Parece ser que Puente la Reina surge a partir de un primitivo poblado vascón llamado Gares, al que se agregan los pobladores de otros dos núcleos inmediatos, llamados Murugarren y Zubiurrutia. Sea como fuere, tres son los elementos que han marcado el origen y evolución posterior de la villa: el viejo puente sobre el río Arga, asentado sobre un lugar de paso o vado, el Camino de Santiago, a cuyo abrigo se desarrolló la población, y un recinto amurallado que vino a dar forma a la planificación urbana aquí diseñada en el siglo XII.
El recinto amurallado tenía un trazado rectangular, de 450 x 175 metros. Contaba con una barbacana exterior de tierra y adobe, de 9 metros de ancho, un foso de 30 metros de ancho, dotado de contraescarpa de piedra, que podía ser inundado desviando las aguas del río Robo, y un muro de buena sillería reforzado por 21 torres, que estaban abiertas al interior de la villa siguiendo la tradición tardorromana, y que iban almenadas y dotadas de saeteras. Cuatro portales, situados en cada uno de los lados, daban acceso a la villa, y recibían los nombres de Portal de Suso, en el frente oriental, que mira hacia Pamplona, Portal del Mercadil, al norte, hacia el actual paseo, Portal de San Pedro, hacia el sur, y Portal de la Carnicería, hacia el río, en la cabecera del puente. Los portales fueron derribados hace tiempo, pero buena parte del recinto amurallado pervive hoy semioculto por construcciones añadidas. Pueden aún distinguirse 11 de las 21 torres con que contó en la Edad Media.
El esquema urbano contaba con una vía principal o calle Mayor, que seguía la ruta jacobea canalizando su tránsito hacia el puente sobre el río Arga, flanqueada por dos vías secundarias paralelas a ella, y una serie de calles transversales o belenas que comunicaban entre sí las vías longitudinales creando una estructura ortogonal muy racional.
JAS 2011