Concepto

Ferrocarriles (versión de 1982)

Tudela-Bilbao. Urgía la realización de un enlace ferroviario entre Bilbao y Castilla, ya que la construcción del Ferrocarril del Norte y del Alar-Santander, que ponía en comunicación un puerto secularmente rival del de Bilbao con la Meseta, amenazaban aislar a la villa dejándola convertida en un puerto de segunda categoría. La "Junta General de la Propiedad de la Villa", creó, en marzo de 1856, una "Comisión para el Ferrocarril Vizcaino" en la que intervinieron la Diputación, Ayuntamiento y Junta de Comercio con objeto de estudiar una solución definitiva al problema del ferrocarril. En mayo de aquel año se comenzó a trabajar, juntamente con diputados riojanos, en la idea de unir Tudela a Bilbao por Logroño, lo que entrañaba el enlace ferroviario de Bilbao no sólo con Madrid sino también con Zaragoza y Barcelona, y convertía al puerto de Bilbao en exportador de los productos de la Rioja. En una misma Ley, de 9 de julio de 1856, aparecen la concesión de los últimos tramos de la línea Madrid-Irún al grupo de los Pereire y la autorización de subasta de la Tudela-Bilbao. Dos años más tarde se creó la "Compañía del Ferrocarril de Tudela a Bilbao", esta vez con un sólido respaldo financiero y económico: la industria y la navegación estaban en auge en la ría y trabajaba ya el Banco de Bilbao. El capital social fue suscrito en Vizcaya y Rioja principalmente. Sobre un proyecto antecedente del ingeniero D. Calixto Santa Cruz elaboró el definitivo Mr. Charles Vignoles. A mediados de 1858 dio comienzo la construcción del ferrocarril, inaugurándose el 1 de marzo de 1863 el tramo Bilbao-Orduña, en el siguiente abril hasta Miranda y en agosto el resto de la línea, Miranda-Castejón. En total fueron 249 kms. construidos en cinco años. El ferrocarril penetra en Alava a poca distancia de Miranda, se cruza con la línea de Francia y asciende por el Valle del Bayas, cruzando varias veces el cauce. Al llegar a Izarra, 34 km. de Miranda, comienza la subida a la montaña de Gujuli, atravesándola por un túnel de 283 m., cuya salida está a 623 m. sobre el nivel del mar, comenzando el descenso que lo llevará hasta Bilbao. Tras la estación de Lezama la vía férrea tuerce al Oeste y después al Sur, retrocediendo unos 10 km., perdiendo continuamente altura en pendiente que no sobrepasa el 1 1/2 %. Al final de un enorme rodeo, de 21 km., efectuado en parte en el enclave vizcaíno de Orduña, pasa la línea a tan sólo 2 km. de distancia de sí misma. A 70 km. de Miranda llega a Amurrio. A partir de este punto el trazado se hace algo más suave, penetrando de nuevo en Vizcaya tras la estación de Areta. Por Miravalles, Arrigorriaga y Basauri llega a Bilbao, finalizando en la estación de Abando. Con un capital de 137 millones de reales, la Compañía hizo frente a unos gastos de primer establecimiento de 281 millones, por lo que se vio sometida a excesivas cargas financieras. En 1866 se declaró en suspensión de pagos. La Compañía del Norte bloqueó además el tráfico de mercancías, creando tarifas preferenciales para desviarlo hacia San Sebastián, Pasajes o Santander, de modo que a los pocos años la Compañía de Bilbao-Tudela se vio obligada a claudicar, siendo absorbida por el Norte el 28 de marzo de 1878.