Concept

Instrumentos musicales del País Vasco

El aspecto de la txalaparta1 no ha sido siempre el mismo ni igual en todos los lugares. En cuanto al aspecto tradicional de la txalaparta, a continuación se puede observar la más frecuente:

Dos soportes; cestos o cesta dispuestas bocabajo, sillas o banquetas. Encima de ellas un elemento aislante; hoja de maíz, hierba seca, sacos viejos,... Encima una tabla dispuesta horizontalmente de estas características: entorno a dos metros de longitud, veinte centímetros de anchura y seis centímetros de grosor.

Cuatro palos para golpear. La longitud y el aspecto de los palos varía según el lugar. Longitud: Los Zuaznabarra de Lasarte (52 centímetros); Los Goikoetxea de Astigarraga (60 centímetros); y Los Billandegi (88 centímetros). En los tres casos los palos son de forma cono-troncales.

Modo de golpeo: Cada músico sostiene verticalmente dos palos con los que golpea de arriba hacia abajo la tabla dispuesta horizontalmente (y aislado para que no pierda resonancia). Los músicos suelen ser dos. Entre los dos componen la música mediante el golpeo. En base al lugar cada músico toma un nombre diferente: uno de ellos ttakuna o tukutuna y el otro herrena o urguna.

Tal y como indican estos nombres cada músico tiene su función. Uno se encarga de poner el orden y equilibrio, mientras que el otro trata de deshacer y desequilibrar el ritmo impuesto por su pareja. Así surge la música, creando y deshaciendo el ritmo, siendo éste cada vez más rápido hasta conseguir un inquebrantable cuarteto vertiginoso y equilibrado.

La txalaparta tiene sus normas de golpeo y, a pesar de que son muy precisas, dan mucha libertad a los músicos para que empleen su creatividad y capacidad para la improvisación.

Uno de ellos realiza lo que se denomina "ttakun" o "tukutun", dando dos golpes continuamente. Por su parte el otro, entre los golpes dados por el "ttakun" realiza lo que se denomina "herrena" o "urguna". Es el "Herrena" quien se encarga de realizar los juegos y cambios. Así, puede introducir dos golpes o puede no introducir ninguno, para, según su determinación, componer diferentes combinaciones.

Así mismo, hay más opciones para crear la música: se trata de jugar con la intensidad y el color, con la tonalidad y la velocidad del sonido.

Ramon eta Asentsio Goikoetxea.

Ramon y Asentsio Goikoetxea. Erbetegi-Etxeberri, 1984.

En los últimos años se han introducido una serie de cambios en la txalaparta:

- De utilizar una o dos tablas y una, dos o tres palancas, se ha pasado, a utilizar cuatro, cinco o incluso más tablas, con la intención de aumentar las oportunidades que ofrece la politonalidad.

- Además de las tablas y palancas metálicas tradicionales, se utilizan también piedras u otros materiales con objeto de enriquecer el timbre y el color.

- Además de utilizar las formas de golpeo tradicionales, actualmente se ha abierto mucho el abanico de ritmos del repertorio. Por otra parte, la utilización de más tonos implica y promueve la acción de juegos melódicos y armónicos.

- La txalaparta ha pasado de ser un instrumento rural, a ser un instrumento de carácter urbano. De ser un instrumento para tocar a solas, ha pasado a ser un componente más de los grupos musicales. De ese modo, con la txalaparta se componen infinidad de músicas diferentes, sin que por ello pierda su naturaleza particular.

A pesar de todo, la txalaparta mantiene dos características inmutables:

- El sistema de alternancia e improvisación. Principalmente, se toca la txalaparta empleando un sistema de alternancia entre los dos músicos (en las tendencias del kirikoketa puede ser a tres y en las de la percusión del tojo a cuatro).

- Dentro del ritmo elegido para tocar la txalaparta, cada txalapartari toca lo que decide al momento, en función de su habilidad, y capacidad para la creación y la improvisación. De esa manera, cada actuación musical es única e irrepetible.

Esta variante de la txalaparta (muchas veces se confunde entre los nombre txalaparta y tobera) no es solo un instrumento musical, sino también un acto que se celebra en ambiente festivo. Aunque en lo que respecta a su aspecto hay algunas variantes, estas suelen ser las más comunes: una palanca de acero de metro y medio más o menos. Se cuelga por ambos lados y dos personas la sujetan con cuerdas. Dispone de cuatro palos de hierro de 30 centímetros que sirven para hacer sonar el instrumento.

Las toberas se tocaban en actos en los que era habitual la txalaparta. Pero, la función designada los últimos años a ese instrumento, tanto en Lesaka como en Oiartzun, tiene que ver con las celebraciones nupciales. En Lesaka se tocaba la tobera el día del pregón, mientras que en Oiartzun se hacia el día de bodas. Para tocar la tobera se golpea con las palancas alternativamente y se completa con un canto de coplas.

Participan dos músicos. Cada uno dispone de dos palos de hierro, uno en cada mano. Mediante ellos se efectúa un juego parecido al realizado con la txalaparta. En Lesaka se denomina "bia" (segundo) al encargado de marcar el ritmo. El otro recibe el nombre de "pikatzailea" (incitador) o "errepikia" (repetidor, que en Oiartzun también recibe el nombre de "bata", es decir, primero).

Coplero, bersolari. Se encarga de cantar las coplas o los versos en alternancia con el golpeo de las palancas. Se cantan versos antiguos relacionados con este tipo de números, versos preparados exclusivamente para dicho número o versos improvisados al momento.

Nuestra trompa2 se parece a una vieja llave. Un arco similar a un círculo incompleto. Desde los extremos brotan paralelamente dos brazos hacia delante. Entre esos brazos, se posa una lengüeta que se hace vibrar mediante el dedo. Toda la estructura es metálica.

Ese instrumento musical tan extendido en todo el mundo recibe en el País Vasco el nombre de trompa, mosugitarra o mosumusika.

Parece que hasta el pasado siglo este pequeño y sencillo instrumentos musical se tocaba habitualmente en el País Vasco. A comienzos de este siglo existían algunos intérpretes tanto en Gipuzkoa como en el Durangesado Vizcaíno.

En la información escrita por el Padre Donostia, entre otras cosas, se puede leer lo siguiente3: a los de Durango se les conocía con el mote de "tronperriko", ya que en dicha localidad se hacían las trompas y hasta 1910 incluso se tocaban. A comienzos del siglo XIX, en Hernani se ejecutaba el baile conocido como "tronpa dantza". Dicho baile tomaba el nombre del instrumento utilizado para ejecutarlo, puesto que se tocaba con la trompa (guimbardes).

Según cita elPadre Barandiaran, a comienzos del siglo XX el gentío que se reunía en la plaza de Ataun bailaba al son de la trompa. En aquellos tiempos la madre del chistulari J.A. Sarasola del caserío Zumizketa de Bedaio, tocaba al anochecer la trompa pequeña en la cocina de casa para que los demás cantasen y bailasen.

Los últimos testimonios de músicos de trompa los encontramos en Orio y Aretxabaleta, en ambos casos de mano de mendigos.

La trompa que tocaba la ama de casa del caserío Zumizketa de Bedaio.

La trompa que tocaba la ama de casa del caserío Zumizketa de Bedaio.

1BELTRAN ARGIÑENA, Juan Mari (2004): Txalaparta eta beste aldaera zaharrak. (2009): Txalaparta.

2BELTRAN ARGIÑENA, Juan Mari (1996): Soinutresnak euskal herri musikan.

3DONOSTIA, P. (1952): Historia de las Danzas de Guipúzcoa-Instrumentos Musicales del Pueblo Vasco.