Poetas

Múgica Celaya, Rafael

El tópico en cambio ha reducido esa complejidad de Celaya a la línea estrictamente realista de su poética. Es la poesía más difundida de este autor, pero no es su obra más consistente. Su obra de mayor acento realista, de querencia directamente política, social, histórica, la encontramos en sus cantatas, ese minigénero de la poesía dramática, que Celaya ensayó para hacer algunos planteamientos dialécticos. Aunque luego hablaremos de esta cuestión, conviene señalar que sus cantatas Lo demás es silencio (donde aparece un conflicto interior entre el existencialista y el marxista), Las resistencias del diamante, Vías de agua, o El derecho y el revés, componen la parte fundamental de esa corriente. ¿Qué son, en cualquier caso, esos cuatro libros, ampliables a seis o siete, si se quiere, en el conjunto de su centenar de obras publicadas?.

Ya en 1962, antes de publicar El derecho y revés , advertía Celaya, en el prólogo de la antología que editó Giner, del riesgo que corre todo escritor a quien le alcanza el tópico: "La desgracia de un autor consiste en que se le suele encasillar muy pronto, y diga lo que diga o escriba lo que escriba, a partir de ese momento, sólo se le ve según una leyenda o según un esquema simplista". Hacía el poeta esfuerzos para defender la complejidad y condición múltiple de su obra.

Tras las etapas existencialista y surreal señaladas, en Celaya aparecen otros registros, no menos variados y ricos. Concebidos, por ejemplo, como una manera de aplicar esa noción realista a las vivencias particulares de la cultura vasca, el poeta nos daría libros como Rapsodia eúskara (1960) o Baladas y decires vascos (1961-63). Pero muy pronto le vemos haciendo ejercicios de realismo mágico en Los espejos transparentes (1968), o conjugando experimentalismo y poesía concreta en Campos semánticos (1971). Y ahí está también ese libro juguetón y neo-creacionista, Maquinaciones verbales, escrito en 1969, que, como el propio autor ha confesado sin reparos, quiso ser un plagio de Versión celeste, de Juan Larrea.