Concepto

Danzas de Lapurdi

Bandedari (abanderado, enseinaria). Va a la cabeza del desfile y porta la Ikurriña (antes la bandera de Francia). Se le considera el jefe de la comparsa y estaba considerado el mejor bailarín del cortejo. Suele vestir guerrera y calzón o pantalón corto, casaca de terciopelo en un tono oscuro con galones dorados, boina negra, medias blancas y zapato negro. También puede vestir igual que los cascarotas.

Kaskarotak. Tras el banderari desfilan los kaskarotak, siempre en número par, aunque variable, desde dos parejas a seis o más. Visten camisa blanca de almidonada pechera, en la que ponían cadenas y broches de oro, pantalón blanco sujeto por unos tirantes o breteles de tapicería adornado con cintas y cascabeles y en la cintura una faja de seda roja muy ancha. Alpargatas blancas bordadas y ornamentadas con cintas y cascabeles, así como la boina. También ha utilizado una especie de tocado (kaska) con forma de sombrero cubierto de flores. Sostienen en su mano un bastón o palo delgado y corto adornado en cada extremo por una roseta combinada con el color de los ornamentos o adornos. Dos lazos rojos anudados por una roseta ajustan la manga, uno de ellos al brazo y el otro al puño. Una corbata violeta forma un nudo en la base del cuello.

Besta-Gorri. Son las primeras máscaras del cortejo. Tienen como función postular para lo cual llevan una caja para el dinero y una espada de madera para convencer a los retraídos que sostienen sobre el hombro derecho. Van en pareja o en grupos de cuatro. Cubren la cabeza con una kaska de color azul cielo de la que cuelga una fruncida tela amarilla. Tapan la cara con una máscara de tela roja adornada con lentejuelas doradas y ribeteados con galón dorado las aberturas que forman los ojos y la boca. Usan guerrera militar con galones dorados, pantalones y alpargatas adornadas de cintas.

Ponpierrak (los bomberos). Son dos o cuatro personajes de trajes arlequinados, adornados con una profusión de cascabeles que rematan los bajos de la chaqueta, las mangas y el pantalón que están recortados en puntas. Un alto sombrero cónico semejante a un ttuntturro cubre su cabeza. Las medias son blancas y las alpargatas adornadas con lazos verdes y rojos. Cubren la cara como los besta-gorri pero el tocado es diferente pues emplean un sombrero de madera decorado con papeles y cintas de colores. Llevan unas pinzas también de madera para poder "recoger dinero a distancia" y cuando no bailan se mezclan con la gente, piden dinero y gastan bromas. Se desconoce porqué reciben el nombre de "bomberos". Casaubon observa que su traje recuerda al de los bufones del siglo XVI y XVII.

Kotillun-Gorriak (Marikak). Se trata dos personajes singulares de la comparsa que mantienen a raya a los curiosos para lo que se valen de un palo largo de uno de cuyos extremos cuelga una cola de vaca. Se distinguen por la falda roja que ciñen sobre sus pantalones y alpargatas de kaskarotak. Visten una gruesa chaqueta de lana de color blanco que rodean con un ancho cinto de cuero del que cuelgan cencerros. Alrededor del cuello anudan un pañuelo amarillo y rojo. Su atuendo femenino se completa con un delantal en cuyos bolsillos llevan serrín o cenizas que lanzan al público. El alto sombrero está formado por un armazón de cuatro varillas adornadas de flores de papel, un espejo en el frente y largas cintas de colores que cuelgan libres. Cubren la cara con una máscara roja.

A partir de 1914, los kotilun-gorri, los ponpierrak, etc., comenzaron a desaparecer al ser considerados como invenciones toscas que sólo servían para dar miedo a los niños. Entre las dos guerras sólo se ven cortejos formados por los kaskarot. A finales del siglo XX las antiguas máscaras han recuperado su lugar. En los años setenta del siglo XX, de la mano de Pierre Bellelu, Pierre Gil, Thierry Trufaut, y las asociaciones Donibane Lohizune y Lapurtarrak se recuperaron los bailes y personajes del Carnaval de Laburdi para su preservación y difusión.

Jaun eta Anderea. (El señor y la señora) Son dos muchachos, uno de ellos con ropas de mujer, que visten de manera elegante según la moda de la ciudad. Con la autoridad que se les supone, se encargan de cerrar el cortejo.

Otros personajes: Zirtzilak: Su función es hacer reír al público, visten con ropa vieja y desfilan gritando, bailando, cantando y riéndose; Zanpantzarra (Saint-Pansard) es un muñeco lleno de paja, que tras ser llevado por las calles del pueblo, es juzgado, condenado, fusilado y finalmente quemado; Hartza (oso) es un personaje que casi ha desaparecido de los carnavales.