Dance

Las Danzas de Palos

Numerosos investigadores se han preguntado por qué se emplean los palos en tantas danzas rituales de hombres. Desde que James Frazer estimulara las interpretaciones de los actuales rituales como supervivencias de antiguos sacrificios reales para regeneración de la vida y la naturaleza, se insiste en que el origen de las danzas de palos se halla en el Neolítico. A la vista de las pinturas rupestres se asegura que las danzas de palos nacen al tiempo que se desarrolla la agricultura. Y lo hacen vinculadas a ritos agrarios de fertilidad y fecundidad de la tierra, junto a rituales mágicos, profilácticos o propiciatorios. El palo se empleaba como herramienta para plantar la semilla con anterioridad a la invención del arado. Con el palo, el agricultor labraba la tierra removiéndola y golpeándola. La recompensa era la germinación de la planta, por eso no debe sorprender que los palos se convirtieran en objetos sagrados, representando al falo que penetra en la madre tierra.

Muchas danzas rituales incluyen una figura en la que los bailarines golpean la tierra con sus palos, lo que se ha interpretado como un ejercicio destinado a despertar a los espíritus de la fecundidad de su letargo invernal. Y golpeados entre sí, los palos crean un ruido que atrae la atención de los espíritus de la Tierra para que favorezcan la germinación de la semilla. Así lo hacen los danzantes de Nuestra Señora de Muskilda al igual que lo hacían los paloteadores murchantinos. Desde los recuperados paloteados riberos, como el dedicado a Nuestra Señora del Rosario de Ablitas en 1996, hasta los de las fiestas urbanas revitalizadas, como las Danzas de los Infanticos del carnaval pamplonés de 1998.

Junto a su pretendido origen agro-mágico-ritual -teoría de difícil demostración- también está muy extendida la noción que considera estas danzas como guerreras por simular enfrentamientos entre bandos aunque esta hipótesis suele ser rechazada por los folcloristas. Pero no toda danza de paloteado es un juego de guerra. El palo puede ser una mera prolongación de las manos, que inicialmente se baten una con otra. De este modo el palo viene a amplificar en un estadio posterior los golpes primitivos realizados por el propio cuerpo del danzante con manos y pies. En el mismo sentido, se admite el parentesco de ciertos ritos que se ven en las danzas de palos con una mitología más propiamente agraria que guerrera.

Es verdaderamente difícil determinar la antigüedad y evolución de las danzas en base a su morfología. Cabe aventurar, por analogía musical, que las de más sencilla factura y de mudanzas más simples -golpes consigo mismo, con el compañero y en el suelo- son probablemente las más antiguas. En algunos dances y paloteados (Dance es un término usual en Aragón que equivale a Paloteado) las danzas más sencillas se bailan en primer lugar y las más complicadas, junto con los trenzados o danzas de arcos, sin duda posteriores, se dan al final de la intervención. Esto puede responder a una mera táctica, corriente en el mundo del espectáculo, de organizar el programa en un crescendo hasta alcanzar el clímax al final. O puede deberse, sencillamente, a un proceso de sedimentación temporal según el cual los números de más reciente incorporación al dance lo han hecho a continuación de los anteriores, respetándose un natural orden de antigüedad. Abonan esta hipótesis la exhibición de las dieciochescas danzas de cintas y arcos al final de las representaciones y los paloteados con música de jota -más recientes y de mayor filigrana- que también se incluyen al final de los respectivos ciclos de danzas. De acuerdo con lo anterior, algunas danzas de palos de gran antigüedad e indudable arcaísmo se bailan junto a otras de posterior creación o adaptación, aun cuando ésta cuente con cientos de años. En otras, por último, se advierten arreglos ornamentales de hechura reciente, a veces obligados por los cambios musicales.