Danza

Danzas de Kuartango

La "Danza de La Santísima Trinidad" o simplemente, "La danza" de Kuartango se ha ejecutado tradicionalmente, el último domingo y hoy día, sin embargo, se ciñe tan sólo al domingo de la Trinidad. Como se ha señalado, la danza era bailada al son de gaita y tambor por las mozas en la ermita, los mozos en el pueblo de Santa Eulalia, seguidos de los casados y finalizando con los niños. Dicho elemento tradicional y festivo, fue una constante hasta el año 1931 que se dejó de celebrar.

Consistiendo su coreografía en bailar en círculo, enlazados por las manos mozos y mozas, mientras giran en contra de las agujas del reloj. Para que en un momento determinado detenerse y entonces, la moza o mozo mayor, evoluciona frente a la pareja elegida con las manos en las caderas. Se acerca o se aleja de su respectiva pareja, da tres vueltas y hace una reverencia. Volviendo a la posición del corro y proseguir con el giro inicial, hasta repetir todo tres veces. Para acabar bailando todos una jota y un pasodoble.

El "día de los locos" y ante la gran afluencia de público a las campas de La Trinidad, los mozos se enlazaban por parejas mediante pañuelos. Precediendo a las autoridades, en dos filas y con paso saltarín, van avanzando en sentido de la marcha y a la vez que van abriendo camino, pasan por debajo de una interminable bóveda realizada por ellos. Con estos pases debajo del resto, mientras acompañan a las autoridades, llegan a la puerta de la ermita donde les ceden el paso.

De un cariz protocolario y de carácter secular, este tipo de danza de recibimiento de autoridades realizada el día de la Trinidad en Kuartango y en Salinas de Añana, el día de Santa Águeda, consistente en ir enlazados, de la mano o mediante pañuelos, por parejas y de esa guisa, ejecutar diversas evoluciones frente a los responsables comunitarios.

Por otro lado, esta el castillo humano que bajo la misma denominación, aparece descontextualizado en la localidad de Kuartango y al parecer, antiguamente, también se realizada por los mozos en Salinas de Añana. En ambos casos, desde lo alto se acostumbraba a lanzar vítores.

El castillo humano de Kuartango se componen de seis mozos en la base, tres encima y otro mozo que se sitúa en la cúpula. Desde esa posición lanza una serie de "vivas" al valle, a sus pueblos y gestores o mandatarios, y a personas particulares que contribuyen con donativos en metálico. Además, hemos de señalar que ha sido el elemento perenne en la fiesta que nos ha ocupado.