Valle del reino de Navarra. Durante el antiguo régimen se administró por medio de dos tipos de asambleas: la de los jurados de las aldeas y la Corte General. Esta era una asamblea abierta a todos los vecinos de las once localidades que formaban el valle. Se reunía cerca de la iglesia de Anhaux, localidad del valle. Los registros de estas asambleas se conservan, desde 1687 a 1785, en el archivo del ayuntamiento de Saint-Etienne de Baigorry. v. ARCHIVOS. Las asambleas de los jurados de aldeas eran llamadas berrogains; se reunían generalmente en el alto de Berrogain, entre Irouléguy y Baigorry, para préparar la reunión general de todo el valle, jurados y diputados de cada localidad. Los diputados eran elegidos en este mismo berrogain. Las sesiones de una y otra asamblea eran públicas, pero sólo la Corte General tenía poder de decisión. En casos de urgencia o gravedad asistían todos los vecinos. Las mujeres tenían voz y voto, ya que el criterio era el de jefe de familia y dueño de una casa. Las aldeas no podían decidir por su cuenta sin pasar por la Corte General. La nobleza -representada por las casas de Echauz, Urdos, Etchepare y Châteauneuf- tenía acceso y voto en la Corte General pero no el clero. El nombramiento de jurado era anual y la única lengua empleada por lo general el euskera. Funcionarios fijos del valle eran el secretario, el tesorero y el síndico, personas de mayor cultura que los simples jurados -en general licenciados- y a los que el valle pagaba por llevar los registros, ejecutar los acuerdos, servir de intermediarios entre los funcionarios franceses y los campesinos de habla sólo vasca, etc. Baigorry estaba representado en los Estados de Navarra por medio de dos diputados elegidos cada dos años. El conjunto de reglas y costumbres por las que se regía el gobierno del valle era el fuero del mismo, legislación oral que apenas conoció codificación escrita si no es la de I 704. La última acta de la Corte General data de 1788. En cuanto a la administración judicial civil y criminal, los baigorritarras acudían a la Corte de Cize en San Juan de Pie de Puerto, junto con los habitantes de Cize, Armendarits, Irissarry e Iholdy desde 1564, año en que el vizconde renunció a sus prerrogativas judiciales.