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Puente La Reina / Gares

Celebra fiestas de Santiago (25 al 27 de julio). Romerías a principios de mayo y mediados de septiembre, a Gomacin. Celebra mercado todos los sábados del año; feria el último sábado y domingo de septiembre. Carnaval de Puente La Reina. Los carnavales de esta villa se celebraban el domingo y martes precuaresmales. El domingo por la tarde se disfrazaban los jóvenes y algunos casados, quienes se divertían improvisando bromas. Número obligado de estos días era el juego "al higuico". Para ello cogían en la mano el cabo de una varita de cuyo lado opuesto pendía un hilo con un higo atado en su extremo. Golpeando la varita con un palo pequeño que llevaban en la otra mano, ponían en continuo movimiento al higo. Y aquí se presentaba la dificultad para el niño, quien debería coger con la boca el fruto seco. Los "mascaritas" salían de sus domicilios, procurando abandonarlo de la manera más inadvertida posible. El baile solía ser de seis a ocho y en él intervenía parte de la Banda Municipal de Música.

Después del baile los "mascaritas" proseguían el Carnaval y animaban las calles, hasta la madrugada del lunes, salvando el paréntesis de la cena en las tabernas y bodegas, que con su lagar de vino contaban casi todas las casas. El martes de Carnaval se trabajaba hasta el mediodía. Entonces tañían las campanas de las parroquias de Santiago y de San Pedro, que invitaban a fiesta. Repicaban las campanas y los labradores dejaban el arado. Tras la comida tomaban el café en uno de los casinos privados, como podían ser el "Del Obrero", "El Luisiano" y el de "La Armonía", o en un establecimiento público. En estos centros de recreo se reunían los jóvenes y los casados, y a eso de la media tarde salían unos pocos "mascaritas" a jugar "al higuico". Después de baile, igual que el domingo, la merienda en familia o entre amigos, consistía en patas y orejas de cerdo rebozadas, con torrijas de postre. Más tarde, el pueblo se llenaba de "mascaritas" la calle era de estos personajes carnavalescos, que agotaban el tiempo entre la vía pública, la taberna y la bodega. La mujer se hallaba ausente de este Carnaval nocturno, que se prolongaba hasta las dos o las tres de la mañana del día siguiente, Miércoles de Ceniza. Juan Garmendia Larrañaga: "El Carnaval en Navarra".

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