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Sindicalismo

La acción colectiva, que puede ser esporádica y puntual, o estable y organizada, se despliega en un tríptico en el que figuran, junto a los grupos de interés, los partidos políticos y los movimientos sociales. El sindicalismo es una forma específica, organizada y estable, de acción colectiva, la acción colectiva obrera; los sindicatos, actores colectivos que comparten la lógica racional-económica de los grupos de interés y la lógica identitaria de los movimientos sociales, siendo por tanto centauros de unos y otros.

Algunas de sus características responden a las de los grupos de interés: articulan como ellos los intereses económicos y sociales de su grupo de referencia, los trabajadores asalariados, actuando sobre el sistema político para conseguir sus fines. Pero otras características son las de los movimientos sociales: hay sindicatos que quieren cambiar las bases del poder político, luchan contra el capitalismo, tienen una relación conflictiva con ciertos partidos, desarrollan identidades colectivas, asumen estrategias conflictivas, se proponen objetivos antisistémicos... Ello se debe finalmente a que el eje de la identidad convive en los sindicatos con el de la racionalidad económica.

La acción colectiva obrera tiene en efecto dos lógicas. Una lógica deriva directamente de la relación de trabajo, reivindicativa ante el empresario: precio de la fuerza de trabajo (salario), duración del uso de la fuerza de trabajo (jornada), seguridad económica a través del trabajo (protección ante el despido), seguridad física e higiene en el trabajo, definición de los puestos de trabajo... Esta lógica económica comprende la prestación de servicios de los sindicatos a sus afiliados. La segunda lógica es expresiva: aunque el trabajo pertenece legalmente al empresario, sólo puede ser realizado por los trabajadores individuales, con su grado mayor o menor de frustración ante la forma mercancía de su fuerza de trabajo, sus aspiraciones, experiencias e intereses personales, sus identidades políticas, religiosas, étnicas, nacionales, de género, su forma de inserción, real o deseable, en la sociedad...

Las tres formas a través de la cuales se manifiesta la acción colectiva obrera, la negociación, el conflicto y la concertación, se alimentan en distintas proporciones de las lógicas económica/reivindicativa e identitaria/expresiva.