Concepto

Pop-Rock en Euskal Herria

Una significativa fecha rockera donostiarra fue el festival pro grupo Asco en noviembre de 1980, con la presencia de las bandas Puskarra, Globo, Elásticos, TNT, Negativo, Mogollón, Johnny y Los Relámpagos, o los propios Asco. En el mismo año se celebró en la discoteca Mandiope de Itziar (Gipuzkoa) un concurso pop-rock (Primer Certamen de Música y Canción Vasca), en el que participaron gente como Xemen Lazkao, Bingen Zubiria, Begoña Ta Soledad, o los rockeros Zen y Zarama; del que saldría el disco Euskal Musika 80 (IZ). También fue un aglutinante rockero el festival Rock Gaua, organizado en Lekeitio (Bizkaia) durante cuatro años consecutivos. En su cuarta edición (julio de 1980) participaron Itoiz, Zen, Zimel, Negativo, Puskarra y los jamaicanos Cygnus. En 1981 se celebró en Bilbao el festival Lemoiz gelditu, del que salió un disco doble con portada de un mural realizado por el pintor Zumeta.

En 1981 se grabó el primer disco rockero alavés, Harrika hildako mitxeleta (IZ), del grupo Mirotz, formación del valle de Zuia. Una indecisa mezcla de folk ortodoxo por parte de su cantante femenina e ideas seudo rockeras por el lado instrumental. Otra banda vitoriana con disco grabado fue Nahiko. En Vitoria existió el grupo Freak, quienes a pesar de su nombre claramente hippy son considerados como la primera experiencia punk alavesa. También en Vitoria vivió por un corto periodo de tiempo una de las no muchas experiencias rockeras vascas totalmente femenina: Pléyade. La generación local más jevimetalera tuvo expresiones como B.O.2, UTM o Rock D.A.M. Las tres bandas se estrenaron discográficamente en la obra colectiva Descarga Norte. Más grupos duros han sido por ejemplo Osiris, Ekaitz, Lola y sus Mataperros, Ley Seca, A la Fuga, Primavera en Chernobil, etc. The Allnighters han significado el lado rhymth&blues vitoriano.

Además de los grupos alaveses más emblemáticos de orientación punk, que serán nombrados más adelante, sobresalió en la capital alavesa toda una florida escena tropicaloide, amante de los sonidos caribeños como el reggae o el ska : sobre todo Potato, pero también la Banda Municipal de Ska, Korroskada, Kannabis, Kua-troele, o Danba, desde Llodio. Otros músicos no estrictamente rockeros pueden estar representados por el todoterreno Bingen Mendizabal, colaborador de Hertzainak en su día, autor de bandas sonoras como la de la película La madre muerta, y aliado luego con el vocalista vizcaíno Mikel Urdangarin en el experimento Bar Puerto.

En la capital vizcaína y alrededores existió también una alta agitación pop-rockera, con una cierta influencia de la llamada movida madrileña. Con nombres mayores como Rufus, Yo soy Julio César, Los Santos, Cómo Huele (los cuatro con discos grabados), Médanos del Singapur, Primitivos, Nueva Religión, Amas de Casa, Crimen y Castigo, Los Impecables, Isidoro y su Colección de Puertas Plegables y otros muchos.

El puente entre décadas lo realizó en pleno éxito el grupo Mocedades con canciones históricas como Amor de hombre. En él estaba el pionero Carlos Zubiaga o las hermanas Amaya y Estibaliz Uranga, la primera con una larga trayectoria propia, y la segunda en el dúo Sergio y Estibaliz105530.

En una época algo posterior surgió Doctor Deseo, grupo muy personal, aún en activo (han grabado Suspira y conspira en el 2002), con actividad regular, una buena colección de discos a sus espaldas y en el que se han integrado en esta última época un par de ex Hertzainak. Funcionaban con éxito locales como El Garaje, Yoko Lennon's o Cotton's Field, de Sondika, regentado por el animoso promotor Bolo, que fue lugar de encuentro del rockerío local.

