Hermits

IDOIA

Ermita en Isaba (Navarra): Se presenta como un núcleo medieval recrecido con cubiertas de bóvedas de tercelete de nervios rectos propias del siglo XVI y obras de reforma del XVIII. Su planta es de una nave de tres tramos con sendas capillas a la altura del crucero y cabecera recta. El coro se coloca a los pies con vigas decoradas con motivos geométricos manieristas a base de óvalos y rectángulos. La sacristía, de planta rectangular, se encuentra en el lado de la epístola y se accede a ella por una puerta adintelada desde el presbiterio. Esta estancia se cubre con una bóveda de lunetos barroca.

Al exterior, la ermita se presenta como un gran bloque rectangular, con muros de sillar de tamaño mediano bien labrado con tres contrafuertes prismáticos marcando los tramos y otros diagonales en las esquinas de la cabecera, todos ellos recrecidos para alcanzar el tejado. La puerta de acceso se sitúa en el lado de la Epístola y se forma con un arco apuntado con dos arquivoltas de arista achaflanada la interior y curva la exterior y un arco externo de guarda lluvias. Sobre el muro testero se localiza una pequeña espadaña de piedra. La casa de la cofradía o casa del ermitaño se adosa a los pies de la ermita; su puerta de acceso lleva la inscripción de 1800.

El interior de la ermita está presidido por un hermoso retablo mayor barroco realizado hacia 1700, que está estilísticamente relacionado con el de la parroquia de Santiago de Garde, realizado hacia 1697 por Juan Baines, escultor natural de Isaba establecido en Zaragoza. Sin embargo, este retablo de Idoia denota una calidad superior en cuanto a su talla decorativa por lo que se puede poner en relación, también, con talleres tudelanos o aragoneses de la época. Presenta estructura vertical de banco, cuerpo con tres calles articuladas por columnas salomónicas y ático con calle central con hornacina plana entre estípites flanqueado por dos gigantescos aletones curvos con roleos vegetales. El programa iconográfico se reduce a las imágenes barrocas de San Vicente y San Joaquín de las calles laterales y el bulto redondo de San Cipriano en el ático, todas ellas de la época del retablo, barrocas, salvo la talla de la titular, Nuestra Señora de Idoia, de época gótica del siglo XIII que sigue tipología de Virgen sedente con el Niño Jesús sobre la rodilla izquierda. Su aspecto ha sido transformado por una restauración que transformó su rostro, la indumentaria y la corona.

En el interior destaca la verja de hierro que separa la nave del presbiterio y que está fechada en la primera mitad del siglo XVI. La tradición dice que esta verja fue traída por las mozas roncalesas desde el monasterio de Igal en Salazar. Está compuesta por barrotes lisos y helicoidales y rematada por flores de lis y puntas de lanza. La tradición dice que se trajo del monasterio de Igal. Un Crucificado barroco de madera policromada cuelga en estas paredes. Esta figura presenta una actitud agonizante con la cabeza ladeada y que se puede fechar a mediados del siglo XVII. En la sacristía se guarda un cáliz de plata de la primera mitad del siglo XVII de estructura lisa, con el punzón, en el reverso de la base, con la marca león y CES de la ciudad de Zaragoza.

Carmina RIUS SALETA