Concepto

El día de Corpus Christi en Ipar Euskal Herria

En la mayoría de los pueblos de Iparralde, a comienzos del siglo XX, las procesiones del Santo Sacramento las acompañaba la guardia nacional. Por ello, la juventud no tenía posibilidad de entrar en la iglesia y bailar en procesión. Poco a poco, el ámbito de la fiesta del Corpus acompañada por la juventud "amortajada" fue desapareciendo, tanto en occidente, como en oriente, hasta la angosta zona interior de la actual Baja Navarra y Lapurdi. En Cambo y Uztaritz, a partir de 1925, los soldados no salieron en más ocasiones a acompañar a la procesión. En Cambo, en 1933, acompañaban a la procesión 80 jóvenes del patronage vistiendo medias blancas. En la zona costera de Lapurdi, paulatinamente abandonaron la costumbre. En 1951, por ejemplo, en Arbona o Donibane Lohitzune, las procesiones las acompañaban las fanfarrias del pueblo, pero sin guardias. En Hazparne tampoco salían los guardias. En Senpere, sin embargo, la juventud seguía las procesiones con armas9. Por influencia de Hegoalde, en 1956, en Ziburu, las procesiones de las fiestas del Corpus las acompañaban los txistularis: "no tienen el sonido de los clarines" comentaba el periodista de Ziburu, "pero creo que acaso son más propias para la oración"10. En el mismo año, en Makea, organizaron fiestas del Corpus a la antigua usanza, completando quienes tenían más de 30 años un segundo grupo "amortajado". Posteriormente, la zona de Amikuze, Garazi y Baigorri, poco a poco, a su criterio, establecieron una fiesta del Corpus amortajada. J-M Guilcher demostró en 1972 que las fiestas del Corpus bailadas todavía se celebraban en 11 lugares del interior de Lapurdi, Arberua, Ortzaize y Amikuze y que en otros 14 pueblos de Lapurdi-Baja Navarra el recuerdo del ritual bailado está todavía vivo. El mapa de Guilcher, poco o mucho, es válido al día de hoy. Mientras tanto, muchos pueblos (Armendaritza y Donamartiri, entre otros) abandonaron la costumbre y nuevamente la recuperaron en la década del 2000. En el año 2008, en unos 12 pueblos de la zona que va de Itsasu a Bithiña, han incorporado la costumbre de la forma antigua. En otros muchos pueblos, a pesar que no salen "guardas", han asumido la procesión con la totalidad del resto de los elementos. En Donibane Lohitzune, en el año 2008, la mayoría de la simbología de hace tiempo aparecía en fiestas del Corpus: el palio, sábanas blancas en las orillas de las calles, ornamentadas con hojas, con hierba al paso de la procesión, medio cubierta por una tela blanca, larga y cerrada, con altares en las calles, música ...11

En la década de los 1990, surgió una reflexión en torno a la fiesta del Corpus, especialmente impulsada por los clérigos. Algunos comenzaron diciendo que las armas no tenían lugar en la iglesia. Anteriormente, muchos curas se posicionaron en contra de la fiesta por ser contrarios a la danza y a la música y no por aspectos meramente militares. En los años 90 la argumentación se encaminaba hacia el otro lado. El padre Etxehandi, en 1989, realizó una valiosa investigación en la que demostraba que la fiesta del Corpus no sólo era una fiesta militar sino que esencialmente era una fiesta danzada y florada para gloria de Dios, en donde se mezclaban los muchos símbolos mencionados anteriormente, sobre todo los naturales y cósmicos (Etxehandi, 1989). Dentro de esa tendencia, en algunos pueblos que tenían perdida la costumbre crearon un ritual, mezclando vestidos y danzas de Iparralde y Hegoalde, como en el caso de Ezpeleta, a partir del año 1992. En Uztaritz también se inició algo. En los pueblos que conservaron la costumbre se avivó la discusión: ¿qué modificar?, ¿incorporar la danza pero suprimiendo las armas?, ¿modificar las banderas francesas?, ¿para sustituirlas con cuáles?, ¿con las banderas de la diócesis?, ¿cómo introducir a las mujeres en el ritual?. Según los lugares, procedieron a modificaciones muy sencillas, pero, en general, en los lugares en los que pervivía la costumbre, siguieron sin variación.

Tuvo lugar otra importante modificación. Secularización, quiere decir el alejamiento de la sociedad respecto de la religión, que aunque tarde, llegó en algún momento a Euskal Herria. El cómputo de los que acudían a misa cada domingo iba disminuyendo, especialmente entre los jóvenes. El número de curas tampoco iba en aumento, por no mencionar el de los seminaristas vascos. Lo que ocurrió hace tiempo en otras comarcas de Francia, ocurrió también aquí. En la década de los 90, las parroquias necesitaron agruparse y los curas comenzaron a celebrar la misa en los pueblos periódicamente. Entre tanto, en muchos aquellos pueblos que conservaban la fiesta del Corpus la adhesión de la juventud era mayor que nunca. Muchos curas consideraban un contrasentido ese fervor por parte de la juventud a favor de la fiesta religiosa que tenía lugar durante dos domingos al año y el hecho de no asistir a la iglesia el resto del año. En algunos pueblos, los jóvenes desearon restaurar las vísperas, o salir nuevamente en las octavas, pero el párroco no se mostró a favor de ello. En otros lugares, los curas consideraron, desde un punto de vista filosófico, que era mejor tener a los jóvenes al menos una vez al año que nunca. El significado original o heterodoxo de la fiesta, se manifestaba más vivo que nunca (Itçaina, 2001). Era una fiesta de la iglesia pero, al mismo tiempo, era la fiesta de la identidad colectiva del pueblo y la juventud. Esa función de fortalecimiento de la identidad era conocida incluso fuera de Euskal Herria, como en Chino, en la fiesta del Corpus establecida por los vascos de América (Ysursa, 2000?).

El 6 de junio de 2008, los jóvenes de Lekorne organizaron una velada en la que dos etnólogos mostraron las fiestas del Corpus filmadas en el mismo pueblo en los años 1978 y 2000. En la sala se encontraban los jóvenes que se vistieron en el año 2008 -Lekorne ha asumido íntegramente el ritual de dos días-, así como muchos de los rituales que existían hace treinta años. Al proyectar la película del año 1978, el público, en más de una ocasión, irrumpió en carcajadas para sorpresa de los etnólogos. Al entrar a la iglesia, los dos abanderados no actuaron conjuntamente en la entrega de sus instrumentos y, lo que es peor, uno de ellos estaba entre los centinelas. Las risas no significaba que se hubieran roto todos los esquemas de entender la fiesta. Al contrario. Para la gente del pueblo existía otra dimensión tan importante como las demás, concretamente el hecho de ser una fiesta, testigo de la vida y alegría popular. En la medida en que cumpla esa función básica, tengan larga vida los pasos medidos de personajes como oilarrak y zapurrak.

9Herria, 1951eko maiatzaren 30an eta ekainaren 7a.

10Herria, 1956eko ekainaren 7a.

11Donibanen bertzalde manera berezi batez ospatzen dute Trufania edo Erregeen pesta. Lehenago, Pesta Berri garaian arraintzaleak eta mariñelak itsasoan izanki eta, urtarrileko pestak hartu zuen bertze garrantzia bat.