Nacieron fanzines varios (Neo Ama de Kass, Sorbemocos, Sintonía Cerebral) y en Algorta surgió Muskaria, publicación musical muy independiente, seria y comprometida con la escena vasca, que creó Roge Blasco, después reportero en Euskal Irrati Telebista (EITB). Roge era componente de los inclasificables Lavabos Iturriaga, grupo en el que también estaba Óscar Amezaga, hijo del conocido intelectual vasquista Elías, y cabeza visible de la iniciativa familiar Discos Suicidas de larga duración. En Discos Suicidas se editó en el año 1983 Sintonía independiente, un disco recopilatorio que daba buena cuenta de aquellos momentos pop-rockeros de Bilbao y alrededores, desde In Extremis a Billy el Niño y Los Fantasmas del Pasado hasta Medanos del Singapur o Zarama.

Gipuzkoa Star, iniciativa de conciertos de la Diputación guipuzcoana, fue el título de otro disco doble, en 1982, que dejó constancia de la existencia en esa provincia de los grupos Ángeles del Infierno, No, Sats, TNT, Asco, Voz en Off, Aristogatos, Jotakie, Males de Parkinson, Mogollón, Los Patos, Casino, Stereo y Laket. Los primeros, hard-heavy desde Lasarte, fueron el grupo que dio la campanada, grabando varios discos y saltando el charco para vivir profesionalmente como rockeros en América. De Aristogatos saldría Mikel Erentxun, fundador más tarde de Duncan Dhu, quizás el grupo pop vasco más exitoso. Mikel y su compañero Diego Vasallo (que tuvo en su día el proyecto Cabaret Pop) prosiguen luego estabilizados caminos musicales autónomos. Jotakie, por su parte, fue un original experimento desde el Urola, uno de los primeros grupos euskaldunes, tras Itoiz, con buen reconocimiento de público y crítica; acumularon varios discos y a finales del 2001 se ha editado una amplia recopilación de sus canciones. La iniciativa de la Diputación guipuzcoana resultó un buen espejo futuro de por dónde se movería la escena poprockera de ese territorio histórico. Otros nombres que pulularon por los antros rockeros donostiarras fueron Tótem, Ave Rock, Aerosol, Optalidón, Vanguardia Civil, Iguales y Tu, Los Soviéticos, No, Mandaeuli, Arde Beirut, Atman, Aníbal, Ya-Yarin y muchos otros.

Antes, el empresario donostiarra Santi Ugarte fue pionero en inventarse el que parece fue el primer sello discográfico independiente del Estado (Santi Records) y una etiqueta estilística (Donosti sound ) con grupos como UHF, Puskarra (que editaron en 1983 el LP Mundo moderno ), Negativo, Asco, Mogollón y otros. Fue una época de alta ebulliución popera alrededor de locales como EL Huerto y de allí saldrían algunos valores juveniles que emigraron a Madrid donde destacaron en los tiempos de la llamada movida. Sobre todo el ya desaparecido Ignacio Gasca Poch y Alejo Alberdi (La Banda Sin Futuro, Ejecutivos Agresivos, Derribos Arias) y también Ángel Altolaguirre (Negativo, Dinarama, Ángel y Las Guais) o el bajista Rafa Balmaseda (Parálisis Permanente). Ugarte organizó muchos de los grandes conciertos internacionales de San Sebastián y fue el artífice de la sala El Autódromo, que funcionó activamente durante algunos años en Lasarte. Otra promotora donostiarra posterior fue Txalupa, primero dedicada al folk, después metida en grandes conciertos internacionales, y finalmente y hasta nuestros días, más residual y especializada en conciertos internacionales de rock duro.

También se inauguró un concurso donostiarra por Semana Grande que fue aportando más nombres a la historia del pop-rock local: La Vieja Escuela, Oklahoma, Speed (con varios discos), JZK (del Goierri y con un disco subvencionado por la Diputación), etc. Nombres donostiarras con discos grabados fueron Exocet, GATA (de donde saldrían 21 Japonesas y el solista Josetxo Bengoetxea), Teniente Bluxberry, La Cofradía, Frisco Jenny, Vidas ejemplares, La Dama Se Esconde (primero Agrimensor K), De Picnic y otros.

Nombres rockero-sinfónicos guipuzcoanos fueron Globo, Mariposas Rapaces o Rivendel. Y entre los grupos heavies existieron Thor, Caid Deceit, Leize, Kalean, Rabia (todos con discos) y bastantes más, antes de que el género se readecuara a los cambios estilísticos internacionales dando paso a grupos de thrash, speed y otras variantes metálicas como Anestesia, Brigada Slam, Estigia, etc., también con discos editados. El fanzine pasaitarra Breaker fue un militante agitador del tema.

