Municipios

Irun

Beneficencia y sanidad

Cerca de la parroquia, a la orilla del río Bidasoa, hubo en lo antiguo un hospital de la advocación de Santa Margarita, cuyo destino era el de acoger a los pobres del mismo pueblo, así como también a los peregrinos transeúntes. Destruido en la entrada del ejército francés del año de 1638, el general D. Sancho de Urdanibia por su testamento otorgado en Cádiz a 13 de setiembre de 1644 mandó se reedificase con una parte de la herencia, que legó para el efecto. Nombró por patronos de este piadoso establecimiento a Sebastián de Urdanibia y en su falta a los herederos del mismo a una con el rector de la iglesia parroquial de esta villa. Consiguiente a esta disposición testamentaria, se levantó el nuevo hospital, si bien en distinto sitio: en cuya forma ha seguido hasta hace algunos años, en que la villa nombró una junta de beneficencia, que le gobierna. Este establecimiento se ha mejorado considerablemente con los fondos que le ha proporcionado la herencia de D. José Peña, hijo de la misma villa, que falleció hacia el año 1848.

Gracias a la liberalidad de este honrado bienhechor, se pueden acomodar y sostener en este hospital unos cincuenta pobres; cuyo gobierno se ha puesto después al cargo de las hermanas de la caridad. Para atender los servicios de beneficencia y sanidad, a principios del siglo XX disponían los iruneses de once médicos y cinco farmacias, y el citado asilo-hospital fundado por el general Sancho de Urdanibia que fue declarado establecimiento municipal por una R.O. de 3 de octubre de 1884, y desde entonces han mejorado notablemente todos los servicios inherentes a una institución de este género. En 1898 se inauguró la capilla instalada en pabellón aislado; dos pabellones más se instalaron en 1899, y en 1915 otro destinado a lavadero con estufas de desinfección, que fue construido merced a la caridad particular. Actualmente, en 1983, funcionan en Irún el Asilo-Hospital, situado en la Plaza Urdanibia, municipal; la Clínica de Ntra. Sra. del Juncal, particular; la Estación Sanitaria Fronteriza, estatal, y la Cruz Roja Española, en el Barrio de Behobia y su hospital en la calle de Fuenterrabía. Amén del Ambulatorio de la S. S. con su correspondiente Inspección médica.

Ayuntamiento, servicios sociales

Además de la Administración de los mismos cuenta con las dependencias de Asistencia social, Ayuda a domicilio 3.ª edad, Club para la 3.ª edad, Centro Materno infantil, Asilo, y Salud mental.

Servicios de sanidad e higiene

En 1909 el señor Larrañaga, alcalde de Irun, proponía al ingeniero de caminos señor Sarasola el estudio de un plan de saneamiento de la población. Al año siguiente, 1910, la Junta Provincial de Sanidad propuso al gobernador civil, quien así lo aceptó, la agrupación de Irun y Hondarribia para la creación y sostenimiento de un laboratorio de análisis. En 1915 la Junta de Sanidad prohibía la existencia de pocilgas en las casas del casco urbano y recomendó el uso de cajas para la recogida de basura que estuvieran herméticamente cerradas. Irun contaba con un médico-inspector municipal de Higiene y Sanidad que fue amortizado en 1924. En agosto de 1925 el ayuntamiento aprobaba el Reglamento de Sanidad. En 1935 se procedía al saneamiento de los terrenos de Playaundi.

En 1966 ejercían Medicina en la ciudad 43 médicos de Medicina general, dos oftalmólogos, siete odontólogos, diez farmacéuticos, dieciséis practicantes, una profesora de partos y dos comadronas. En 1969 el inspector farmacéutico municipal señor Loidi publicó un "Estudio de la potabilidad del agua del río Bidasoa". En 1971 se dió un caso de cólera al otro lado del Bidasoa por lo cual se dispuso la vacunación obligatoria a los trabajadores fronterizos recomendándolo a los turistas. En 1972 se reunieron en la Casa Consistorial elementos representativos de las diversas actividades de la ciudad para tratar el problema de contaminación de las aguas y toma de medidas sanitarias. En 1975 se insistía en la necesidad de cubrir los canales Artía y Dunboa por motivos sanitarios.

Servicio de agua corriente

La primera traída de aguas se hizo en 1851 , instalando diversas fuentes, y en 1877 se renovó y amplió aquélla, distribuyendo el agua a domicilio. Posteriormente, a medida que las necesidades de la población aumentaban, se han ido haciendo las instalaciones correspondientes. El agua es suficiente y de buena calidad procedente de las regatas de Meakar y de la Cascada. Su potabilidad la da el análisis de las mismas: la de Meakar ácido carbónico libre, nada; carbonatos, nada; sulfato y cloruro de calcio, 0,0139 por litro; sales de magnesia, 0,0248 por litro. El agua de la Cascada da este resultado: grado hidrotimétrico, 1,6; grado hidrotimétrico persistente, 1,25; residuo fijo seco a 180° 0,052; materia orgánica, en ácido oxálico, nada; materia volátil, 0,007; cloro, 0,006; oxígeno disuelto, 0,007; nítricos, nada; amoniaco, indicios. Posteriormente, con las nuevas demandas modernas, las ampliaciones han sido efectuadas.

