Concept

Congreso de Munich

Reunir en torno a una mesa común a enemigos irreconciliables no iba a resultar fácil. A la llegada de los delegados, la noche del día 4, se efectuaron los primeros contactos de algunos elementos monárquicos y del exilio acordándose, no sin dificultades, la creación de dos Comisiones, una del Interior presidida por Gil Robles y otra del Exterior presidida por Salvador de Madariaga. Los días 5 y 6 se crearon las dos comisiones compuestas por cinco miembros respectivamente. "Poco a poco -relata Fernández Miranda- la tensión fue cediendo y, sin pactos ni entregas, se rompió el muro de la incomprensión", elaborándose un preacuerdo conjunto a presentar en las sesiones del Congreso. Este se inició y celebró una sesión plenaria de españoles el día 7. Pese a la presión frenética ejercida por la diplomacia franquista sobre el canciller Adenauer y la tendenciosa información enviada por la Agencia Efe, se acordó mayoritariamente el siguiente texto conjunto:

"El Congreso del Movimiento Europeo, reunido en Munich los días 7 y 8 de junio de 1962, estima que la integración, ya en forma de adhesión, ya de asociación de todos los países a Europa, exige de cada uno de ellos instituciones democráticas, lo que significa, en el caso de España, de acuerdo con la Convención Europea de los Derechos del Hombre y de la Carta Social Europea, lo siguiente:
1.° La instauración de instituciones auténticamente representativas y democráticas que garanticen que el Gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados.
2.° La efectiva garantía de todos los derechos de la persona humana, en especial los de libertad personal y de expresión, con supresión de la censura gubernativa.
3.° El reconocimiento de la personalidad de las distintas comunidades naturales.
4.° El ejercicio de las libertades sindicales sobre bases democráticas y de la defensa por los trabajadores de sus derechos fundamentales, entre otros medios por el de huelga.
5.° La posibilidad de organización de corrientes de opinión y de partidos políticos, con el reconocimiento de los derechos de la oposición. El Congreso tiene la fundada esperanza de que la evolución con arreglo a las anteriores bases permitirá la incorporación de España a Europa, de la que es un elemento esencial, y toma nota de que todos los delegados españoles presentes en el Congreso expresan su firme convencimiento de que la inmensa mayoría de los españoles desean que esa evolución se lleve a cabo de acuerdo con las normas de la prudencia política, con el ritmo más rápido que las circunstancias permitan, con sinceridad por parte de todos y con el compromiso de renunciar a toda violencia activa o pasiva antes, durante y después del proceso evolutivo".

El día 8 y como acto de clausura tuvieron lugar dos discursos, el de Madariaga y el de Gil Robles, ante los más de mil representantes de todos los países adheridos al Movimiento Europeo -Italia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Francia- asistentes al Congreso. "La guerra civil que comenzó en España el 18 de julio de 1936 y que el régimen ha mantenido artificialmente con la censura, el monopolio de la prensa y de la radio y los desfiles de la victoria, la guerra civil terminó en Munich anteayer, 6 de junio de 1962", concluyó Madariaga, palabras de las que se hizo eco Gil Robles. M. Faure, presidente del Congreso, insistió también en la indispensable democraticidad de los países integrantes de la futura Unidad Europea. Ese mismo día, en medio de un fenomenal alboroto de la prensa adicta, un Decreto-Ley del Consejo de Ministros español declaraba suspendido por dos años el artículo 14 del Fuero de los Españoles a fin de salir al paso de "las campañas que desde el exterior vienen realizándose para dañar el crédito y el prestigio de España". Un artículo firmado por Marcel Niedergang en France- Soir, dando una información descabellada del acto, sirvió, para que la manipulada prensa española se acreciera en la diatriba y denunciara un infame "contubernio". Durante los días sucesivos y, merced a los nombres facilitados por tres asistentes decepcionados -Sainz de Baranda, José Nieto y García Mateos-, la policía española forzó al exilio o confinó en las Canarias a gran parte de los participantes. La avalancha publicitaria y la movilización de masas contra el "contubernio" iba a durar meses. Este "nauseabundo episodio" cerró definitivamente las puertas de Europa al franquismo, creando una solidaridad real entre las diversas oposiciones al mismo simbolizada en el abrazo histórico entre Gil Robles y Llopis.