Monarquía y Nobleza

Íñigo Íñiguez Arista (versión de 1986)

Ya anciano, rayando los ochenta años, se le declara una parálisis de la que no había de recuperarse hasta la muerte. Este dato lo da Ibn Haiyan sin decir si esa parálisis se derivó de las heridas sufridas en la acción de 843. En estas fechas, figura ya como rey pamplonés, de hecho, su hijo García Enekez o Iñiguez. Es probable que el Rey se hubiera retirado al monasterio de Leire, lugar tranquilo y seguro, al que favorecía, y quizá también cuna de la monarquía vascona. Leire, y sus valles pirenaicos, fueron las primeras tierras de Eneko «Arista» cuando se fraguaba el nacimiento del Reino. Un documento del 852, copia, y de dudosa autenticidad, hace concurrir a Eneko «Arista» a un solemne y postrer acto del traslado de los cuerpos de las Vírgenes Nunilona y Alodia a Leire, recordando las palabras que tanto el Rey como el obispo Wilesindo pronunciaran en esa ocasión. Sea lo que fuere de la autenticidad del documento, lo que en él se dice es eco indudable de algo cierto e histórico. Dentro del año 852 en que muere también Abd al-Rahman II y triunfa Carlos el Calvo en Francia y Aquitania, dejaba de existir el rey Enneko Ennekez «Arista o Aritza», «El Vascón».

Bernardo ESTORNÉS LASA