Concept

Historia del Arte

El neoclasicismo en Euskal Herria tuvo mucho éxito. Pese a los conflictos y las guerras, en Euskal Herria pudieron desarrollarse interesantes manifestaciones artísticas, sobre todo, en el ámbito arquitectónico, ya que se adelantó al resto de las disciplinas en su reacción contra el barroco, jugando un papel fundamental. De hecho, la arquitectura resumía muy bien la idea básica de la Ilustración a favor de la recuperación de una estética austera con predominio de las líneas rectas basadas en formas geométricas elementales, ya no sólo desde un punto de vista estético sino, también, ético, moral. Así, mientras que la pintura y la escultura se limitaron a recuperar los modelos de la tradición grecolatina y, de hecho, en Euskal Herria el neoclasicismo no arraigó en estas manifestaciones artísticas, en la disciplina arquitectónica los arquitectos vascos encontraron multitud de posibilidades, acostumbrados como estaban a reinterpretar y desarrollar en cada período el estilo artístico a través de la sencillez y la sobriedad. En cuanto a su prolongación en el tiempo, el neoclasicismo se introdujo en Euskal Herria a finales del siglo XVIII, y aunque el estilo se prolongó durante todo el siglo XIX, su momento de mayor esplendor se centró en la primera mitad del siglo XIX.

Arte

A pesar de las adversas circunstancias históricas que se vivieron, la cantidad y la calidad de las obras construidas en Euskal Herria es notable, e incluso, nuestro territorio participó en el debate teórico aportando algunas de las obras y de los arquitectos más interesantes del período. En este sentido, la arquitectura neoclásica no fue un estilo que llegó a nuestro territorio con tardanza y colateralmente, sino que se adoptó desde el inicio y se defendió hasta que un nuevo estilo, el eclecticismo, más acorde con la evolución histórica del siglo XIX, se impuso en el gusto artístico.

Entre los ejemplos que se han conservado caben destacar, en arquitectura civil, en Vitoria la plaza Nueva y las casas de los Arquillos de Justo Antonio de Olaguibel, en Gipuzkoa el trazado urbano que diseñó para Donostia Pedro Manuel de Ugartemendia, en Bizkaia los ayuntamientos de Otxandio, Ondarroa y Balmaseda, el hospital de Atxuri de Gabriel Benito Orbegozo, y la Casa de Juntas de Gernika, obra de Antonio de Echeverría; en cuanto a la arquitectura religiosa destacaremos la fachada de la catedral de Pamplona de Ventura Rodríguez, en Álava las torres de las iglesias de Ariñez, Berantevilla, Alegria y Antoñana del Justo Antonio de Olaguibel, en Gipuzkoa la iglesia de la Asunción de Mutriku de Silvestre Pérez, en Bizkaia las iglesias de Santa María de Larrabetzu y de Bermeo, la primera de Ventura Rodríguez y la segunda de Silvestre Pérez, y también en esta última provincia cementerios, donde se conservan ejemplos en las localidades de Elorrio, Aulesti, Abadiño, Dima y Markina-Xemein.

Arte

En cuanto a las artes plásticas, nuevamente la única disciplina que destacó fue la escultórica en el diseño de las nuevas trazas y de las piezas escultóricas de los retablos. Estilísticamente, los mejores ejemplos se conservan en Gipuzkoa, destacando el retablo mayor de la basílica de Santa María de Donostia, obra de Diego de Villanueva, los retablos laterales de la misma iglesia diseñados por Ventura Rodríguez, que también proyectó el retablo mayor de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Errenteria, y el retablo mayor de Santa María de Tolosa, obra de Silvestre Pérez.

En el panorama pictórico, la mayoría de las obras que se conservan de este período pertenecen a pintores que prestaban sus servicios en la corte; entre ellos, destacaban Antonio Carnicero, Vicente López y Luis Paret.