Vecindad. En 1052 tenía un barrio del mercado, que se celebraba los jueves y un barrio de tenderías, todas ellas propiedad de judíos y de francos. Destacábase en Nájera la iglesia de Santa María la Real que percibía la cuarta parte de las rentas del mercado. Fue construida la iglesia gracias a la generosidad del rey navarro García el de Nájera (1035-1054). Era de estilo románico. También destacaba el palacio-castillo residencia de Sancho el Mayor. El mercado abastecía no solamente a los habitantes de la ciudad sino también a los peregrinos. Su carácter de Corte y residencia de reyes le daba atractivo e importancia política. En ella se reunían los magnates y obispos y se tomaban las decisiones más importantes. Su población estaba formada por francos, judíos y naturales. Pero, a su vez, éstos ofrecían el relieve de las clases sociales imperantes en el Reino, que se agrupaba por calles. Por arriba figuraban los infanzones, caballeros o milites; les seguían los comerciantes, generalmente francos como los había en otras ciudades del Reino de Pamplona, lo mismo que judíos y castellanos, a los que se denominaba homines; y finalmente, la gente del campo dedicada a la agricultura y muy especialmente a la viña. Sufrió Nájera las vicisitudes de las guerras al compás de las ambiciones castellanas cada vez que invadían la Rioja.