Esta fiesta está declarada de Interés Turístico Nacional desde el año 1966, y se celebra en la villa riojano alavesa de Labastida. Tiene lugar los días 24 y 25 de diciembre, a las 7 de la tarde. Originariamente se celebraba a las 12 de la noche en la Misa del Gallo, la víspera de Navidad.
Los escenarios son dos: la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la Plaza de La Paz, que alberga a la Casa Consistorial y al templo parroquial, ambos edificios declarados Monumentos Histórico-Artísticos desde el año 1984.
El acto comienza en la Plaza de La Paz, lugar en donde se monta el Portal de Belén. Un niño, vestido de ángel, anuncia el nacimiento del Niño Jesús. Momento en que los pastores cantan villancicos y danzan, invitando a los miembros del Ayuntamiento a que les acompañen al interior del templo para adorar al recién nacido.
Un pastor muy especial, el cachimorro, dirige y guía danzando al grupo de pastores hasta la iglesia. Dentro del templo y durante la celebración de la misa, los pastores y el cachimorro entonan villancicos y danzan en diversas ocasiones.
Uno de los actos más significativos se produce tras las preces, cuando tiene lugar la Adoración de los Pastores por parejas. Estos suben hasta el presbiterio y arrodillándose besan al Niño Jesús, que recibe en ofrenda un corderillo vivo. En la consagración del pan y del vino, en un acto simpático, el corderillo bala tres veces en cada ofrenda, cuando el abuelo le retuerce el rabillo.
Finalizada la misa, todos regresan a la plaza frente al Ayuntamiento y los pastores prenden una hoguera con la paja que llevan dentro de sus zurrones. Al calor del fuego cocinan unas sopitas de ajo y se las dan a comer al Niño Jesús. Recitan nuevos villancicos y danzan alrededor de la hoguera. Acaban despidiendo los pastores al Ayuntamiento.