Así, en 1941 el ayuntamiento presupuestó 539.788 pts. para el arreglo y reforma de la red de abastecimiento de agua potable. En 1959 el ministerio de Obras Públicas se comprometió al abono de la parte correspondiente del abastecimiento de Irún y Fuenterrabía, que en 1965 se compensaba con el derecho a peaje del puente a favor de Irún. El agua procedía de regatas situadas en las laderas de las Peñas de Aya como Txirriña, Iturburu, Epelea, Urdinagui, Uranzuri, Meakar, Potzuetakogana, Meazuri, Irusta, Erlaitz, Agozarreta, Domiko, Soroya, etc. Se hizo un estudio sobre la calidad del agua del Bidasoa para el consumo. En 1970 el ayuntamiento aprobó la segunda fase del proyecto de abastecimiento de aguas mancomunado presupuestado en 75.187.382 pts. En 1976 el Consejo de Ministros aprobó la segunda fase del proyecto de conducción de aguas desde el embalse de San Antón con cargo a los presupuestos del Ministerio, Diputación y Ayuntamientos de Irún y Fuenterrabía.

Del alumbrado de aceite al eléctrico

A comienzos del siglo XIX, concretamente en 1813, el alumbrado público de Irun se reducía a trece faroles de aceite que se encendían las noches sin luna. En 1858 se sustituyó el aceite por el schiste, un aceite mineral que se traía de Francia. Años más tarde se mejora la iluminación de calles y plazas mediante petróleo. Pero la novedad asombrosa fue la instalación de la luz eléctrica entonces desconocida en la ciudad. En 1882 la casa inglesa Hammond and Company instaló en la plaza de Urdanibia una central eléctrica que costó 64.000 pesetas. El día de encendido general fue un día memorable y maravilloso para los iruneses. El júbilo no podía durar mucho. El equipo eléctrico movido a vapor, costaba mucho, salía caro. Resultado: la vuelta al petróleo en 1883. En las casas se usaban velas y, más tarde, un nuevo invento, el quinqué, industrializado por el francés Mr. Quinquet.

Estos novísimos aparatos se compraban en Bayona y el petróleo se importaba por Pasajes. En 1891 se encendían en Irun por las noches 84 farolas de petróleo. La fecha memorable iba a ser 1895 ya que el ayuntamiento se decidió y construyó una instalación de alumbrado eléctrico gastándose 237.000 pesetas de entonces. Como era de esperar, las casas particulares fueron adoptando el nuevo servicio. En 1898 Irun aparecía iluminado públicamente por 136 lámparas de 16 bujías entonces algo insólito. En 1902 el ayuntamiento decidió sacar a pública subasta la concesión del suministro de alumbrado eléctrico quedándose con la fábrica don Santiago Lalanne, único postor, por 76.932 pesetas. Nacía la Electra Irún-Endara. El 31 de diciembre de 1953 se traspasaron los servicios a la gran empresa Iberduero dando satisfacción a la gran demanda de la creciente población.

Servicio de teléfono

En diciembre de 1908 firmaba el rey don Alfonso XIII un Decreto autorizando a la Diputación de Gipuzkoa el establecimiento del servicio telefónico en la provincia, concesión que estuvo vigente hasta 1949 en el que se traspasó a la Telefónica Nacional. El ayuntamiento de Irun autorizó a su vez a la Diputación para la instalación de un teléfono público en el bajo del edificio de la Alhóndiga y del Colegio de San Luis, frente al mercado. Esto ocurría en 1909. Muchos años más tarde, en 1930, la Directiva del Colegio de Agentes de Aduanas se dirigió a la Diputación Provincial solicitando la instalación del teléfono automático, lo que igualmente hizo el ayuntamiento. El año anterior, en 1929, en junio, se habían inaugurado las nuevas líneas telefónicas entre Irun y Hendaya.

Correos

Irun aparece citada en la primera relación de oficinas de correos conocida, publicada por Bernardo Espinalt en 1775, junto con Bilbao, Pamplona, San Sebastián y Vitoria. En el reglamento que organiza el correo en 1779 aparece como dependiente administrativamente de Vitoria, pero encuadrada en la demarcación vizcaína. La principal línea de postas de Madrid a Francia salía por Irun. En 1855 aparece el fechador con la inscripción "Irún-Guipúzcoa". La Real Orden de 2 de noviembre de 1855 eleva su administración a la categoría de principal. Durante la guerra carlista se utiliza la marca Lastaola-Correos-Guipúzcoa en los años 1874-75, correspondiente al caserío Lastaola cercano a Endarlaza.

