Industries

Grupo Huarte

Sin embargo, el Grupo comenzó a experimentar algunas dificultades cuando el ciclo económico expansivo se agotó. Como tantos grupos empresariales al final del franquismo, la incertidumbre política en el tránsito de la dictadura a la democracia, el reto de la integración europea en un escenario más abierto y competitivo y, sobre todo, el impacto de la crisis económica derivada de los choques petrolíferos de los años setenta afectó con gravedad al rumbo de los negocios. Que los factores puramente económicos se vieron afectados por otros de naturaleza política y condujeron a modificar la estrategia empresarial se intuye por el efecto que hubo de tener el secuestro de Felipe Huarte por la organización terrorista ETA en enero de 1973.

Los tiempos del capitalismo familiar habían periclitado y la superviviencia de esas firmas en un marco de internacionalización de la economía española inclinó la estrategia hacia un capitalismo gerencial que se desprendió de las empresas locales para que, en manos de multinacionales de cada sector, se adaptasen al nuevo contexto de la "segunda ruptura industrial". Desde mediados de la década de 1980 y hasta principios de los noventa se acometió ese proceso. Así, Imenasa fue adquirida gradualmente por el grupo alemán de grúas Liebherr, viejo socio tecnológico que aportaba su red comercial internacional; la multinacional norteamericana TRW Automotive compró Torfinasa y Girling (del grupo Lucas), mientras Mapsa era vendida a la británica Parkfield y transferida finalmente a Mondragón Corporación. En cuanto a las no ligadas a la automoción destacan los casos de Papelera Navarra S.A. e Industria Navarra del Aluminio S.A. La primera fue intervenida inicialmente por la empresa sueca Svenska Celulosa y después por el Banco Urquijo, si bien la gestión de los Huarte no decayó hasta la entrada, en 1989, del grupo irlandés Smurfit, que desde 2004 se hizo con el 100 por cien del capital y lidera mundialmente la producción de cartón ondulado. En cuanto a Inasa, en Irurzun, pasó diversos avatares: integrada en la estadounidense Reynolds, luego en la alemana VAW Aluminium AG, hasta acabar controlada por el consorcio noruego Hydro desde 2002.

Capítulo aparte merece la extinción del negocio de la constructora. Tras la suspensión de pagos de Huarte S.A. en 1996, el grupo Obrascon-Lain la adquirió en 1999, la desde entonces OHL se ha convertido en una de las grandes constructoras españolas que actúan internacionalmente construyendo obras públicas y grandes infraestructuras en Europa, América Latina y Asia.

Por su parte, la tercera generación de los Huarte ha continuado la estela de los negocios y el compromiso industrial y social. En la actualidad las actividades empresariales de la familia han recuperado solidez y, desde las lecciones del pasado, sigue haciendo apuestas de inversión de vanguardia. A través de la sociedad de capital riesgo Uriel Inversiones y bajo la presidencia de Juan Félix Huarte Jiménez, los vínculos con el sector del motor permanecen a la par de una presencia directa en la ingeniería en construcción, la energía y el medioambiente (Acciona Energía, Acciona biocombustibles) y opera en los grandes países de la UE, Estados Unidos, Vietnam, Brasil, México y Uganda, entre otros mercados.