Carlos trata de recuperar sus bienes transpirenaicos, 1388. Para ello envió (8 abril) a la corte francesa al obispo de Pamplona, Juan de Zalba, a su chambelán, Pedro de Laxague y a su consejero Francés de Villaespesa, que apenas consiguieron nada. Para activar la recuperación de Cherbourg de manos inglesas comisionó a su primo Carlos de Beaumont (octubre). Este mismo año (agosto), en virtud de su política amistosa con Castilla y Francia, Carlos dejó paso libre a través de su reino a las tropas francesas que fueron a ayudar a Juan I contra el duque de Lancaster e hizo de mediador (Bayona) entre ambos contendientes.