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Navarra

El escudo actual está formado por cadenas de oro sobre fondo rojo, con una esmeralda en el centro de unión de los ocho brazos de eslabones y, sobre ellas, la Corona Real, símbolo del Antiguo Reino de Navarra. Las primeras crónicas de este Reino, imbuidas de preocupación heráldica y nobiliaria, nos dan, sin embargo, noticias de otros escudos anteriores, noticias no siempre comprobables o acordes con la realidad histórica. De esta forma, los relatos de fines de la Edad Media como los de García de Eugui y el Príncipe de Viana, en los que a la lista de los reyes se añaden sus principales acciones y entre ellas aquéllas que supuestamente dieron razón de sus apodos y blasones. Así Iñigo Aritza lleva en sus armas las "aristas" o "ariestas", por su condición combativa con los moros. García Jiménez un broquel rojo. Sancho Abarca las rústicas abarcas porque calzado con ellas y a pie realizó grandes proezas. Múltiples serán las descripciones de la lucha por medio de la cual (Navas de Tolosa, 1212) Sancho el Fuerte ganó las cadenas que hoy son elemento esencial del escudo. Yanguas y Miranda, (Adiciones..., pp. 88-89) se refiere a los primeros testimonios acerca de este uso y a lo que recopiló en el siglo XVII Moret (Investigaciones..., pp. 723-748) sobre blasones o emblemas reales anteriores. Ver también las Congressiones apologéticas sobre la verdad de las investigaciones históricas de las antigüedades del reyno de Navarra de Moret mismo, fechadas en 1677 y sobre todo la n. XI, Del tiempo, en que comenzó el uso constante de Divisas y Blasones (pp. 303-348), en que responde al P. Laripa, desarrollando una afirmación que se halla en su cap. IX, del libro III de sus Investigaciones... (Pamplona, 1766, p. 737), según la cual sólo de 540 años a cuando escribía (1662) halla constancia de armas reales y divisas de reinos, transmitidas por vía hereditaria. Los escudos ciertos son, pues, de la Baja Edad media y dan cuenta del uso de un águila negra desplegada que Moret vio en un documento de 1214:

"El sello que en esta Carta Real se ve, grande y hermoso, pendiente de cordones de seda de varios colores, y en cuanto hemos podido descubrir en los archivos, quizá es el primero del género que se halle de nuestros reyes, porque los anteriores con solos los signos impresos en las mismas cartas las signaban y daban valor. En las investigaciones le exhibimos al vivo y en estampa, con la efigie por un lado de una águila grande abiertas las alas, con inscripción en tomo Benedictus Dominus Deus meus: y al principio de ella una crucecilla de forma muy semejante a la que usaron su padre y abuelo, menos los puntos y letras: y por el otro lado representando al Rey armado de pies a cabeza corriendo en caballo todo encubertado con lanza en ristre, celada en encaje casi del todo calada, pendientes volando de ella como de diadema, escudo embrazado, puntiagudo hacia abajo y en él efigiada otra águila menor con las alas abiertas, insignia suya primitiva, y por orla en torno Sancius Dei Gratia, Rey Navarrae. De donde se ve que las cadenas no se introdujeron como de golpe y luego después de la batalla del Muradal, que por la cercanía llaman de Tolosa, sino poco a poco y con el tiempo".

Esta águila puede verse además en los Cartularios III y IV de Don Teobaldo del Archivo General de Navarra. Las primeras manifestaciones del actual escudo dan testimonio de la aparición tardía de las cadenas propiamente tales ya que se trata de un escudo de doble cruz radiada, simple o adornado de esferillas. Aparece en el capitel del Palacio real de Estella, en una pila bautismal de Rípodas y en el escudo de la torre de Etxano, barrio de Erkoles (Bizkaia), hoy en el Museo Arqueológico y Etnográfico de Vizcaya, además de en múltiples monedas, medallas, sellos, etc. Este escudo se habría usado ininterrumpidamente a continuación hasta nuestros días, y en él creyó ver J.D. Garat (1811) el viejo escudo de los fenicios antepasados de los cántabros o vascos. Un decreto del 8 de noviembre de 1937 lo adornó con la Cruz laureada de San Fernando "como recuerdo a las gestas heroicas de Navarra en el Movimiento nacional y homenaje a quien tan reciamente atesora las virtudes de la Raza". Se refiere a los tercios de requetés, banderas de Falange y batallones que engrosaron el ejército franquista durante la Guerra civil de 1936-1939. Fue suprimida en noviembre de 1981. Este escudo histórico de Navarra se halló también en el de la Comunidad Autónoma Vasca constituida en 1980 para simbolizar el derecho de Navarra a pertenecer a dicha Comunidad hasta que esta presencia fue impugnada por la Comunidad Foral de Navarra y fue retirado.

Se desconocen banderas anteriores al s. XVIII. En éste y según descripción del P. Isla, existía un Estandarte real de color carmesí en el cual campaban "las armas de Navarra, cadenas y corona". Era llamado la Devota y se hallaba bajo un dosel en la sala "la Preciosa" de la catedral de Pamplona, sede de las Cortes y de la Diputación hasta 1841. Según se contiene en el Amejoramiento de 1982, la bandera de Navarra es de color rojo, con el escudo de Navarra en el centro. Dicha bandera, izada por primera vez en el balcón del Palacio provincial el 16 de julio de 1910, fue confeccionada tras el asesoramiento de Arturo Campión, Hermilio Olóriz y Julio Altadill. En 1986 una Ley foral indicó que dicha bandera "deberá ondear en el exterior y ocupar lugar preferente en el interior de todos los edificios públicos civiles del ámbito de la comunidad foral, sin perjuicio de la preeminencia de la bandera de España.

La Ley arriba aludida establece como himno oficial de Navarra el conocido como "Himno de las Cortes de Navarra" uno de los interpretados a través de la historia en el claustro de la catedral de Pamplona para recibir a los miembros de las Cortes de Navarra que acudían a sesión. No se tuvo en cuenta la existencia del National Hymn of Navarre recogido por Wilkinson en 1838. Véase Himno (Himno Vasco).

Navarra fue la primera y única región éuskara que acuñó moneda de forma continuada. Ya en la antigüedad, en el siglo I AC, se citan las cecas vasconas de Alaun, Arsacoson, Arsaos, Bascunes, Belaiscon, Bentian, Caiscata, Cueliocos, Louitiscos, Ocala Om, Oilaunes, Olcairtum, Ontices, Teitiacos, Turiaso, Uaracos y Unambaate. Huesca (Bolscan), Calacoricos (Calahorra) y Iaca (Jaca) son, siguiendo a Ptolomeo y Estrabón, ciudades vasconas, dotadas de cecas en la época imperial y siguiente. A partir de la caída del Imperio deja de emitirse moneda propia hasta el siglo XI. La primera conocida es atribuida a Sancho el mayor "Imperator" y presenta en el reverso el árbol o pilar de Sobrarbe que veremos aparecer a continuación en gran parte de la numismática navarra, hasta el reinado de Sancho VI "El Sabio" (siglo XIII). Las restantes tierras éuskaras carecieron de acuñaciones propias. Cada rey navarro emitía su moneda, acto con el que se inauguraba el mandato regio. Esta costumbre de uso legal estuvo vigente hasta la primera guerra carlista siendo la última acuñación de 1835.

IEZ