Movilización y transporte

Los primeros automóviles. La sustitución del coche de caballos por el automóvil fue una audaz innovación que causó gran interés en presenciar su paso por la calle. Eran autos altos y cortos, abiertos y sin parabrisas, ocupados siempre por verdaderos personajes del nuevo deporte y medio de transporte. Las carreteras, sin asfaltar, daban lugar a una gran polvoreda mientras pasaba uno de estos automóviles. Se señala que el primer auto de alquiler que circuló por Irun fue el de Angel Polo, el año 1906. Los primeros camiones comenzaron a circular después de la guerra de 1914. En 1903 se anunció una sensacional carrera París-Madrid que fue suspendida por los accidentes sufridos en la primera etapa hasta Burdeos.

Municipio, partido judicial de San Sebastián. A comienzos de siglo, hacia 1916, Irun tenía 2.400 electores que elegían 19 concejales que deliberaban sobre las funciones administrativas en la Casa Consistorial, situada en la plaza de San Juan. Es un hermoso edificio levantado sobre sólida arcada; además de la sala de sesiones y otras dependencias muy decorosas, tiene un salón de actos de 22 m. de largo por siete de ancho, cuyos balcones se abren sobre la citada plaza, y el archivo instalado en lujosa estantería. Se inauguró el edificio el 1 de enero de 1763 y la hermosa escalera que da acceso al mismo se construyó en 1903, con motivo de la celebración de las Fiestas Euskaras. El ayuntamiento en 1983 cuenta con las siguientes dependencias: Alcaldía, Bomberos urgencias, Inspección urgencias; una Secretaría con secciones para quintas y estadística, Registro y Archivo; un Departamento económico, con las secciones de Contabilidad recaudación y Rentas y exacciones; Seguridad ciudadana y la sección de Bomberos Inspección; Empresas y servicios con siete secciones, Administración y compras, Guarda montes, Mercado Matadero, Cementerio, Servicio de aguas, Central Ibarrola y Vertedero controlado; un Departamento técnico y la sección Urbanismo y obras brigada; una dependencia de Servicios sociales con siete secciones relativas a Administración, Asistencia Social, Ayuda domicilio 3.ª edad, Centro Materno Infantil, Asilo y Salud Mental; y, finalmente, la dependencia de Enseñanza y Cultura con secciones dedicadas a cada una de las escuelas e ikastolas, centros culturales y deportivos.

Villa, independiente, 86 fuegos. El gobierno municipal antiguo de Irun fue ejercido por tres diputados, que al propio tiempo eran jefes de su gente armada con título de capitán, cabo y alférez, y dos jurados, Después que obtuvo la exención constituyó un ayuntamiento compuesto de un alcalde, tres regidores, un síndico procurador y dos jurados, a semejanza de otros pueblos. Las primeras ordenanzas municipales con que se rigió fueron hechas en el año 1785: pero habiendo demostrado la experiencia que no eran conformes a las circunstancias posteriores, recurrió en el de 1804 al consejo de Castilla solicitando algunas reformas, aunque no en puntos sustanciales. Presentadas en esta forma, las aprobó el consejo, librando para su cumplimiento la competente real provisión en fecha 12 de diciembre del mismo año. Estas ordenanzas constan de noventa y ocho capítulos, según los cuales el ayuntamiento debía componerse de un alcalde, un síndico procurador general, tres regidores y un jurado mayor, a cuyo cargo debía estar todo el gobierno económico y militar del pueblo u una con los diputados del común.

Además, para suplir las ausencias, enfermedades, impedimentos, o para el caso de muerte del alcalde propietario debía haber un teniente del mismo. La elección del alcalde, teniente suyo, síndico, regidores y jurado debía hacerse el día 1.º de enero de cada año por siete electores sacados a la suerte de entre los vecinos nobles hijosdalgo de la villa concurrentes, guardando el hueco de dos años para la reelección. Constituido de esta manera el ayuntamiento debía, proponer anualmente al corregidor una terna para el tesorero de los propios, haber y rentas del concejo, y nombrar un mayordomo de la iglesia parroquial. Las demás disposiciones son concernientes a puntos de administración, policía urbana y rústica, abastos y otros semejantes, cuya relación detallada sería aquí muy prolija. Esta organización municipal cambió mediante el establecimiento de la ley de ayuntamientos del 8 de enero de 1845; con arreglo a la cual, el de esta villa se compone de un alcalde, de dos tenientes de alcalde y trece regidores. Sus procuradores ocupaban en las juntas generales y particulares de la provincia el séptimo lugar a mano derecha del corregidor.