandoys pero realizaron otras ascensiones.

En 1984, Juanito Oiarzabal, Mikel Ruiz de Apodaca y Julio Alberdi ascienden el Mckinley (6.197 m). Anteriormente, en 1982, se estrenan sin éxito en el Himalaya los alaveses Juanito Oiarzabal y Atxo Apellaniz, junto a Barandiaran, Ollaquindia y Carlos Ochoa, intentando hacer cima en el Kangchuntse por la cara sur. Pero, en 1985, en la denominada expedición deportivo-científica alavesa "Himalaya 85", se sube al primer ochomil alavés que es el Cho Oyu de 8.201 m, en la que siete alpinistas vascos hicieron cima, siendo éste el comienzo para el alavés J. Oiarzabal en su conquista de los 14 ochomiles y, también, para alpinistas como A. Apellaniz que orientaron su actividad a expediciones en el Himalaya. Este mismo año la Delegación Alavesa de Montaña se convertirá en Federación con personalidad jurídica propia.

En 1986, nueva expedición a los Andes peruanos. Además se realizaron descensos en esquí de montaña. Continúan realizándose más expediciones como, en 1987, la "Areta 87" al Aconcagua norte y la "Karakorum 87", en la que se consigue el segundo ochomil íntegramente alavés, el Gasherbrum II.

En Álava, además de las expediciones al Himalaya, despuntaban las escaladas a grandes paredes como es el caso de Gorka Hernáez y Adolfo Madinabeitia que en 1986 realizaron además de tres itinerarios en El Capitán otras vías de envergadura. Años más tarde el mismo A. Madinabeitia junto a A. Miranda lograría el tercer ascenso mundial por una vía de la Gran Torre del Trango, la mayor pared de escalada en roca del mundo. Madinabeitia realizó también la ruta japonesa al salto del Angel en Venezuela (fue una primera europea) y su segunda visita al Yosemite subiendo más paredes con gran dificultad. Madinabeitia, junto con Juan Miranda, en septiembre de 2002, culminó cuatro vías extremas en Yosemite.

Hacia finales de la década de los ochenta Eneko Atxa realizó el primer descenso mundial del Aconcagua en bicicleta de montaña. El montañero Juan Carlos Nájera logró a su vez el descenso del Kilimanjaro y, en 1991, consiguió ascender hasta los 6.100 m. del Chimborazo y el descenso de los volcanes Tungurahua y Cotopaxi. Los vitorianos I. Portilla y G. Berganzo, lograron alcanzar la cima del Aconcagua en 1989 por la vía normal.

No todas las expediciones lograron sus objetivos, por ejemplo, en 1981 J. Alonso Aldama intentó ascender el Hidden Peak, al igual que los de la expedición Karakorum en 1987, y abandonaba el intento por malas condiciones climatológicas. De igual modo, en 1988, una expedición al Kangchenjunga, en la que participó Oiarzabal, fracasó en su intento. Tampoco se hizo cima en 1989 cuando I. Lete y A. Tamayo participaron en la expedición del Baruntse (7.122 metros). Y como miembros de la expedición al Makalu 89, los alaveses J. Oiarzabal y Atxo Apellániz consiguieron el pilar oeste pero quedaron a 100 metros de la cima, a las puertas del tercer ochomil.

En la década de los noventa del siglo XX destacan los escaladores como Eduardo Martínez Lobera, por sus vías escaladas en el Yosemite americano, y el triunfo conseguido en la Patagonia por los escaladores Juan Pedro Álvarez y Alberto Zerain. Zerain es un escalador que ha realizado muchas ascensiones a picos de 6.000 metros en los Andes, el primer alavés que ha hecho el Eiger, el primer alavés en escalar el Everest y también ha subido los ochomiles Makalu y el Lhotse.

El alpinismo alavés entre lo más selecto del estado español a nivel alpino

1990 fue un año de intensa actividad para el alpinismo alavés: M. López, I. Garay y Aitor Álvarez conseguían el Alpamayo y el Huascarán norte en los Andes peruanos. Madinabeitia, junto al madrileño J. Gálvez, realizó una primera escalada absoluta mundial a una nueva vía en el Salto del Angel. A. Miranda intentó en solitario el Huandoy. Distintas expediciones con participación alavesa tampoco alcanzaron el Cho Oyu o el Everest, por el mal tiempo. Sin embargo, Atxo Apellániz, integrante de la expedición de Televisión Española (T.V.E.) para el programa "Al filo de lo imposible", consiguió en el Himalaya el Shisha Pangma Central y repitió el Cho Oyu (8.201 m).

