Región del Deba. La cabecera de esta región la forman las sierras de Arantzazu, Zaraya y Elguea, valles de Léniz y Aramaio (A). En San Prudencio, más abajo de Mondragón, el Deva recibe las aguas de la cubeta de Oñate colectadas por el río Aránzazu. El río Deva pasa por Vergara y Placencia, abriéndose paso entre abruptas montañas. En Málzaga se le une el Ego procedente de Eibar. El desfiladero abrupto continúa hasta Elgóibar, Alzola, Mendaro y Deva. Como podremos apreciar recorriéndola, esta región es más cerrada que la del Oria, más montañosa. Las zonas más amplias son las de Oñati, Bergara y Valle de Leintz. La más estrecha la de Soraluze. La importancia de esta región está en su gran industria. El ramo de metales desde los altos hornos hasta la manufactura diversa, tejidos, etc. El valle de Léniz, con Eskoriatza, Arechavaleta y Mondragón, tiene una importancia industrial casi comparable a la de Soraluzea, Eibar y Elgoibar, siendo Eibar la ciudad más industrial de Gipuzkoa. Oñati y Bergara nos presentan una variedad más equilibrada, con más complemento agrícola. Deba es la playa de la zona, la salida expansiva al mar. La zona rural que rodea a Arechavaleta y el poético valle de Aramayona (A) son un respiro para esta zona fabril del valle de Leintz. Esta enorme concentración humana del tramo Escoriatza- Aretxabaleta-Arrasate-Bergara tiene a su disposición un escape: a unos minutos, los espacios abiertos de Alava. Oñati posee, como un inmenso parque, las bellezas de Araoz, Aránzazu y Aitzgorri. A Arrasate le queda a mano el Udala y la entrada a Bizkaia por Elorrio. Eibar y Soraluze pueden traspasar Areitio por Ermua, que participa de esta zona del Deba, y recrearse con la belleza del Duranguesado. De Eibar y de Elgóibar pueden penetrar fácilmente en la zona alta de las cercanías de Markina, en Bizkaia.