Tambien arribó a nuestras tierras la prisa rítmica del hardcore, con parada y fonda particulares en Tolosaldea (Ruido de Rabia, Último Gobierno, Tortura Sistemática, Eizen, Autodefensa, Bukaera, BAP!, etc.). Un influyente proyecto intermedio fue M-ak, que debutó discográficamente en 1984. En él estaba el ex Hertzainak Xabier Gama Montoia (además de rockero, escritor, con varios discos y libros propios) y el técnico de sonido y guitarrista Kaki Arkarazo, que había estado en Laket y al que luego se le encontrará con Kortatu, Negu Gorriak o Nación Reixa y como responsable de numerosas producciones discográficas. En el Urola guipuzcoano hubo un núcleo rockero, ni duro ni popero, en un término medio más power pop, alrededor del grupo Jotakie, con varios discos grabados y derivaciones como Dirección Obligatoria. Más otros nombres como Akraton. Del Goierri salieron Burbuil-JZK o el más prolífico Ancha Es Castilla (ambos con disco), Sats, Vida Atlántica o Vudu. Y en Leintz-Gatzaga, Hor Konpon, también con disco. O en Oñati con Saz Le Bolo. De Legazpi eran Ziper, cuyo cantante Gari pasaría luego a los vitorianos Hertzainak y ha grabado varios discos propios. En Errenteria-Pasaia sonaron Ana y Los Lobos, Black Metal, Infarto, TNT, etc. Y de la villa galletera eran Txangot, que grabaron en el año 1986 el disco Negu nuklearra y Para Lelos, que también dejaron discos grabados.

Por el lado más experimental existieron espacios creativos como TOL (de Elgoibar, con disco subvencionado), ADN, Fernando Matamoros, La Afición, Dúo Estático y otros. Agrimensor K (San Sebastián, del que saldría el exitoso grupo pop La Dama Se esconde), Cancer Moon (Eibar-Bilbao) o El Desván del Macho (Arrasate), todos con discos, podrían representar un pop-rock algo menos convencional en cuanto a esquemas estilísticos.

De la desaparición de los pioneros Tocamás (grupo siempre reivindicado por el influyente Enrique El Drogas, de Barricada, como su influencia más cercana) nació Fuletamol (porro y vino en argot de la Navarrería), del que luego saldrían Los Motos y más tarde Fiebre. Amantes del llamado power pop, con Motos sacaron un single y Fiebre llegó al disco grande. Siempre con el veterano Toño Muro al frente, y con los hermanos Mariano y Patxi Goñi, metidos en negocios disqueros familiares con la pionera casa Soñua, luego escindida en Nola! y Oihuka; ésta a su vez absorbida por la histórica donostiarra Elkar, de la que los Goñi desertarían para formar GOR Diskak. Barricada fue y sigue siendo el gran grupo navarro de rock por excelencia. Antes habían existido pioneras agrupaciones punkis como Tensión, de Burlada, que encabezaba Josetxo Ezponda, personaje del rock local que luego crearía los rompedores Bitxos, con varios discos. De aquellos ambientes callejeros "radicales" nacería un buen número de grupos. Sobre todo los gamberros Tijuana In Blue, con varios discos grabados.

También tuvieron discos Zarrapo o Kontuz Hi! en grabaciones compartidas, Malos Tratos, el triple de los heavies Eros-Tubos-Camelot, los también heavies Sparto, Mephisto, Mugre, Iñor-Ad Hominem, Zenzerrock, Línea 2...; el rock "urbano" de los altsasuarras Los Del Rayo, los ganadores de un concurso del Gobierno foral Taxi Karlo, etc. Más nombres de grupos navarros fueron los punks de la Txantrea Porkería T, Mala Fama, Escarabajos, Sátira, Desafío, Síndrome del Norte o Gandalf, entre muchos otros.

Belladona fue el primer grupo navarro enteramente femenino, después trasformado en Matraka. De él saldría Aurora Beltrán que creó los respetados Tahúres Zurdos, con larga historia discográfica. Además de ellas, y de las ya mentadas Vulpes (Bilbao) o Pléyade (Vitoria), hubo chicas rockeras en Malicia, Ortopedia Ocular o en las donostiarras Hijas de la Cloaca. En un plano bastante menos punkarra han existido solistas como la bilbaína Fania, con discos grabados.