Si dentro de las artes aplicadas los trabajos profesionales de Obdulio son plurales, con múltiples ramificaciones, en cambio, su trayectoria como pintor resulta de más fácil encasillamiento. Posee una producción pictórica estable marcada por una evidente unidad, y un estilo definido, consecuencia directa todo ello de una misma y continuada actitud mantenida casi de manera invariable a lo largo de los años.
Sus orígenes pictóricos se hallan en los fundamentos de la academia; una pintura de paisaje, y de flores, que se acomoda a los presupuestos realistas, con un dibujo preciso de contornos nítidos y limpios. Tal como corresponde a un dibujante de férrea y ortodoxa disciplina. Ello no impide que en ocasiones impresione escenas urbanas o rurales ligeras de toque; con pincelada suelta.
Plasmó vistas de villas y pueblos alaveses, atendiendo a elementos distintivos de referencia; resultaron muy divulgadas las amplias panorámicas del extrarradio vitoriano con sus huertas, campos vecinales, caminos de tierra, hileras de chopos, etc... Panorámicas recogidas en una primera impresión al "plein air", y otras terminadas posteriormente en el taller.
En sus últimos años se vincula profesionalmente con Industrias Mendoza.