Jaialdiak-Ekimenak

Adoración de los Pastores de Labastida

Instrumentos sonoros como las castañuelas y palos acompañan los cantos y bailes de los danzantes. También se han empleado panderetas, zambombas, cascabeles, hierrillos y campanillas.

Los danzantes acompasan el baile golpeando el suelo de la plaza y de la iglesia con trancas. Uno de los momentos más significativos de la danza es el de "las pasadillas". Las parejas de pastores pasan de la posición de fila alineada a entrecruzarse, girando al mismo tiempo alrededor unos de otros.

Durante el desarrollo de la danza, el cachimorro pasa entre las dos filas de danzantes y llega hasta la cola del grupo. Estos le siguen de dos en dos. Cambian de orientación, de estar frente al presbiterio pasan a estarlo frente al coro. Avanzan y retroceden, y no dejan de golpear el suelo con sus cayados. La danza se repite en distintas ocasiones durante la misa.

La última danza se ejecuta al final de la representación, en la plaza. Danzan en círculo alrededor de la hoguera, en la cual el abuelo y la zagala han cocinado unas sopas de ajo, hechas con pan duro, agua, aceite, ajos, pimentón, sal y pimientos. Esta sopita la cena primero el Niño Jesús y luego los demás. Danzan en círculo, en sentido contrario a las agujas del reloj.

Las letras de los villancicos están compuestas con estrofas sencillas de cuatro versos, intercalados con un estribillo de cinco. La rima es en asonancia, sencilla y popular. El inicio y el final del auto, saludo y despedida de los pastores al Ayuntamiento, es de clara formación barroca del siglo XVIII. Sin embargo, otras partes como la adoración o el canto en el corro final son más antiguos, renacentistas del siglo XVI.