En 1991, Rojo y Díaz de Durana alcanzan el Pumori (7.161 m), intento fallido de Oiarzabal al Kangchenjunga (8.598 m) y A. Miranda y A. Madinabeitia realizan la tercera repetición mundial del "espolón de los noruegos" en el Karakorum paquistaní.

En 1992, se lleva a cabo la expedición científico-deportiva al Nanga Parbat (8.125 m), apoyada por la Diputación Foral de Álava, con Atxo, Ion Armentia, Ruiz de Apodaka y Oiarzabal.

El alpinismo alavés no cesa en su actividad, nuevas generaciones se sitúan entre lo más selecto del estado español. La Federación Alavesa de Montaña, con la colaboración de las instituciones públicas y los clubes de montaña, ofertan programas para dar a conocer la práctica de este deporte y sus diversas modalidades. En 1991 eran 14 los clubes inscritos en la Federación con 1.808 miembros federados.

Las proezas conseguidas por los montañeros alaveses no son sino una consecuencia del trabajo que desde hace años se realiza en Álava. La muerte en la montaña de algunos montañeros experimentados como, por ejemplo, Atxo Apellániz, A. Miranda y Mikel Ruiz de Apodaka, han dejado una profunda tristeza.

A finales de la década de los noventa llegó el éxito de Juanito Oiarzabal, que culminó los 14 ochomiles el 29 de abril de 1999 en la cima del Annapurna. Es el sexto montañero del mundo que ha conseguido coronar las cumbres más altas de la tierra. Ha sido reconocido por sus méritos en numerosas ocasiones. Es miembro de honor de diferentes clubes de montaña, posee una Medalla al Mérito Deportivo y la Insignia de Oro de la Federación Vasca de Montaña-Euskal Mendizale Federakundea, entre otras distinciones.

La Escuela Alavesa de Alta Montaña ha sido testigo de una evolución en la que se ha pasado en tan sólo dos décadas, de escalar con botas rígidas de cuero por las paredes de la escuela de Egino a trepar con pies de gato y vivir toda una revolución en los modernos y más ligeros materiales. A finales del siglo XX y comienzos del XXI, los rocódromos de Ariznavarra y Hegoalde son la cantera en la que practican los jóvenes, que generalmente, dan el salto a la escalada deportiva en las escuelas de Atauri, Apellániz o 'El Convento', en Santa Cruz de Campezo. Iker Pou, Irati Ana y Aitziber Gamazo son algunos representantes de la escalada deportiva.

Los últimos grandes logros de los montañeros alaveses: Juanito Oiarzabal y Juan Vallejo (ha realizado cuatro ochomiles), en el Everest; Alberto Zerain, en el Lhotse; e Iker Pou en las paredes del Frankenjura, son la consecuencia de varias generaciones de alaveses que han vivido la montaña con intensidad.

Por último, para cerrar este breve recorrido por la historia del montañismo alavés, es de mencionar lo realizado por una expedición formada por los alpinistas alaveses Josu Feijoo, Oskar Palacios y José Antonio Estívariz, que alcanzaron en diciembre del año 2000 la cumbre de dos montañas de la Antártida que todavía nadie había pisado. A las montañas, a las que subieron los días 19 y 24 de diciembre, les pusieron los nombres de Nueva Euskadi Peak (1.381 metros) y Gasteiz-Araba Peak (1.581 metros).

En Álava hay tres guías de alta montaña oficialmente titulados: Adolfo Madinabeitia, Luis Ángel Rojo y Juanito Oiarzabal. Asimismo hay bastantes escaladores de alto nivel como, entre otros, Alberto Zerain; Eneko Pou, uno de los alpinistas más completos por su preparación en roca, hielo y esquí extremo; Gorka Hernáez, Natxo Fernández, Iñaki Querejeta, Mikel Ruiz de Apodaka (fallecido en la montaña), Eduardo Martínez, poseedores de un extenso historial en roca, y Juan Miranda, habitual compañero de escalada de Adolfo Madinabeitia, un experto mundial en 'big wall' y artificial.